16 de octubre de 2012

Corea del Sur - Suwon - Fortaleza Hwaseong



A, ante, bajo, con, de desde, en, entre...las murallas

Hoy comienza nuestro viaje por Corea del Sur y con ello el trasiego de maletas y ropa. A las nueve de la mañana Kim y Sonia nos están esperando en la recepción del hotel. A Seúl ya volveremos al final para intentar conocer algunos lugares, que hemos dejado varios importantes pendientes, pero es hora de salir a ver que nos depara el país. 

Corea del Sur se divide en nueve provincias, incluida la isla de Jeju-do, y nosotros pasaremos por todas ellas, será como un picoteo del país. Podíamos haber pasado más días en algunas ciudades pero preferimos hacer esta toma de contacto por todo el país en lugar de detenernos en ellas con más profundidad, aunque ha sido bastante intenso el tour. 

Fuente: worldofmaps.net
 
Salimos de Seúl y afortunadamente el tráfico no es caótico para ser lunes, con lo que sobre la hora prevista llegamos a nuestra primera parada, Suwon, en la provincia de Gyeonggi-do, a 30 km al sur de Seúl y donde tiene su sede central la empresa Samsung. 


Un dato práctico para los que viajen por su cuenta es que la línea 1 del metro llega a Suwon, lo principal es fijarse bien en el ramal de la línea que hay que coger, ya que tiene dos, pero seguro que hay almas caritativas coreanas que en caso de tener dudas ayudarán.

Suwon es conocida como “la ciudad de la piedad filial” y originalmente se situaba a los pies del monte Hwasan, a unos km de la ubicación actual. Cuando el rey Jeongjo trasladó la tumba de su padre desde el monte Baebongsan al Hwasan, la ciudad se trasladó a los pies del monte Paldalsan, su situación actual.
  
Nuestra visita es a la Fortaleza Hwaseong o Suwong Hwaseong (1.000W). La fortaleza fue construida entre 1794 y 1796 por el rey Jeongjo para honrar a su padre, el príncipe Jangheon, que falleció antes de ocupar el trono ya que fue asesinado por intrigas de su propio padre, el rey Yeongjo, el abuelo de Jeongjo.

Jeongjo pretendió convertir Suwon en la nueva corte del reino pero no lo llegó a conseguir y a su muerte el poder continúo en Seúl. 

El recinto amurallado se edificó aprovechando las ondulaciones del terreno, con el objetivo de ser centro militar, político y comercial. Además, hasta el momento los palacios de la dinastía Joseon se dividían en una residencia para la vida diaria y una fortaleza para los tiempos de guerra, con Hwaseong ambas quedaban protegidas por la misma muralla. 

En su construcción se utilizaron rocas, arcilla y chondol, una especie de ladrillos, lo que la convierte en una estructura única, y por primera se utilizaron materiales realizados en serie. Trabajaron en ella 70.000 personas durante los 36 meses que se necesitaron para terminarla. 

Las paredes y los edificios que componen la muralla se habían derrumbado, principalmente durante la Guerra de Corea. Su restauración comenzó en 1975, y el 6 de diciembre de 1997 fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. 

El recorrido completo por la muralla es de 5,7 km. En ella hay un total de 48 construcciones: cuatro puertas principales, dos puestos de mando o jangdae, puestos de vigilancia o poru, una torre faro o bongdon, torres o chi, dos torres de observación o gongsimdon, puertas secretas o ammun, pabellones de descanso o gangnu, torres de puestos de guardia o jeokdae y torres de lanzamiento de ballestas o nodae. Cada una de estas construcciones tiene su panel explicativo, que al ser las mismas una y otra vez la información es casi la misma, cambiando el nombre y su situación geográfica. 


Lo primero es situarnos…en el mundo, aunque España se les olvidó.


Existen varias taquillas por las que entrar, nosotros lo hacemos al lado de donde sale un trenecito que circula por el exterior y algo del interior de la fortaleza, haciendo un recorrido que abarca algo menos de la mitad pero que puede ser de gran ayuda para ahorrar fuerzas; se puede utilizar para hacer la subida más fácil que bajar ya es otra cosa. Nosotros no lo cogemos, y además no le vemos, que hubiera estado bien porque su locomotora tiene una cabeza de dragón. 

Nuestra visita comienza al lado de DongJangdae o Yeonmudae, al noreste, que era un puesto de mando, aunque si no estuviera donde está situado y nos contarán su utilidad pensaríamos en un pabellón de descanso. Está construido en una pendiente elevada, controlando todo el campo abierto, lo que le convertía en un punto estratégico. Fue diseñado para observar los movimientos del enemigo alrededor de la fortaleza, y desde él se impartían órdenes a las tropas. También se utilizaba como lugar de entrenamiento para las artes marciales. 


Hacia el interior del segundo muro, en la explanada de la esquina noreste se halla un campo de tiro con arco, donde se puede practicar este deporte. 


Paseamos siguiendo las agujas de un reloj, el camino está bordeado por estandartes, supongo que de la dinastía Joseon y/o de la ciudad para llegar hasta DongbukGongsimdon (en la fotografía superior, el edificio del fondo), una atalaya de vigilancia de 6,8 m de altura con esquinas redondeadas, una base de piedra y una torre de ladrillos. En esta fortaleza se introdujo por primera vez este tipo de estructuras.  


La torre también es conocida como la Torre de Concha en referencia a su forma redondeada y a la escalera de caracol del interior, por la que se puede subir, y descubrir que el tejado en su interior está decorado con los colores dancheong

Las vistas desde arriba son un poco más amplias sobre la ciudad, pero tampoco se nota gran diferencia, subir es más que nada por entrar al edificio. A la izquierda se encuentra la puerta Changnyongmun y al frente el llamativo edificio de la catedral católica Jeongjadong. El recinto de la fortaleza, asombrosamente, está partido por una carretera.


DongbukBodae es una estructura elevada que se utilizaba para apostar los arcos más grandes, como el especial soenoe, que disparaba flechas múltiples utilizando pólvora (tengo la duda si es el singijeon que vimos en el palacio Deoksugung o en este caso es más arco y menos instrumento grande). La construcción se encuentra protegida por un parapeto semicircular. 



Changnyongmun es una de las puertas de entrada a la fortaleza, en este caso la puerta del este. 


La mejor visión de la puerta se tiene desde enfrente (desde Dongjangdae) y desde abajo.


Se puede entrar por la parte de arriba, para continuar el camino de la muralla, descubriendo su techo de madera y sus colores, por supuesto.



La palabra Changnyon se refiere al dragón azul del feng shui que señala el este y que se encuentra pintado en el arco de entrada del piso inferior. 


La muralla por el exterior tiene una curiosa ampliación que realiza una semicircunferencia abierta por un lado. 


Sobre el muro interior, a la izquierda de la puerta, hay una placa con los nombres de las personas que trabajaron en su reconstrucción.

De nuevo en el camino de la muralla se produce en ella una sucesión de un poru, un chi, un poru, un chi

Un poru es una estructura de madera construida en la cima de un chi o chiseong, que es una torre cuadrada que sobresale de la muralla de la fortaleza, y que servía como puesto de vigilancia, por eso lo de tener un techo. 

DongilPoru no tiene puerta delantera como la tienen el resto de porus de la fortaleza y se puede acceder a su interior, aunque en nuestro caso mejor no hacerlo para no molestar al durmiente. 


En el interior de la fortaleza la ciudad ha crecido a su antojo y presenta un gran contraste entre las construcciones de antaño y las actuales. Nuestros castillos no tienen una extensión tan grande como esta fortaleza, pero no me imagino a ninguno con casas en su interior.


Un chi es una torre proyectada al exterior de la fortaleza, que se situaba en la muralla a intervalos regulares, muy útil para atacar al enemigo que avanzaba cerca de ella. En Hwaseong hay diez, y su nombre hace referencia al faisán, un ave vigilante que se camufla del enemigo. Este es DongilChi



DongPoru fue el último de los porus en construirse, y la razón es que el terreno en el que debía asentarse era resbaladizo, con lo se tuvo que excavar y rellenar con capas de piedras amontonadas. En él se almacenaban gran cantidad de armas de fuego y explosivos, pudiéndose disparar desde arriba o desde abajo, estando preparado para lanzar artillería. 
Este poru tiene puerta, con el símbolo del yin y el yang, pero no se puede acceder a su interior. 


Desde la cercanía de DongChi se tiene una buena visión de la catedral católica Jeongjadong


En este punto hacia detrás dejamos Dongporu.


Hacia delante vemos Bongdon, una torre-faro donde siempre había un vigía al lado de las cinco chimeneas, desde las que se enviaban mensajes de humo por el día y fuego por la noche, tal y como vimos en la Torre Namsan. Una chimenea encendida mostraba el estado de paz; dos, la aparición de un enemigo; tres, el enemigo estaba cerca de la muralla; cuatro, el enemigo conseguía llegar a la muralla; y cinco, el enemigo atacaba y la guerra había comenzado. Desde el palacio en el interior de la fortaleza el rey podía ver las chimeneas para dar las órdenes precisas. 

La garita de los guardias de estas chimeneas tenía instalado ondol, un sistema de calefacción coreano para calentar el suelo y por ende las habitaciones; parecido a la gloria castellana utilizada en España. Estos soldados tenían esta comodidad dada la importancia de este puesto. 


A continuación hay un poru y un chi. Desde esta posición se ve el frontal de la catedral católica, que hasta el momento sólo hemos visto su fachada posterior. 


DongnamGangnu es un pabellón situado en una esquina de la fortaleza, con una excelente visión de larga distancia, porque el gangnu por lo general estaba construido sobre un lugar elevado. En tiempo de paz se utilizaba como un lugar de descanso y en tiempo de guerra como un puesto de mando. 


Tras DongnamGangnu comienza el camino de descenso de la muralla, aunque la cuesta en esta parte del terreno ha sido bastante leve. 


DongnamGangnu estaba destinado principalmente a la defensa de la zona de Namsumun, unas compuertas sobre el arroyo Suwoncheon, que han sido destruidas en varias ocasiones por las inundaciones y que es la zona en donde más se nota que es una reconstrucción. 


La teoría es que el paseo por la fortaleza casi ha terminado, y sólo hemos paseado por menos de la mitad del recinto amurallado, aparte de dejarnos dos puertas que consideraba importantes. Le preguntamos a Sonia sobre la posibilidad de seguir paseando, y mirando al frente hacia la escalera en subida por la montaña nos hará la pregunta comodín durante este tour, “¿Vd. Quiere ir?”, y la respuesta en todos los casos fue afirmativa, por lo menos vamos a intentarlo que hemos venido a Corea para ver. 

Entramos en la ciudad de Suwon para buscar el camino de continuidad por la muralla, pero nuestra guía debe ser la primera vez que lo hace y no tiene muy claro por dónde ir, así que pregunta a un buen ciudadano. 

Pasamos al lado de la puerta Paldalmun, la puerta del sur, que significa “caminos abiertos en todas direcciones”, una estructura sobre la que se halla un pabellón de dos pisos coronado por un tejado y que parecía impresionante, pero para nuestra tristeza se encuentra en una profunda rehabilitación como lo estaba Namdaemun en Seúl.  


Lo primero que hacemos es comprar mul (agua), que el calor aprieta, el sol cae vengador y esa subida necesitará recompensa.


La muralla sigue teniendo su alternancia de chi y de poru, pasamos al lado de Namchi y Namporu, siempre señalizados. 

Yo personalmente llego asfixiada a la cima, y cuando me siento a la sombra de un árbol ejecuto mi ritmo del agua: una botella para beber y otra para refrescarme el cuerpo ante la mirada atónita de Sonia. Si este calor y esta humedad no me ha matado en este viaje será porque bicho malo nunca muere.


Los escalones terminan en la posa de Seonamammun, la puerta secreta del suroeste. Una posa es un puesto de vigilancia, desde la que en caso de ataque se enviaban señales de aviso, bien ondeando una bandera o disparando un cañón. 


Una ammun es una entrada de la muralla que se encontraba semiescondida, fuera de la vista del enemigo, que se solía usar para el paso de personas, animales y principalmente para el suministro de municiones durante la guerra. En Hwaseong hay cinco de estas puertas. 


Nos saltamos el camino que conduce a SeonamGagnu, no sé si se encuentra antes de llegar a la puerta o es continuar el que sale pasándola, porque nosotros la pasamos, eso lo recuerdo, pero no sé el motivo de no continuar, supongo que nos dejábamos llevar por Sonia y no mirábamos el mapa de la fortaleza, que suele ser lo más efectivo. 

Continuamos el camino, ya en liso o de bajada afortunadamente, con la compañía de los árboles aunque cobijo directo no proporcionaban. 


A la derecha un camino conduce a un altar, supongo que por los grabados que se ven dedicado  a los caídos por la independencia. 


La muralla continúa con Seosamchi y Seoporu (en la fotografía).


Llegando a la cima del Paldalsan nos anuncian que la fortaleza es Patrimonio de la Humanidad. 


Frente a Seoporu se halla el pabellón que aloja la campana Hyowon de la piedad filial. La campana resuena en nuestros corazones y expresa los mejores deseos de los ciudadanos de Suwon para las familias y la nación. Por 1.000W se puede tocar tres veces (una o dos personas): el primer toque muestra la gratitud y el respeto a los padres; el segundo toque desea la salud y la armonía de la familia; y el tercero el deseo de la realización de nuestros sueños. Los buenos deseos tienen su precio.


Seoammun es otra puerta secreta, que en este caso nos parece mucho más secreta que la anterior Seonamammun, ya que aprovecha el terreno en descenso y realmente queda oculta en la distancia. 


Las vistas de Suwon nos ofrecen en la lejanía el estadio del mundial de fútbol y otro pabellón de la campana, en este caso situado en el centro de la ciudad, lo que refleja el afán del rey Jeongjo de instaurar la capitalidad aquí ya que estos pabellones sólo se establecían en las ciudades capitales. En la parte de la izquierda se ve como la ciudad se ha ido extendiendo y construyendo sus edificios en las torres típicas de viviendas.

El Mundial de Fútbol, y las Olimpiadas los tienen muy presentes, y los españoles el primero también.


SeoJangdae es el otro puesto militar de la fortaleza junto a Dongjangdae, que también recibe el nombre de Hwasegon Jangdae y está situado en el punto más alto del monte Paldalsan. Aquí el rey Jeongjo se dirigía a su ejército cuando visitaba la tumba de su padre, ya que obtenía una gran vista de la fortaleza (en nuestro caso la reconstrucción parcial de la misma está tapada por los árboles y tanto en la subida como en la bajada no miramos demasiado para situarla). La inscripción del pabellón fue realizada por el mismísimo rey Jeongjo.


Detrás de Seojangdae se encuentra SeoNodae, una construcción de forma octogonal desde la que se podían lanzar múltiples flechas al enemigo, además con una amplia visión al encontrarse en un punto alto. 


Empezamos el descenso del monte, y la muralla sigue con la alternancia de chi, poru y chi.

 

SeobukGangnu es otro de los pabellones de puesto de vigilancia, situado frente a la ladera del monte Sukjisan, y cercano a la puerta Hwaseomun. El primer piso está equipado con sistema de calefacción ondol.

Hwaseomun es la puerta del oeste, la de entrada desde las regiones costeras de este punto cardinal, con un pabellón sobre ella como todas las puertas principales del país.



La puerta está rodeada por un muro de piedra semicircular llamado Ongseong. 


La muralla desde la puerta continúa hasta SeobukGongsimdon, cuya finalidad era defender de los posibles ataques a la puerta Hwaseomun. Tiene tres plantas, la inferior realizada en piedra. Su interior está vacío para permitir el movimiento de los soldados a través de las escaleras en caso de guerra. 


Cuando el rey Jeongjo visitó la fortaleza en julio de 1797, mirando este edificio dijo orgullosamente: “Por favor, disfrutar de esta construcción, pueblo mío, la primera en nuestro país”. Por su forma arquitectónica y el uso de los materiales de construcción ha sido designado Tesoro Nacional. 


Se rompe la alternancia de poru y chi, con dos porus seguidos. BukPoru (fotografía) y BukseoPoru.


BukseoJeokdae aloja en su interior un cañón, dando más sensación de fortaleza, y protegía la puerta cercan de Janganmun.


Janganmun es la puerta norte y una de las mayores de la fortaleza, que afortunadamente para nosotros no está en proceso de rehabilitación, ya está rehabilitada y perfectamente visible en su grandeza.


La palabra jangan tiene dos significados: ciudad capital y bienestar de la gente. La puerta está decorada y sobre sus dos tejados destacan recortadas las figuras de los wenshou.


La puerta está protegida por el muro defensivo en semicírculo onseong


Hacia el otro lado de la puerta, otro jeokdae la protege con otro cañón, BukdongJeokdae, al que siguen Bukdongchi (en la fotografía) y Bukdongporu


Hwahongmun, que significa “hermoso arco iris de colores”, es otra puerta situada al norte, ahora sobre el arroyo Suwoncheon, con siete arcos que permiten el paso del agua del arroyo y un pabellón. No es tan espectacular como la anterior, Janganmun, pero su especial situación sobre el arroyo, y eso que no corre gran cantidad de agua le confiere un halo muy especial.


La muralla vuelve a tomar un camino ascendente para llegar a DonbukGangnu, que también recibe el nombre de Banghwasuryunjeong, con una buena posición estratégica y un bonito paisaje a su alrededor, con lo que se convirtió más en un lugar de fiestas que de batallas. 


Nuestra visita termina al lado del arroyo, nos ha quedado muy poco tramo de muralla por recorrer y para llegar al punto de partida, en Dongjangdae, pero nuestro transporte ya nos está esperando, lo que iba a ser una visita de una hora se ha convertido en dos por haber subido el monte Paldalsan y por supuesto no nos da tiempo a ver la reconstrucción que se ha realizado ya del palacio Hwaseong Haenggung, donde se han filmado varios dramas y películas de ambiente histórico.

Desde Seúl se puede hacer una excursión de día completo a Suwon y darse un buen paseo por sus lugares históricos, sin dejar ninguno pendiente, creemos que merece la pena e incluso afrontar la subida al monte Paldalsan. No son grandes construcciones en general, aparte de las grandiosas y magníficas puertas, pero es una importante toma de contacto histórica con el país y sus construcciones militares, ya que las palaciegas se concentran principalmente en Seúl.

Sobre el arroyo Suwoncheon una curiosa fuente esparce sus chorros. 


Durante el paseo hemos conocido oficialmente a la flor nacional de Corea, la rosa de Sharon o Hibiscus, de nombre coreano mugunghwa, que proviene de mugung, palabra que significa inmortalidad, y que pretende reflejar la naturaleza imperecedera de la cultura coreana, así como la determinación y perseverancia del pueblo coreano, ya que la flor es muy resistente, soportando plagas de insectos (esto ya no sé si es una metáfora demasiado hiriente para los países que han intentado someter el país).