10 de febrero de 2017

EEUU - Las Vegas - South Las Vegas Boulevard (The Strip) - New York, New York



Una parada en New York
 
En nuestro paseo anterior nos habíamos quedado en el cruce de The Strip con W Tropicana Avenue, a nuestra derecha la fantasía del Excalibur y a nuestra izquierda, el pasado glorioso del Tropicana. Cruzamos por los pasos elevados, muy útiles y que además ofrecen buenas vistas de The Strip, para llegar hasta el comp0lejo del New York New York, Fue inaugurado en 2007, siendo el primer hotel temático de la ciudad, al que no le falta de nada (aunque también se podría escribir que le sobra de todo). 

Por el día parecen más ficticios de lo que son, como si en cualquier momento se pudieran plegar y guardar en una caja. ¡Cielos!, el Empire, el Chrysler, la Estatua de la Libertad, el edificio de Ellis Island, el Municipal Building... Para empezar, creo que hemos estado al punto de colapso visual y de risa, no hemos venido lo suficientemente preparados para el espectáculo de Las Vegas, nos resulta "más peor" de lo que imaginábamos.



No nos resistimos a entrar, con bastante miedo ya que es nuestra primera visita a un hotel casino temático; y es que por la noche todos los gatos son pardos o muy pero que muy oscuros a pesar de su poderosa iluminación, ¿A que gana mucho en la noche?


Nos faltaba la música de Frank Sinatra para hacer una entrada triunfal y estar más ambientados, pero no fui lo suficientemente previsora.



En el exterior, el puente de Brooklyn. 




Pepsi Cola, Starbucks y el emblema de la ciudad, I love NY NY, ¿se puede pedir más?



El interior está decorado como las calles y barrios de la ciudad, esos que tanto nos gusta pasear una y otra vez: Broadway, Chinatown, Greenwich Village (ahora conocido como West Village) y Little Italy, ¿se parecen a la realidad?, pues va a ser que no, tiene sus detalles como para hacerlos reconocibles pero poco más, y no me pierde mi amor declarado por la ciudad. 



Como durante nuestra visita nos dio la hora de cenar, en la zona del West Village entramos en uno de sus restaurantes, Broadway Burger Bar & Grill, con una decoración simpática, algunas paredes con los típicos azulejos blancos del metro. Como el día ha sido largo y cansado, tras la noche pasada en el aeropuerto de Dallas, entramos temprano y no tuvimos dificultad en encontrar mesa.



Unos clásicos para comer, hamburguesa de ternera y hamburguesa de pollo, ambas acompañadas por unas pésimas patatas fritas, pero la hamburguesa no estaba mala (que no quiere decir que fuera exquisita, pero mejor que en las típicas cadenas por todos conocidos). 



Lo más llamativo de su interior es que desde él parte una montaña rusa, Big Apple Coaster, desde la que tener vistas del propio complejo y algo de la ciudad, aunque esto es para aquellos que se puedan concentrar en mirar alrededor, y cuando no se esté boca abajo; no nos pareció tan atractiva -como era mi intención inicial- como hacer el recorrido, aunque lo mejor de ella son los vagones, como los antiguos taxis amarillos de la ciudad. 



Con el precioso edificio Chrysler podían haber tenido mayor consideración, porque no se parece en nada, aunque su exterior si es reconocible (solo faltaría que no lo hubieran hecho medianamente bien). 



Hay tiendas y por supuesto está el casino, al que no hacemos fotos, como no las haremos casi en ningún casino, para evitar sacar a personas en ellas, el anonimato es primordial. 




Una réplica del News Building, que tiene un mural art déco en su fachada, aunque la original no presenta este colorido, está realizado en piedra tallada, y el grupo de personas no se ajusta al real ¿están prohibidas las réplicas?



En el exterior, al fondo el Empire State Building, y al frente la Estatua de la Libertad, tras la cual se encuentra el Museo de Ellis Island, el centro de inmigración por donde pasaron millones de personas en busca del sueño americano y de una vida mejor (malos tiempos para la inmigración en estos momentos, el sueño americano se ha hecho pedazos, aunque ya estaba sobrevalorado y fragmentado con anterioridad). 



Junto a la estatua hay una placa en recuerdo del 11-S, con una declaración patriótica y solidaria. 



Por supuesto no falta el edificio de Grand Central Terminal con su poderoso grupo escultórico.