2 de agosto de 2014

Irlanda - Dublín - Four Courts - Pub The Porter House - Custom House



Sláinte Dublín!



Desde St Michan's Church bajamos por Church St hasta alcanzar la orilla norte del río Liffey, Inns Quay, y caminamos por ella de camino al hotel, volvemos a pasar por el edificio de Four Courts

El edificio fue construido en 1796 por James Gandon y fue prácticamente destruido 120 años después, durante la guerra civil irlandesa, a causa del bombardeo ordenado por el Gobierno contra los rebeldes. La adyacente Oficina del Registro Civil fue destrozada por el fuego, con la documentación histórica y legal que se remontaba al siglo XII (y es que si las guerras no entienden de vidas humanas poco van a entender de papeles históricos). Hacia 1932 se restauraron los edificios principales siguiendo los planos originales de James Gandon. 
El Supreme Court de Melbourne se construyó inspirado en este edificio dublinés. 

Seguimos caminando por Inns Quay, pasamos al lado del O’Donovan Rossa Bridge, desde el que se ve la Christ Church Cathedral
A lo lejos se ve el edificio de Custom House, lo hemos visto de lejos en varias ocasiones pero todavía no de cerca. 

Caminamos por el siguiente quay, Ormong Quay Upper, hasta el Graham Bridge, por el que cruzamos y entramos en la ya conocida calle de Parliament St, donde se localiza el edificio Sunlight Chambers, es hora de hacer un alto para refrescarnos, por si no nos habíamos quedado fríos en la cripta de St Michan's Church, y para una urgencia urinaria (a punto de intoxicar el río si no paraba en algún lugar). 
Entramos en el pub The Porter House, pub en el que no es típica la Guinness, ellos tienen sus propias cervezas, entre ellas la Porter Red, que en realidad no es red, y además un amplio surtido de cervezas de todo el mundo, incluso descubro una vasca que no conocía, creo que su nombre era Pagoa

El lugar es coqueto, todo de madera, entre clásico y moderno; en varias de sus paredes una colección inmensa de botellas, de cerveza por supuesto. 

Al ir a pedir mi marido las cervezas, se enrolla con el camarero, porque claro elegir sin conocer no está bien, así que vuelve con una cata de tres cañas por 5€: una ale, la porter red y una stout (tipo guinness). Me gustaron las tres y podríamos haber realizado otra ronda u otra cata diferente, pero no queríamos terminar como la noche anterior, por muy feliz que fuera.

Caminamos todo el Quay de la orilla sur hasta llegar frente a Custom House, la antigua aduana de Dublín, construida en 1771 por James Galdon, con la suerte de encontrarla iluminada. El lugar sobre el que se levanta señalaba el límite efectivo de la navegabilidad del río Liffey. A los nueve años de su terminación, el Decreto de Unión de 1800 transfirió a Londres todos los asuntos relacionados con aduanas e impuestos, dejando el edificio sin finalidad alguna. En 1921, los partidarios del Sinn Féin celebraron su victoria en las elecciones prendiendo fuego al edificio al considerarlo símbolo del imperialismo británico, tardándose cinco días en sofocar el incendio. En 1926 comenzó su restauración, que no terminó hasta 1991, albergando actualmente oficinas de la administración. 

Su fachada presenta un pórtico dórico sobre el que se sitúa el escudo de armas de Dublín y tiene como decoración  catorce cabezas que representan los ríos de Irlanda y el Océano Atlántico, siendo una obra del escultor dublinés Edward Smyth; pero yo no soy capaz de ver si están escritos los nombres y así por las caras no reconozco ningún río, aparte de que sólo conozco los ríos de Dublín. En la fachada norte las figuras simbolizan a Europa, África, América y Asia. La cúpula mide 38 m de altura. 


Cruzamos de nuevo el río para alcanzar la orilla sur del mismo, lo hacemos por el Butt Bridge cuando ya va cayendo la noche; al fondo se divisa el puente ferroviario. 

Vamos a Poolbeg St donde se encuentra un pub que tiene la fama de servir una de la mejores Guinness de la ciudad, Mulligan´s. Nosotros no pasamos a comprobarlo, hoy no toca una extra ronda de cervezas, pero como dato, en este pub se rodó una escena de la película Mi pie izquierdo, yo me acerqué por si podía echar un vistazo pero mi altura no me lo permitió.  

El recorrido:


 

La última mañana que pasamos en Dublín realizamos pocas visitas, que ya he ido contando por aquello de agrupar las zonas y que quede más fácil y lógico a la hora de programar una visita en la ciudad. El tiempo restante lo dedicamos a compras, por ejemplo un anillo de Claddagh, que se entrega como símbolo de amistad o de amor; son dos manos (amistad) sosteniendo un corazón (amor) y sobre ellas una corona (lealtad). Por supuesto asociado a una leyenda que puede tener tintes históricos.
En el hotel nuestro transfer al aeropuerto ya nos está esperando, exceso de puntualidad irlandesa. En el trayecto entablamos una conversación con el chófer, muy simpático, y al llegar al aeropuerto hasta bajó con nosotros para enseñarnos la cola de facturación rápida o la cola donde no hay que facturar.
Al pasar el control de policía nos paran, algo en la maleta de mi marido es sospechoso, y no es nuestra ropa sucia, se trata de un mechero souvenir que compramos en la Guinness Storehouse, yo sonrío y le digo a mi marido: "The remember" (hablo como pienso, aunque sea de coña), el policía sonríe y lo deja dentro de la maleta. 
Hora de embarcar, con algo de retraso y de vuelta a casa, nuestra aventura dublinesa toca su fin. Vuelo correcto nuevamente y llegada a Barajas con normalidad. 

¡¡Sláinte!! (¡Salud! en gaélico, vamos aprendiendo a  brindar en más idiomas).