20 de marzo de 2014

Chile - Parque Nacional Torres del Paine - Lago Grey - Glaciar Grey



Azul flotante

Terminado el picnic a la orilla del lago Pehoé (mirar mapa de situación) volvemos a la minivan para rodear el lago en dirección sur. 




Seguimos teniendo la visión de los cuernos del Paine, a los que les vamos viendo desde otro ángulo. 




Cruzamos el río Paine, y desde él vemos el Paine Grande y su glaciar colgante







Tras unos aproximadamente cuarenta y cinco minutos de viaje hacemos la última parada del día, para caminar primero por bosque, creo que con árboles coigüe (nuestros amigos de la tirolina en Peulla), para luego cruzar por un puente ligero sobre el río Pingo, que sólo admite seis viandantes a la vez, lo que me provoca las dudas de que pasará en un día de tráfico turístico a pleno, ya que hoy somos pocos y lo respetamos sin querer, por ir llegando en pequeños grupos y subgrupos dentro de los grupos, pero en días de afluencia masiva, las prisas y que siempre hay un gracioso que juega a moverlo...




Tras otra corta caminata comenzamos a divisar en la lejanía, emocionados como niños, nuestro destino.




Al fondo tenemos otra visión de los cuernos del Paine, que ahora parecen menos cuernos, y del Paine Grande. Nosotros tenemos que caminar por una capa de piedras por la que no es fácil ni rápido hacerlo, atraídos por el color azul que nos ha atrapado desde el primer momento. 





A medio camino ya asoma la masa azul, estamos en el lago Grey (mirar mapa de situación), en el que termina el glaciar Grey. ¡Maravilloso momento!





El lago Grey es de color gris como su nombre en inglés indica, y en ocasiones en él se levantan olas que le dan un aspecto marino. En el lago hay icebergs de un color inmensamente azul flotando que se han ido desprendiendo del glaciar, glaciar que forma parte de la zona más austral del Campo de Hielo Sur






No puedo escribir ni describir la emoción que sentíamos contemplando esta belleza natural. El glaciar parece cercano pero no lo está, puede haber algo más de 11 km de camino hasta llegar a él por un sendero señalizado y luego poder caminar sobre el glaciar (sí, caminar sobre el). Nosotros tenemos en nuestra mente la magnífica, excepcional e impresionante experiencia de caminar sobre el glaciar Fox en Nueva Zelanda, y nos hubiera gustado poder haberlo hecho sobre este Grey, pero tendrá que ser en otra ocasión en la que el tiempo, tanto horario como metereológico, sea más favorable. 

Una muestra de esta inolvidable experiencia ya que el viaje a Nueva Zelanda está en la cartera de pendientes, para hacerse una ligera idea de lo que puede representar pasear sobre un glaciar. 


Una forma más cómoda de acercarse al glaciar es navegando por el lago Grey, pero no había tiempo material para hacerlo (miré las posibilidades y tenía que haber sido en otro día, día del que no disponíamos si queríamos abarcar otros lugares, otras visitas). 




Nos conformamos, que no es poco, con esta visión lejana, cargada de azul. El glaciar tiene 4 km de ancho aunque con el paso de los años y el cambio climático ha ido reduciendo su anchura y su longitud. 






En la orilla todos jugamos con los bloques de hielo, ¡que me traigan un whisky! ¡o dos!

La razón de este intenso color azul se debe que al incidir un rayo de luz sobre un bloque de hielo, solo el componente azul de la radiación tiene la suficiente energía para penetrar en su interior, ya que el resto de colores son absorbidos.




Demasiado tarde descubrimos que hay un camino que lleva a un mirador del glaciar sobre una península en el lago, aunque sinceramente no creo que con el tiempo del que disponíamos nos hubiese dado tiempo a ir y volver, sobre todo porque no había ninguna indicación ni de los kms a recorrer ni del tiempo estimado en recorrerlo, pero aún así comenzamos a andar por él. 





Si bien no creíamos que pudiéramos llegar hasta el mirador, si teníamos la esperanza de acercarnos un poco más al glaciar para “sentirle” más, pero no fue mucho más cercano y tras un trecho de camino nos dimos la vuelta, había que controlar el tiempo, Julián nos había dado hora para estar en la minivan y todavía nos faltaba volver a atravesar el terreno de piedras y luego la caminata por el bosque, con lo que ya llegábamos tarde con total seguridad; y eso que parte del grupo todavía seguía en el camino al mirador, pero no tardaron mucho en bajar sin haber logrado el objetivo. Creo que desde el mirador se tendrá una visión más amplia del glaciar pero creo que no sería mucho más cercana en realidad. 





Se ha terminado la increíble y maravillosa excursión del día de hoy por el Parque Nacional Torres del Paine, y emprendemos la vuelta hacia Puerto Natales, creo que salimos por la Portería Serrano, con una carretera más directa hacia la ciudad, mientras los cielos se van cubriendo de nubes, que no presagian buen tiempo precisamente, y de oscuridad con el anochecer. 






Supongo que debido al tiempo, no inclemente pero no especialmente apetecible, nos hemos quedado sin ver alguna de su fauna más importante, los majestuosos cóndores y el cisne de cuello negro entre otros.