31 de octubre de 2012

Corea del Sur - Jeonju - Pungnamun - Catedral de Jeongdong - Gyeonggijeon (1)



Rituales para un retrato

Terminada la visita extra al Templo Songgwansa volvemos a Jeonju para seguir con el tour programado. El coche nos deja al lado de la puerta Pungnamun, la única puerta que ha sobrevivido de las cuatro con las que contaba la ciudad, la puerta del sur y que nos recuerda a las puertas de la fortaleza Hwaseong de Suwon


La puerta fue construida en piedra y madera a finales del siglo XIV como parte de la muralla que rodeaba la ciudad, siendo dañada durante la invasión japonesa de 1592, reconstruyéndose en 1768 y restaurándose en 1978. 


Frente a la puerta, cruzando la calle, se alza la catedral de Jeondong (entrada gratuita), diseñada por un obispo francés, Victor Louis Poisnel, bajo las órdenes del  misionero Xavier Baudounet, también francés, en estilo románico-bizantino con ladrillo rojo, comenzando su construcción en 1908 y terminándose en 1914. A pesar de haber visto muchas iglesias en Seúl y en el camino en coche desde la capital hasta aquí, impresiona encontrarse con Europa clásica en Corea. 


En la fachada principal hay tres torres, alojando la central las campanas.


El interior tiene tres naves y una gran luminosidad gracias a las vidrieras, a pesar de la tarde algo gris y muy bochornosa que estamos padeciendo después del sol abrasador de todo el día. 


La catedral fue construida sobre el lugar donde algunos católicos habían sido martirizados durante la dinastía Joseon, entre 1781 y 1801, encontrándose ellos los primeros mártires católicos asesinados. En el recinto exterior de la catedral hay una estatua homenaje a estos mártires. 


Al encontrarse la catedral entre la puerta Pungnamun y el complejo del Gyeonggijeon se ha convertido en un símbolo de la convivencia entre la cultura tradicional coreana y la cultura occidental. 


Enfrente de la catedral se alza el complejo del Gyeonggjijeon (entrada gratuita según la web visitkorea, aunque tengo dudas porque Sonia se acercó a la taquilla que hay en la entrada, y nosotros no miramos si había tarifa y pagaba). Fue construido en 1410 y se ha utilizado para la grabación de dramas coreanos para televisión por ser un buen decorado natural y real. 


La puerta exterior está custodiada por dos guardias vestidos con los trajes típicos coreanos, uno en mejor posición que otro, y es que el cansancio y el aburrimiento en esta postura deben ser soberanos, tan soberanos como este complejo real. 


Gyeonggijeon se compone de varias partes. Un anexo a la izquierda, donde se encuentran los edificios destinados a almacenes y cuartos relacionados con los rituales confucianos que tenían lugar en la parte a la derecha de este anexo. Muchos de los edificios se perdieron durante la ocupación japonesa y se han ido reconstruyendo. 


En la parte del anexo, nada más entrar a la izquierda se encuentra Subokcheong, edificio usado por los empleados de bajo rango que supervisaban el ritual y la ceremonia que se celebra en el Gyeonggijeon. Tiene el aspecto de una casa residencial, y en ella se alojaban los ayudantes durante los periodos necesarios para la celebración de las ceremonias; según los registros de los anales de la dinastía Joseon un sirviente y dieciocho plebeyos. Como mínimo siempre lo habitaban una pareja de empleados. 


Frente a él se alza Gyeongdeokheon, la sede oficial de los guardias reales.


Detrás una pequeña muralla en la que se abren dos puertas, una con tejado en el centro y otra un simple hueco en la pared a la derecha, que dan paso a otro patio, donde a la izquierda se encuentra Macheong, un establo que proveía de transporte a los participantes de las ceremonias y alojaba a los caballos de los oficiales que viajaban desde la capital para observar que los ritos fueran realizados. 


En este segundo patio, dejando atrás a la izquierda el edificio del establo, hay dos filas de edificios. En el lateral izquierdo se encuentran: Seojae, lugar donde los oficiales que participaban en los servicios memoriales ancestrales realizaban ceremonias de purificación de cuerpo y mente para recibir a los espíritus antes de dar comienzo a estas ceremonias rituales, y por detrás de él, Jegigo, lugar donde se guardaban las vasijas y accesorios necesarios para las ceremonias, siendo las primeras consideradas sagradas, con lo que  en este edificio se preservaba la pureza y la limpieza, por lo que tenía un suelo elevado de madera que reducía la humedad ambiental, lo que le proporcionaba las condiciones adecuadas para su almacenaje durante largo tiempo y evitaba posibles daños.



En el lateral derecho, en primer lugar se encuentra Dongjae, un edificio con la misma finalidad de purificación de cuerpo y mente que Seojae. 


Tras Dongjae se halla la curiosa estructura semi-elíptica del Eojeong, el pozo del rey, de donde bebía agua y de donde se sacaba agua para elaborar su comida. Para mantener su sacralidad y limpieza está rodeado por un muro y cerrado por una puerta. 



Un último muro con una puerta separa este segundo patio del tercero, donde a la izquierda se alza Yongsil, un molino donde se preparaban las ofrendas rituales y por lo tanto era considerado un lugar sagrado. Normalmente este edificio se localizaba cerca de otro destinado a oficina de rituales, ya que cualquier otro tipo de edificio se consideraba impuro.

 
A la derecha en este patio de nuevo dos edificios, el primero, Jeonsacheong, donde el Jeonsagwan (el oficial encargado de supervisar todos los artículos y elementos para los rituales así como de las tablas funerarias de todo el país) se preparaba para estos servicios. 



Detrás se encuentra el edificio Jobyeongcheong, la pastelería (aquí ya nos gusta más esto de los rituales) donde se preparaban los dulces y luego se almacenaban: pasteles de arroz, yumilgwa (galletas fritas y recubiertas de miel), dasik (galletas de pasta de harina de trigo y miel) y otros; todo ello en una colocación de acuerdo a la chansildo, que regulaba estos actos.


Salimos del complejo del anexo y entramos en la parte situada a su derecha, volviendo a la madera pintada en color burdeos de los edificios, dejando la madera natural para la parte más mundana y menos real o divina. 


Este complejo, y la parte del anexo como lugar de preparación, se construyó para conservar y venerar el retrato del rey Taejo, el fundador de la dinastía Joseon. 




Para no condensar demasiado esta entrada terminamos la visita del complejo Gyeonggijeon en la siguiente, con los edificios destinados a exposiciones. 

29 de octubre de 2012

Corea del Sur - Templo Songgwansa (provincia de Jeollabuk-do; entre Jinan y Jeonju)



De regalo por ser buenos turistas, un templo budista

Durante la mañana hemos hecho un buen recorrido a buen ritmo, incluso ya hemos comido, así que Kim, nuestro chófer, y Sonia, nuestra guía, hablan entre ellos y deciden que como tenemos tiempo libre nos llevan a una visita extra, y nosotros encantados, porque los traslados fuera de la ciudad resultarían más cansados para planificar y utilizar, que poder se puede hacer de todo cuando se quiere y se tienen ganas. 

Continuamos viaje con el paisaje montañoso en cuyas laderas se extienden los cultivos, los inmensos arrozales. 


Cultivos de ginseng bajo carpas negras, que supongo que serán para no permitir el paso de la luz a las raíces.


Y siempre las montañas, un paisaje que no querremos ni podremos olvidar, nuestra compañía junto a Sonia y al chófer durante todo el viaje. 


Vamos a visitar y conocer el Templo Songgwansa, situado entre Jinan y Jeonju, porque hay otro templo con el mismo nombre que es uno de los más grandes del país que se encuentra cerca de la ciudad de Sumcheon, en la provincia de Jeollanam-do, y por falta de tiempo y necesidad de programación y elección no podemos ir. ¡Será por templos en Corea!

Esta visita la vamos a hacer como la hicimos nosotros, que no entramos por las puertas principales, no sé cómo porque seguíamos a Sonia, pero de repente nos encontramos en medio del complejo del templo, al lado del diferente en forma y bonito pabellón de la campana y del tambor. 


El templo fue fundado en el año 867, durante la dinastía Shilla, siendo uno de los más antiguos seguidores del budismo zen. Fue destruido durante la invasión japonesa de 1592 y reconstruido en 1620. No os puedo contar mucho sobre él y sus edificios, porque aunque había carteles explicativos en esta ocasión nos lo saltamos y en la red no encuentro información sobre él, aparte de que en el mapa que tengo de Corea tampoco figura. 

En muchos de los templos de Corea se pueden hacer estancias, templestay, de modo que ofrecen alojamiento al tiempo que un lugar de meditación y paz espiritual, con la condición de ajustarse a sus horarios (implica levantarse a las cuatro o cinco de la mañana), comidas, participar en rezos, conversaciones con el monje, colaborar en las tareas diarias…sentirse como un auténtico monje pero sin necesidad de raparse la cabeza. En esta pareja hubo discrepancia a la hora de elegir este tipo de alojamiento: él, no estaba por la labor ni de madrugar ni de trabajar en vacaciones; ella, se apunta a todo aunque le hubiera costado, pero siempre en la confianza de que de todo se aprende. 

El santuario principal es la Casa del Gran Hombre, supongo que sólo se pueden referir a Buda con este grandilocuente nombre. 


Creo que esta es una de las fotografías más repetidas por todos los turistas y locales, la base soporte de los tejados infinitos de colores dancheong, ya sean de templos o palacios. 


En el interior de de la Casa del Gran Hombre, tres estatuas doradas y grandes, acordes con el nombre, de Buda, una triada budista de las más grandes de Corea, en esta ocasión con la diferencia de tener pintado un bigote al estilo Poirot


En el patio exterior una sonriente estatua de Buda, más parece sacado de un dibujo animado que de la inspiración religiosa. 


En otro santuario, Arhatjeon o Nahanjeon, Buda se encuentra rodeado por quinientos arhats, personas que han logrado el nirvana y el pleno conocimiento de la existencia; las estatuas son de gran colorido, y sobre ellos hay más imágenes de arhats, pero en esta ocasión completamente blancos, sólo los labios destacan por su color rojo. 



El interior de otro santuario presenta unas pinturas de Buda, con sus múltiples formas y sus discípulos a los lados. 


En otro santuario se ve la imagen de Buda con una cinta verde en la cabeza, según Sonia, representa al Buda del Infierno, que supongo que no es que sea de este lugar propiamente dicho, sino que así estaría cuando viajó al infierno. 


En otro santuario o altar, porque sinceramente tengo líos de edificios y altares, con lo que a lo mejor no eran tantos edificios-santuarios, más Budas, medianos y pequeños, todos muy dorados. 



En el patio del complejo del templo se encuentra una estela sobre tortuga con cabeza de dragón desafiante; son impresionantes estas figuras, tanto en la decoración del propio animal como los dragones de la parte superior. 


En el patio también se sitúa una pagoda de piedra, y detrás se encuentra un edificio destinado o bien para dormitorios de los monjes o para realizar el templestay


Y la figura de un Bodhittsava -creo que no es Buda, pero ni confirmo ni desmiento-, que creo que no es de la compasión, pero yo con el budismo sigo completamente liada y me lío más en las visitas por Asia, por más que vea estatuas con diferentes posiciones, peinados, sombreros no termino de reconocerlas…debe ser un problema particular religioso. 


Emprendemos el camino de salida para volver a encontrarnos con el Buda gordito y simpático, el Buda de la Felicidad, rodeado de niños. Sería como en el cristianismo: “dejad que los niños se acerquen a mí”. 


Emprendemos el camino de salida del templo por el lugar normal de entrada, por sus tres puertas. Salvo en los templas budistas más recientes, como el de Jogyesa en Seúl, la tradición arquitectónica requería que se construyeran tres puertas de entrada previas al recinto sagrado. 

El interior del recinto del templo es la representación budista del reino de Buda en este mundo y el paso por las puertas era la introducción de la persona en la luz del reino de Buda, dejando detrás la vida terrena, la muerte, los dolores y los problemas mundanos (si fuera así de fácil como pasar tres puertas…)


Creo que la razón por la que Kim y Sonia eligieron este templo, aparte de la cercanía kilométrica, se encuentra en estas puertas, y no tanto en los edificios santuarios y sus interiores, que también han presentado sus diferencias. 

Como hacemos el camino de salida y no de entrada numero las puertas según su orden natural. Estas puertas reciben un nombre genérico para todos los templos. La tercera puerta, llamada Purimuri, simboliza que la verdad propagada por Buda es solo una. En ella hay cuatro guardianes gigantes, dos a cada lado, llenos de color y detalles (creo que estos son los guardianes reyes de los puntos cardinales del mundo de Buda). 


Las caras y los ojos saltones de estos guardianes-dioses protectores me recuerdan a nuestros Gigantes y Cabezudos



Bajo ellos hay unas figuras, como de “pajes”, con los ojos también tremendamente saltones, tanto que producen una sonrisa.

 
En el exterior de la tercera puerta destacan unos dibujos a ambos lados. 


Entre la tercera y la segunda puerta hay una escultura, que de nuevo nos parece simpática, con esas coletas-moños tensas, que de nuevo nos lleva a los dibujos animados o a una película de ciencia-ficción antes que a la religiosidad. 


En la segunda puerta, llamada Chonwangmun o Puerta de los Reyes Celestiales, más guardianes, no se puede estar más custodiado en este templo. Ahora van acompañados por figuras menos llamativos y sin los ojos saltones, ahora sobre una montura que asemeja a nuestros ojos a dragones-perro. 




Llegamos a la primera puerta, llamada Ilchumun, que en los templos más montañosos solía encontrarse a varios kilómetros. Al pasar esta puerta se debían concentrar los pensamientos dispersos en el respeto infinito hacia Buda. 



Un mapa del complejo del templo para saber la situación de sus edificios y santuarios. 

 
Hemos visitado un templo que parece bastante desconocido para el turismo en general que nos ha gustado mucho, sobre todo por su diversidad en imágenes, y se lo agradecemos a Kim y a Sonia, que están teniendo detalles con nosotros.