6 de octubre de 2011

Australia - Sydney - King Cross - Alamein Fountain - Darlinghurst - Oxford St


Arco iris en Sydney 

Desde Elizabeth Bay por Maclealy St nos adentramos en el barrio de King Cross, que leyendo la guía como que no apetecería entrar en él: “el barrio chino de Sydney, una extraña mezcla de prostitución, crimen, tugurios de destape, discotecas, locales de comida rápida y drogas duras, con algún que otro hotel internacional…”. Pues aún así el barrio es curioso y sobre todo se nota que la vida circula por sus calles. 

A principios del siglo XIX era un buen barrio, de grandes propiedades, pero durante la década de 1930 se extendió el toque bohemio con alcohol, y tras la guerra de Vietnam llegó el libertinaje y la prostitución, perdiendo sus orígenes de alcurnia, pero a estas horas de la tarde no encontramos casi nada de lo mencionado, que algunas cosas más que verse se anuncian en neón.

La calle desemboca en la Alamein Fountain, que es un punto de reunión de la zona. Fue construida en 1961 para conmemorar el papel del ejército australiano en Tobruk, Libia (ayer y hoy de la mano), y la batalla de El Alamein, Egipto, durante la Segunda Guerra Mundial. Parece que su funcionamiento es tan errático que la llaman la fuente de “me quiere, no me quiere”. 


Una muestra de los locales destinados al sexo (ante este anuncio ¡cómo no hacer una foto!, Porky’s the film fue un hito para una generación de jóvenes).


Desde la fuente tomamos Darlinghurst Road, entrando en el barrio homónimo de Darlinghurst, que es como una pequeña Little Italy con sus cafés, pero nosotros vamos realmente de paso, se ha hecho tarde, visitable no hay nada y decidimos no callejear como nos gusta. En el cruce de Darlinghurst Road con William St un rótulo luminoso al que han hecho famoso, lo comparan con el de Hollywood de Los Angeles, pero la realidad es que no tienen nada que ver, y que no hay nada como el “boca a boca” para que circulen las noticias y se hagan famosos los anuncios.



Nos topamos con una escultura urbana, son como albóndigas negras preparadas en brocheta -admito sugerencias e incluso un tirón de orejas ante mi dejadez en esta ocasión frente al arte urbano-).
 


No falta en el barrio una lavandería, eso sí, señalizada como si fuera una tienda de modas de postín.


Ni tampoco su iglesia, la anglicana St John’s Darlinghurst, hay trapos que se lavan de otra manera. 


La última parte de Darlinghurst Road está delimitada por el largo muro de la Old Gaol, una antigua cárcel que ahora es el National Art School. Como casi todo lo construido en la ciudad, la cárcel también fue construida por los presos. Lindando con ella y conectada con pasajes subterráneos se halla la Darlinghurst Court House


Darlinghurst Road desemboca en Oxford St, una vía principal y de las más largas de la ciudad, con cantidad de locales de todo tipo: cafés, librerías, bares de striptease, galerías de arte, tiendas de ropa... Comienza en el sudeste de Hyde Park y llega hasta el Centennial Park, y por ella discurre el desfile de Mardi Grass en febrero-marzo, el desfile de gays y lesbianas de la ciudad, con gran afluencia de público.


Hacia el Centennial Park se extiende el barrio de Paddington, que se caracteriza principalmente por sus casas victorianas con balcones de hierro forjado, pero no son horas de adentrarse en él, dentro de poco comenzará a anochecer, no veríamos nada y nos dificultaría la vuelta. 

En el cruce de Oxford St con Barcom Avenue se localiza el antiguo Hotel Albury, ahora cerrado como tal, donde se rodaron varias escenas de Priscilla, reina del desierto, pero como no sabíamos el aspecto exterior del hotel pensamos que era cualquiera de los dos más clásicos y de fachadas más interesantes, resultando ser el más anodino exteriormente y al que no hicimos foto. 


Continuamos por Oxford St hasta su cruce en Hyde Park y por el borde sur de este llegamos a la estación del City Circle, lo que vendría a ser el metro pero siendo más grande el interior de los vagones, de dos pisos, ya que es más tren que metro. 


En las paredes un chiste “graciosillo”.