Sydney
desde las alturas
Nuestra guía nos entrega las
entradas del Aquarium por si queremos volver, aparte de ser un souvenir más, y
nos da a elegir si quedarnos por la zona o terminar las visitas incluidas en el
tour para hoy, elección esta última que es la que hacemos. Nos llevan a la
Sydney Tower, inaugurada en 1981, que tuvo el honor de ser el edificio más alto
del hemisferio sur, con 293 m. El eje está diseñado para soportar el viento y
resistir los terremotos; los 56 cables que la sujetan al centro comercial que
se halla bajo y alrededor de ella, Centrepoint,
pesan 7 toneladas cada uno, y si se extendieran en el suelo (en este caso
océano) llegarían de Sydney a Nueva Zelanda. El depósito de agua superior
contiene 162.000 litros y actúa como un estabilizador en los días de mucho
viento.
Cada año se celebra una
carrera para subir corriendo los 1.504 peldaños, entre abril y mayo (vamos, que
les gusta correr), tal y como se celebra en el Empire State de New York.
Por supuesto tiene un
observatorio para disfrutar las vistas de la ciudad (hay una entrada conjunta
para el observatorio, el Sydney Aquarium, el Sydney Wildlife World y el
Oceanworld de Manly). Como en la torre de Auckland también se puede hacer
Skywalk, pero de nuevo volvemos a pasar (demasiadas actividades pendientes
vamos dejando en estos países). Las ventanas tienen tres capas y la más externa
está cubierta con polvo de oro (menudo derroche). Los ascensores suben en 40
segundos los 76 pisos hasta el observatorio (no son muy grandes pero no vamos
muchos con lo que no hay ataque de pánico claustrofóbico por mi parte).
Decidimos ir a esta hora
porque el día está despejado, y aunque seguramente al atardecer puede ofrecer
una buena visión de la ciudad iluminándose poco a poco, es complicado saber por
dónde estaremos y lo bien o mal que nos vendrá volver aquí.
Como esto va de vistas vamos
con ellas:
Por supuesto, la Sydney Opera House, semiescondida, y el Harbour Bridge. El edificio octogonal en primer plano es la Chifley Tower.
La impresionante e infinita
bahía, con su sucesión de calas e islas
Darling Harbour con el
Pyrmont Bridge y al fondo el Anzac Bridge.
Hyde Park con el Anzac War Memorial. A la izquierda el Australian Museum, con la mayor colección de
historia natural del país, que está considerado uno de los mejores museos de
esta clase del mundo (no hay tiempo para visitarlo).
Sydney Cricket Ground (derecha) y Aussie Stadium (izquierda).
Lo que decidimos al bajar de
la torre es hacer una reserva en uno de sus restaurantes giratorios, hay uno
buffet y otro a la carta, preferimos el segundo, estar sentados y atendidos que
estar pendientes del buffet y levantarnos, que por la noche seguro que
estaremos cansados.
Si hemos estado en el
restaurante giratorio de New York, The view, en el restaurante giratorio Orbit de la
Sky Tower de Auckland, teníamos que probar este también, y no porque alguno de
ellos se caracterice por su alta gastronomía sino por sus altas vistas de las
ciudades iluminadas. En esta colección de torres de comunicación y restaurantes giratorios, en 2014 incluiremos la famosa y alta CN Tower de Toronto.
Se puede elegir entre un menú de dos o tres platos y aunque la gastronomía australiana no haya sido impresionante en general, se puede comer bien aunque algo caro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario