29 de octubre de 2018

Myanmar - Bagan - Izza Gawna Pagoda - Winido Temple

Últimos templos y visitas

Terminada nuestra visita al monte Popa y sus posibilidades, volvemos a Bagan, la primera intención era quedarnos en el hotel, yo ya no pido más templos para visitar –y nos quedan un montón, seguramente entre ellos muchos interesantes-, pero decidimos que quedaran pendientes, preferimos que nos dejen a la entrada del hotel, donde hay algunos templos por los que hemos pasado todos los días de entrada y salida que nos han gustado, Izza Gawna Pagoda, construido en 1237 con un sikhara de estilo hindú, que recibe el nombre de un monje poderoso. 


El templo ha sido devastado por el terremoto de 2016 y está cubierto con andamios, además las escaleras de acceso están inclinadas. Al fondo asoma la fea torre mirador de Nam Myint



Su interior resulta coqueto, con una imagen dorada de Buda en su santuario. 



Todavía se conservan algunas pinturas en su interior, que parecen calcos de pequeños Budas. 



En el exterior destaca su decoración con estuco, muchos adornos vegetales y cabezas de makalas u ogros. 


Alrededor hay más estupas, que ya sabemos que nunca están solas, algunas de nueva factura y otras antiguas con todo el poder del paso de los años.



Paseamos entre ellas y descubrimos nuevas imágenes de Buda. 


Salimos a la carretera que conduce al hotel, y menos mal que no está muy transitada, así nos evitamos esquivar vehículos de dos o cuatro ruedas, y sobre todo el polvo que pueden levantar y hacernos tragar. 


A nuestro paso surgen más pagodas, y es que si hay más de dos mil, tienen que estar por todo la llanura. Lo mejor es la sensación de pseudoexplorador que tenemos y la tranquilidad al estar solos entre estas pagodas. 




Caminando desde Iza Gawna llegamos al complejo de Winido Temple


El conjunto fue construido a mediados del siglo XIII, y en primer lugar accedemos al templo de mayores dimensiones. 




En los santuarios hay imágenes de Buda, y en las paredes rastros de su decoración, con algunas pinturas. 




Desde la terraza de este templo vemos el bonito conjunto del resto de pagodas y estupas. 



Paseamos entre ellas, y la verdad es que es gratificante, y eso que el sol estaba cayendo con toda su fuerza, y en este paseo nos aparece un joven que nos ofrece abrirnos el templo para acceder, pero sin saber si realmente es una entrada legal preferimos no aceptar, aunque es posible que sea el llamado keymaster, el guardián de las llaves, un puesto que en Bagan se utiliza para dar empleo y mantener los templos – y creo que nos perdimos unas bellas pinturas-. 



En una estapa la imagen de Buda, que en su parte trasera conserva apenas un poco de su decoración. 


Intentamos continuar el camino que lleva a los templos situados frente al bungalow del hotel, pero nos parece que nos llevará demasiado tiempo ir y volver, a no ser que nos dé por cruzar el estanque a nado, así que decidimos que mejor llegamos al hotel y volvemos a subir a la torre Nam Myint en espera de un atardecer más mágico y colorido que los que hemos tenido hasta el momento.


Izza Gawna y Winido Temple son dos templos menores, pero como veis siempre hay algo que los convierte en especiales, ya sea decorativamente, arquitectónicamente, por el paisaje alrededor, o sencillamente por la paz de la visita en solitario. 

Sus localizaciones: