11 de julio de 2011

Austria - Viena - Naschmarkt

Explosión de colores, sabores y olores

Frente al edificio de la Sezession sale la ancha calle de Weinzeile, un importante eje radial de la ciudad, que se prolonga más allá de Schönbrunn  (barrio donde se encuentra el palacio de homónimo nombre) y que, según el proyecto de Otto Wagner, tendría que haberse convertido en una monumental avenida que comunicara la Innere Stadt (el casco antiguo) con la residencia imperial de Schönbrunn. Debe su nombre y su trazado curvo al rió Wien, curso de agua que desciende desde las laderas para desembocar en el Danubio, que se canalizó a comienzos del siglo XX. Otto Wagner también fue el encargado del trazado del Stadbahn (tren suburbano), con sus estaciones Jugendstil, ahora la línea 4, con los pabellones de Karlsplatz.

Wienzeile está dividida por un amplio bulevar, y cada lado recibe un nombre: Retche y Linke. Nosotros tomamos la segunda porque en el número 6 se halla el Theater an der Wien, pero hacia esta calle hay un edificio de viviendas de estilo clasicista, donde en la planta baja hay un acceso al teatro, pero no es esta la fachada que buscamos. Así que nos adentramos en la calle que hace esquina con este nuevo teatro en busca de la fachada del antiguo Theater an der Wien, y casi como escondido entre edificios lo encontramos.

 
Presenta una entrada pórtico, con los tres vanos de los arcos con puertas de madera verde, y la central se adorna con un grupo escultórico, Papageno y sus hijos, porque en este lugar se estrenó La flauta mágica de Mozart. 

 
También Beethoven vivió en este teatro, donde estrenó Fidelio, su única ópera, durante el Congreso de Viena, en 1805. Se puede visitar su cuarto, pero al estar aquí todo tan cerrado supongo que la entrada se hará por Linke Weinzeile, pero esta será una más de las tareas pendientes que dejamos en Viena.


Con ocasión del bicentenario del teatro se creó el “walk of fame” de la música clásica, del que ya hemos visto algunos representantes, Johann Strauss y Johann Sebastian Bach entre otros. El paseo se prolonga por la Linkie Wienzeile, Lothringstrasse, Kärntner Ring y Kärntnerstrasse, pasa por la Ópera y las Haus der Musik para terminar en Stephansplazt. Pero la verdad es que nos perdimos la mayor parte, porque lo normal en Viena es mirar hacia arriba y no hacia abajo. 

En el bulevar de Wienzeile se instala un extenso mercado, Naschmarkt, en el lugar donde se instalaba un mercado de leche que se fue convirtiendo en el principal mercado de avituallamiento de Viena. 

Dentro del mercado hay como dos aceras, la pegada a Linke es la de los restaurantes y chiringuitos para comer, por la que comenzamos el paseo, pero enseguida nos cambiamos a la otra, para descubrir un mundo de colores, olores y un poquito de sabor, ya que en un puesto compramos unas aceitunas griegas riquísimas.

 
Del resto del mercado poco que decir, no falta de nada: frutas, verduras, aperitivos, especias, panes, pocos peces, quesos, fiambres, pastas…Pasen, vean y compren.







No son los mercados vietnamitas, en Viena la cosa es civilizada y está regulada con escaparates de cristal, y de alguna forma echo de menos el descontrol asiático, tenía su punto especial. Cierto es que a cada ciudad su mercado (como dirían los secesionistas) y Viena tiene que tener este ahora. 

Para quitarnos la morriña vietnamita allí estaban los mangostanes.




El mercado se extiende desde el edificio de la Secesión, ya que se comienza justo enfrente, hasta la estación de metro de Kettenbrücke, con una de las estaciones de metro diseñadas por Otto Wagner. 


A partir de este tramo el mercado se convierte en mercadillo o mercado de las pulgas, con puestos de ropa al principio, en un tramo pequeño, y luego en un auténtico rastro, con puestos llenos de artículos y cachivaches varios: lámparas, cuadros, llaves, máquinas antiguas de fotografía, vajillas, cristalerías…


Creo que en un viaje a Viena no debe faltar una visita a este interesante mercado, incluso se puede aprovechar para comer en él, bien sentados bien un picoteo en la cantidad de puestos con la variedad de productos para elegir y probar.