1 de octubre de 2019

Botswana - Delta del Okavango - Paseo en mokoro

Navegando en modo africano

Mäs que un safari, que puede ser si te encuentras con animales, y estás en su hábitat, es un paseo para disfrutar, una excursión con una embarcación africana, un mokoro, que es una canoa. 


La principal diferencia del mokoro, conducido por Tolen, el rastreador del vehículo a motor, con la barca a motor  es la tranquilidad, todo es más plácido y no hay ruido de dicho motor. Lo único que estás a más a merced de los animales acuáticos, aunque supongo que intentarán coger rutas menos transitadas. 

El paisaje es magnífico y acompaña la tranquilidad, y mi charla en inglés chapurrero con Tolen y su inglés chapurrero; nos entendemos a la perfección. 


 
Pasamos bajo el puente sobre el agua que conduce al lodge. 


Hemos salido dos embarcaciones, la otra va con una pareja de españoles que han llegado a mediodía, parece que al final en este viaje no solo hablamos inglés. 


Tolen encuentra una pequeña rana, pequeña pequeñísima, que es capaz de cogerla con el loto donde está posada para enseñármela, pero no me dio tiempo a fotografiarla. Una pasada de pequeña y de verde, pero sobre todo, de detalle de Tolen, tanto conmigo como con la delicadeza con la que trató a la ranita.

Hacemos un pequeño alto para tomar un refrigerio, que puede ser hasta un gin tonic, llevan un arsenal de bebida y algo de comida y picoteo. Me hubiera gustado departir algo más con los conductores de los mokoro, pero al final salió ganando el español, porque creo que Tolen, al igual que había hecho durante este trayecto con la rana y contándome cosas de su vida en el delta -ya que él ha nacido aquí-, nos hubiera enseñado mucho, y nuestras cosas españolas podían haberse comentado durante la cena, pero la situación era extraña y no podíamos cortar la conversación de los recién llegados. 


Terminado el "descanso" emprendemos la vuelta, para lo cual volvemos a pasar por debajo del puente de madera, que en ese momento estaba siendo cruzado por una familia de babuinos. Una preciosa imagen. 



La escena en vídeo:



Comienza el atardecer y su sinfonía de colores, que además va acompañado por los cuartos traseros de un elefante. De nuevo, una foto preciosa, aunque el plano principal sea un grandísimo trasero. 


Esta es la magia de la luz, que todos aquellos que hemos tenido la suerte de visitar África no olvidaremos jamás. 



Y un pequeño vídeo para disfrutar de esta magia: