30 de marzo de 2015

Canadá - Ottawa - Confederation Park - Confederation Square - Château Laurier - National War Memorial - Valiants Memorial


In Memoriam

Desde el Musée Canadien de l'Historie vamos en el autobús hasta el hotel en que estaremos alojados solo esta noche, Lord Elgin, muy bien situado; nuestra habitación es standard, algo pequeña pero cómoda. Tras recibir las maletas, algo de orden y concierto en nuestros cuerpos y ropas, comenzamos a explorar la ciudad en el poco tiempo que disponemos.

Frente al hotel, con cierto aspecto de château (nos recuerda remotamente al Hotel Plaza de New York) se encuentra el pequeño Confederation Park, hacia el que nos dirigimos atraídos por un monumento que vemos. 


El monumento, realizado por Noel Lloyd Pinay, es el National Aboriginal Veterans Monument, dedicado a los aborígenes canadienses que perdieron su vida en las guerras mundiales, en la Guerra de Corea y en las misiones de paz. 


Además de las figuras humanas, destacan las de animales representativos de la fauna canadiense, y muy ligadas al desarrollo, al mantenimiento y a la cultura indígena: un águila (supongo que la americana o águila calva), un oso, un bisonte, un wapití y un lobo. 


También tenemos la suerte de ver un típico tótem en el parque, el Kwakiutl Totem, donado por los indígenas nativos de British Columbia para conmemorar el centenario de la unión de esta provincia a Canadá, que tuvo lugar el 20 de julio de 1871. Fue realizado por Henry Hunt, un indio kwawkewith. 


En el centro del parque hay una fuente dedicada al Coronel John By, el autor del Canal Rideau, que fue trasladada desde Londres, concretamente desde Trafalgar Square, donde había estado de 1845 a 1948. 


Hacia detrás dejamos la First Baptist Church, construida en 1877, y frente a ella, el City Hall. 


Nuestros pasos no se dirigen hacia atrás sino hacia delante, continuamos por Elgin St en dirección al río Ottawa, pasando junto al National Arts Center, donde entre otros espectáculos estaban a la venta las entradas para la obra de Oscar Wilde, La importancia de llamarse Ernesto, que se representaría a partir de finales de octubre.

El edificio fue construido en 1969 en estilo brutalista por el arquitecto canadiense Fred Lebensold, que también diseñó el teatro Salle Wilfrid Pelletier de Montréal. El complejo comprende tres hexágonos entrelazados, y posee tres escenarios: uno para ópera, otro para teatro y otro para producciones experimentales. Sus formas rahora nos ecuerdan lejanamente a la bonita  Federation Square de Melbourne, pero le falta su colorido, alegría y su luz, y eso que nosotros tuvimos días lluviosos en esta ciudad australiana (los recuerdos son libres de asociarse en cada cerebro). 


Junto al National Arts Centre, casi en la esquina de Elgin St con Albert St se encuentra la estatua en homenaje al genial pianista y compositor de jazz Oscar Peterson, nacido en Montréal; sus teclas están bien retoqueteadas por los paseantes. Acompañemos con su música, Laurentide Waltz de la obra Canadiana Suite.



Elgin St termina en Confederation Square, rodeada de importantes o llamativos edificios que iremos viendo de izquierda a derecha. En la esquina de Elgin con Queen St, el curioso Central Chambers, que en fotografía parece una fachada pintada y no real. Está construido en estilo Queen Ann Revival y fue utilizado originalmente por la Canadian Atlantic Railway.


A continuación hay un edificio de menor altura y en la siguiente esquina, en la peatonal y comercial Sparks St, el edificio utilizado por la Canadian Pacific Railway, el Scottish Ontario Chambers, frente al que se alza el edificio de la Central Post Office



Cerrando este lado de la plaza, con fachada principal a Wellington St, Langevin Block, frente a Parliament Hill y al East Block, utilizado por oficinas del Gobierno, teniendo incluso el Primer Ministro un añadido a su despacho en el Central Block (mucho espacio necesita este primer ministro). Fue construido en 1889 en estilo Segundo Imperio, en contraposición al neogótico de los Parliament Buildings


Este lado izquierdo de la plaza ya está recorrido, ahora pasemos al derecho, donde junto al canal Rideau se levanta el Château Laurier


El cháteau, un hotel, fue construido por la compañía de ferrocarriles Grand Trunk en 1912, siguiendo los modelos de la Estación Viger de Montréal y el Château Frontenac de Québec, imitando un castillo francés. Como curiosidad, los muebles con los que iba a ser decorado viajaban en el Titanic, junto con el dueño del hotel (ya sabemos cómo terminaron desgraciadamente). Para disfrutar más de su arquitectura hay que bajar al canal Rideau. 


La primera persona que firmó en el registro de huéspedes fue el primer ministro sir Alfred Laurier, del que recibe el nombre el hotel. En esta ocasión pasamos solo al vestíbulo, que también es menos sorprendente, lujoso y llamativo que el Château Frontenac de Québec, aunque cierto es que curioseamos bastante menos. 



La construcción del hotel estuvo pareja a una estación de tren de grandes aires también, de estilo neoclásico, pero el edificio que la albergaba ya no tiene la misma función, ahora es el Government Conference Centre


En el centro de la plaza se encuentra el National War Memorial, un arco de granito de 21 m de altura, coronado por figuras de bronce simbolizando la paz y la libertad, además de figuras de soldados, con cañón incluido (a la paz con las armas). 



El memorial fue erigido para conmemorar la finalización de la Primera Guerra Mundial, pero como el devenir humano parece ser la guerra una y otra vez, posteriormente se añadieron las fechas de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra de Corea, conflictos en los que el ejército de Canadá intervino militarmente (ateniéndonos a la actualidad, veremos si siguen ampliándose las fechas). 


El monumento es el centro de las ceremonias que anualmente tienen lugar durante el Remembrance Day, que se celebra el 11 de noviembre. Tristemente el monumento ha sido hace poco noticia, el 22 de octubre de este año, por un atentado perpetrado por un islamista contra los soldados que lo custodian junto a la tumba del soldado desconocido, muriendo uno de ellos. 




Detrás del National War Memorial, en la continuación de esta plaza central, se encuentra el Valiants Memorial, con nueve bustos y cinco estatuas de personajes importantes en la historia de Canadá.

En primer término, el conde de Frontenac, Gobernador General de Nouvelle France a finales del siglo XVII. 


Charles de Salaberry, oficial del ejército británico que participó en la guerra con los Estados Unidos Unidos en 1812 por el dominio de Canadá. 


Laura Secord, importante también en la guerra de 1812, que caminó 32 km en la península del Niágara para avisar de la llegada de las tropas estadounidenses y prevenir a los británicos. 


Joseph Brant, Thayendanegea, caudillo de los mohawks, que provocó la ruptura de la Confederation Iroquesa al ponerse a favor de los británicos y contra los norteamericanos. 


El paseo por Elgin St y sus lugares:



25 de marzo de 2015

Canadá - Ottawa - Musée Canadien de l'Historie


El arte constructivo

Desde Parliament Hill vamos en el autobús del tour hasta el Musée Canadien de l'Historie, situado en Gatineau, provincia de Québec, por lo que es más apropiado su nombre en francés. Directamente entramos al vestíbulo, aunque la intención no es visitar el museo, y desde aquí obtenemos una panorámica maravillosa del Grand Hall, un espacio ovalado acristalado, lo que le da una generosa luminosidad y con altas columnas, muy amplio y realmente precioso. 



La forma de este hall se asemeja a la de las canoas indígenas, la rabaska en la que remamos en el lago Côme y es que en el hall se contempla el arte y la cultura de los pueblos indígenas de la costa noroeste canadiense, con un maravilloso bosque de tótems, al que no accedemos, podríamos hacerlo si en este momento nos separamos del grupo y emprendemos la visita del museo y la ciudad por nuestra cuenta, pero tras una valoración consensuada decidimos no hacerlo, si entramos nos perderemos por sus salas y no tendremos tiempo de conocer un poco la ciudad en el poco tiempo que tenemos disponible. Este hall es una maravillosa declaración de intenciones, y una oferta muy atractiva para visitar el museo. 



Salimos al exterior del museo, para contemplar por un lado, la arquitectura de los dos edificios que componen el museo, que es un modo de conocer la historia topográfica de Canadá, ya que se trata de una representación arquitectónica del país cuando los humanos llegaron hace más de 15.000 años, en la época que los glaciares comenzaron su retraso (de ahí la existencia de las terrazas por las que desciende el agua y el pequeño estanque). Fue diseñado por el arquitecto métis Douglas Cardinal, siendo inaugurado el museo en 1989. La visión más completa de los edificios se obtiene desde Parliament Hill




El edificio que aloja la exposición, donde se sitúa el Grand Hall, es una representación del derretimiento de un glaciar. En su interior también aloja el Children’s Museum, un cine IMAX y un teatro. 





Junto al edificio de las exposiciones se encuentra el destinado a la administración, conservación y almacenes, con unas terrazas serpenteantes, que simbolizan los afloramientos rocosos de la prehistoria que fueron modelados por la acción del viento, la lluvia y el hielo, el famoso escudo canadiense; a mí me viene a la memoria la obra de Gaudí en las curvas, como las de la preciosa Casa Milà en Barcelona. Además parece ser que la ausencia de esquinas se debe a la creencia algonquina que sin ellas se aleja a los malos espíritus. 




Entre ambos edificios hay una gran terraza en la que en 1995 se instaló un jardín zen, que nos trae memorables recuerdos de Kyoto, como los jardines que por ejemplo vimos en el templo de Daituki-ji, pero que por supuesto no fueron los únicos. Fue diseñado por el paisajista y monje budista zen, Shunmyo Toshiaki Masuno. Sin comprender los jardines zen tal y como son concebidos (mi cerebro no da para tanto), lo que siempre producen es paz y tranquilidad, a pesar del tumulto de gente.



En una amplia terraza mirador están colocados unos paneles con los escudos y las banderas de las provincias y territorios que forman Canadá (me salté la provincia de Ontario), así como sus lemas, flores y pájaros simbólicos entre otros símbolos.



Desde aquí también se obtienen unas fantásticas vistas de la ribera del río Ottawa, las contrarias a las que teníamos desde Parliament Hill


Pont AlexandraPont Alexandra, National Gallery of Canada, las torres de la Cathédrale Notre Dame, y la figura de Samuel de Champlain en el Nepean Point. 



Château Laurier, Parliament Hill, destacando la Peace Tower del Centre Block, y por supuesto, la bonita Library of Parliament



  
Tras esto emprendemos el camino hacia el hotel, todavía cargamos las maletas en el autobús, pasando lo más cerca que haremos de la estatua de Samuel de Champlain


También pasamos junto a las cúpulas de vidrio de la National Gallery of Canada