12 de octubre de 2012

Corea del Sur - Seúl - City Night Tour



Noche sin luces

Después de nuestro tour guiado por la ciudad durante todo el día y tras nuestro paso por el mercado Namdaemun a las cinco de la tarde estamos en el hotel, nos damos la ducha vigorizante y decidimos que tenemos fuerzas para atacar de nuevo un paseo por la ciudad, no demasiado largo en pasos pero si en distancia ya que cruzaremos el río para acercarnos al centro neurálgico de la ciudad.

Lo primero es tomar el metro, que ahora lo hacemos con más seguridad. Es una ventaja tener una estación a la salida del hotel, si estuviera más lejos posiblemente costaría más dejar el placer del descanso y el frescor del aire acondicionado. 

Viajemos un poco en metro para conocerle mejor. El río lo cruza por los puentes, por lo tanto siempre hay luz, pero no sólo en estos trayectos, hay muchos sin agua que también son al exterior y son de agradecer, un metro con vistas es una alegría visual. 


En muchas ocasiones los vagones están continuamente comunicados, es un vagón sin fin. 


No sólo hay que buscar las señales de información hacia arriba, también se pueden encontrar hacia abajo, en el suelo.


Algo que me ha llamado mucho la atención es que en casi, y digo casi porque mis ojos no la encontraron en todas pero doy por hecho que sí están, hay “armarios” con máscaras antigás. Supongo que será por el episodio del gas sarín en Tokio o sencillamente por la posibilidad de un ataque norcoreano…el caso es que impresiona ver estos “armarios” preventivos.


Los pasillos pueden ser interminables, al girar la esquina te puede esperar uno mayor que el anterior. 


En el andén suele haber una pantalla donde comprobar dónde va el convoy de metro y el tiempo que tardará en llegar a la estación. 

En algunos vagones hay advertencias con dibujos de esos divertidos que tanto me gustan, en este caso para que tengamos cuidado con el bolso al entrar (había un dibujo con una mujer y otro con un hombre). 



Antes de tomar la salida es aconsejable mirar el mapa en el que se detallan todas ellas, porque la elección no es tan fácil como pueda parecer; aunque en caso de equivocación y tener que dar un rodeo grande por el exterior para cruzar, también se puede volver al metro y cruzarlo por abajo. 


Salimos en la estación de Gwanghwamun, en este punto es cuando paseamos por la avenida Sejong y sus museos bajo la estatua del rey.

Hace calor, pero la desaparición del sol nos da un respiro mientras hacemos tiempo para tomar un autobús que realiza un circuito por la noche seulita (10.000W; enlace), uno de los dos City Night Tour que ofrecen. En cada asiento hay una audioguía con cascos para ir conociendo más de los lugares por los que se pasa (en inglés por supuesto). 


Pasamos por Seoul Plaza pero su iluminación es más bien escasa para ser una plaza importante. 


Desde el autobús vemos la cúpula del edificio que aloja el Parlamento de Corea del Sur, localizado en la isla de Yeouido, aunque no es fácil hacer fotografías por los reflejos y el movimiento. 



En la foto superior a la izquierda se distingue una cruz iluminada en blanco, y no es la única que alumbra en Seúl y en el país, hay infinidad de iglesias cristianas y la particularidad de todas ellas es que las preside una cruz bien alta y bien iluminada, ya sea con luz blanca o roja o azul. 

Se cruzan varios puentes sobre el río Hangang, pero ninguno especialmente iluminado o llamativo. El skyline seulita tampoco nos ofrece una visión como para recordar, tanto por él mismo como por la oscuridad que presenta en líneas generales, aunque las fotos engañan en el caso de los puentes ya que al estar concentrada la foto en este punto parece más iluminado e importante de lo que nos pareció al natural y en el momento.




Algún edificio en la noche nos acerca lejanamente a Gotham City (mi imaginación siempre tiene cabida para encontrar el hueco cinematográfico). 


La fotografía del skyline vuelve a engañar como en los puentes, es más bonita que la visión natural de la ciudad, o eso me lo parece a mí. 


El faro de Seúl, la Torre Namsan iluminada, pero es bastante difícil conseguir una foto “sin que se mueva” y además conseguir un buen encuadre.



En el río hay barcos que realizan trayectos por el día y por la noche, que incluyen comida o cena. 


El tour no nos ha convencido, posiblemente nuestra visión de una ciudad iluminada no es la que nos hemos encontrado y por eso no es algo que recomendaría, pero como en esto del turismo cada uno tenemos nuestras propias ideas, puede que a muchos otros les convenza y les guste por eso ni lo recomiendo ni dejo de hacerlo, aunque posiblemente se le saque mayor partido, práctico y fotográfico al tour de día. Nosotros por lo menos lo intentamos y siempre acabamos encontrando la parte positiva, y es que aparte de ver lo poco que vimos nos reímos mucho.


Paseamos por Seúl nocturno un poco, paseando  un poco junto al arroyo Cheonggyecheon para terminar junto a la torre Jongno, en la que entramos para cenar en el restaurante que hay en el piso superior, para obtener vistas de la ciudad, aunque no son impactantes, como no lo ha sido este tour en autobús nocturno.