28 de febrero de 2018

Myanmar - Yangón - Restaurante Padonmar


Comenzamos la dieta del curry

Con nuestro paso por Ngahtatgyi Paya hemos terminado la ronda de visitas de la mañana, hay que ajustar el horario de comidas español al birmano, que como siempre llevan al menos dos horas de diferencia, ellos son más de las doce-una y nosotros más de las tres, así que la una o una y media es un buen término para Myo y para nosotros, aunque este horario variará a su favor o en nuestra contra durante el viaje, por necesidades logísticas claramente. 

Esta primera comida nos la ofrece la agencia touroperadora en el país como bienvenida, y el restaurante elegido es Padonmar (105 Kha Yae Bin Road, Dagon Township), situado no muy lejos del hotel en el que estamos alojados, Belmond Governor's, por lo menos ambos están situados en el mismo barrio, que lo de las distancias hay que tomarlas con prudenciaen esta ciudad. El restaurante ocupa una casa residencial, que es el tipo de edificios que hay en esta zona, nada de edificios altos. 


Un detalle que podéis leer es que prefieren VISA como medio de pago, en letras bien visibles; sí, se puede pagar con tarjeta de crédito por todo el país, pero la American Express no la suelen aceptar.

La cocina que ofrece el restaurante es birmana o thai, y como estamos en Myanmar, no hay duda que probaremos la primera; antes Myo nos pregunta por nuestras preferencias o alergias por si hay que realizar algún cambio al menú concertado. Por supuesto las bebidas las pagaremos nosotros, y aparte de agua no falta la cerveza local, Myanmar Beer.

Nuestra mesa está situada en una pequeña sala, en la que también hay una mesa preparada para muchos comensales, que resultarán ser un grupo de españoles con su guía, por lo que está claro que el restaurante es claramente turístico. Myo nos deja y queda con nosotros para continuar las visitas por Yangón.



Sopa de verduras con roselle leaves (un vegetal de la familia del hibiscus). A mí los caldos, consomés y sopas me gustan, así que a pesar del calor me sienta bien, además de estar muy buena, y es contundente en su contenido. 


Ensalada de berenjenas asadas, con cacahuetes machacados. Por un momento la sombra gastronómica de Uzbekistán pasa por nuestras mentes y estómagos, ya que ningún día nos faltó este vegetal en la mesa. Muy rica y sabrosa la ensalada con ese punto crujiente del cacahuete. 


Ensalada vegetal, con champiñones, algo parecido a una judía verde y algo parecido a unos berros fritos. 


Curry de pescado, aunque con algo de temor comenzamos la cata de curries, además de pescado, pero resulta que este fue el mejor curry que hemos comido en Myanmar durante el viaje; el pez era bueno (no sé cual) y la salsa buenísima. 


Curry de cerdo, que estaba bueno, pero es que la salsa del pescado le ganaba por goleada; no sé la diferencia entre una salsa y otra, pero eran diferentes. Lo mejor es que el cerdo tenga algo de tocino para que sea más sabroso, que no es bueno para el colesterol y los kilos, pero sí para el sabor. 


El pan en los restaurantes birmanos típicos no existe, como ocurre por regla general en Asia, y este elemento es sustituido por el arroz, que en los restaurantes de más nivel se presenta en cestos individuales, y en los más locales lo sirven directamente al plato. 


De postre, plátano frito con miel, que nos resulta excesivamente azucarado, acompañado de sandía. 


La verdad es que comimos muy bien, empezamos de buena manera tanto por local como por sabor la comida birmana. Para que os hagáis una idea de los precios, el menú compuesto por sopa, una ensalada y un curry, 6.000MMK (3,70€), la cerveza en comparación mucho más cara, 4.500MMK (2,75€), aunque la botella suele ser de 640 ml, y el agua, una botella de litro, 500MMK (0,30€). Las comidas tipo birmana en restaurantes birmanos por regla general estarán entre 11.000 a 16.000MMK (de 10 a 12€) durante el viaje incluyendo las bebidas (para los dos); a cuanto mejor local de restaurante, más precio por supuesto.

26 de febrero de 2018

Myanmar - Yangón - Ngahtatgyi Paya


Los accesorios de Buda

Vistas las distancias entre monumentos visitables, visto el tráfico, vista la dificultad de caminar por la ciudad (aceras en ocasiones intransitables), le pido a Myo la posibilidad de visitar otra pagoda muy cercana a Chaukhtatgyi Paya, así me evito intentar cuadrarla en la agenda que tendremos en nuestro día libre en la ciudad, y como ya parecía previsible en el mapa llegar a ella es volver a callejear, encontrando a su alrededor varios monasterios: Pasamos algunas entradas de coches y peatones hasta que Myo y el chófer llegan a la que querían, por supuesto la de los coches. 


Ngahtatgyi Paya está construida sobre una pequeña colina, y como tiene una entrada principal, custodiada por dos chinthe, que ya hemos aprendido que no es la entrada que le gusta utilizar a nuestro guía, a la salida forzamos el verla. Creo que nosotros en esta ocasión dejamos nuestras chanclas en el coche, por la cercanía a la entrada, acto que realizaremos en otras ocasiones, cuando Myo lo considera a bien. 


El típico pasillo cubierto que conduce a la pagoda. 


La primera sensación es la misma que hemos tenido en Chaukhtatgyi Paya, una nave decorada con columnas de mosaicos de cristal y muchos otros elementos. Además aprendemos que en las pagodas se puede realizar un picnic con total tranquilidad (no me imagino yo sacando las tarteras en una iglesia, no me parece respetuoso). 


El elemento central es una imagen de Buda sentado de cinco alturas, unos 14 m de alto, que fue donada por el príncipe Minyedeippa en 1558, y que los fieles han ido enriqueciendo con joyas, diademas, cinturones, pendientes…. Está en la posición de Bhumisparsha mudra, con la mano izquierda hacia abajo, hacia la tierra, tocando el suelo; y la mano derecha como una flor abierta, señalando el cielo con la palma. 



Buda está custodiado (o acompañado) por varias figuras, dos de ellas muy simpáticas, que a nosotros nos parecen más artistas de circo, no solo en vestimenta también en la pose, a los que hemos visto en Shwedagon Paya


Más protectora, aunque también resulta amenazante para los profanos del budismo y su culto como nosotros, es la gran naga junto a la estatua de Buda. 


La gran campana de la pagoda; es la gran porque siempre suele haber más de una. 



Hay una lápida con inscripciones en la que suponemos se contará la historia de la pagoda y de la estatua de Buda. 


Las huellas de Buda ahora sin imagen del mismo, utilizadas para dejar donativos. Si la imagen de Buda no está reclinada y muestra las huellas en sus pies, siempre habrá un lugar con las huellas en horizontal. 


En el perímetro de la sala se suceden los santuarios con sus imágenes. 





Hay una escena que resulta simpática en técnica y contenido: Buda seguido por una columna de fieles, donde la escultura se funde con la pintura. 


La escena es contemplada por una gran naga o serpiente, que está decorada con luces de neón y más parece la entrada a un túnel de diversión y susto en un parque de atracciones que parte de un templo religioso. 

  

21 de febrero de 2018

Myanmar - Yangón - Chaukhtatgyi Paya


De los 59 a los 66

Desde la zona colonial y Sule Paya en coche vamos hacia el norte de la ciudad, de la que vamos tomando más conciencia en su urbanismo, en su insufrible tráfico, en las distancias nada recomendables para caminar, y en los innumerables santuarios, templos y monasterios que hay, creo que ni en un año se podrían visitar todos, el conjunto de pagodas posiblemente pero el de monasterios es inabarcable. 



Entrando por calles más estrechas, tanto para coches como peatones, se accede Chaukhtatgyi Paya, una pagoda de seis pisos de altura rodeada por santuarios y monasterios, un lugar muy visitado y venerado por tailandeses. 


A la entrada hay puestos donde comprar coloridas ofrendas. 



Más que una pagoda este edificio parece una nave a la que le han puesto columnas decoradas con mosaicos de cristales, tiene más aspecto de sala de fiestas para nuestra mentalidad decorativa occidental. Y es que aquí no hay estupa dorada en el centro. 


Lo que hay, y lo que hemos venido a ver, es una impresionante figura de Buda reclinado de 65,85 m de largo; es importante lo de reclinado, porque su brazo descansa sobre un cojín, porque es posición de descanso y no de muerte. 



La imagen original fue una donación hecha en 1907 por el comerciante Sir Po Tha, pero estaba al exterior, por lo que con las inclemencias del tiempo se fue deteriorando poco a poco, hasta que en 1957 se demolió y comenzó a construirse otra nueva, que se terminó en 1966 mediante donaciones particulares (el mundo donación para estatuas y pagodas es inconmensurable en Myanmar), con una longitud de 59.30 m, que en la reconstrucción de 1973 se alargó hasta la actual de 65,85 m (las cifras cuentan para los récords). 


Fijémonos en algunos detalles de la imagen, aunque a su terminación le puedes encontrar “peros”, una cuestión de "fineza". Las orejas grandes simbolizan la inteligencia y el moño en la cabeza la sabiduría; tiene pestañas, de plástico, esta ataviado con rico ropaje, y las uñas de pies y manos lucen un llamativo color casi fucsia. 






Si todo en el Buda llama la atención, es nuestro primer Buda de este tamaño, la planta de los pies merece una atención especial, está dividida en 108 cuadrados en los que hay unos símbolos inscritos, los 108 lakshanas o características favorables de Buda. Estas llamadas huellas de Buda suelen ser una constante en las pagodas, y no con imagen de Buda, sino solo ellas, en las que se dejan ofrendas monetarias principalmente. Y ahora una de matemáticas, 108 se desgrana en la suma 8+1 = 9, que es un número de suerte en el budismo. 


Uno de los laterales de Buda está flanqueado por una colección de imágenes pequeñas de Buda, con diferentes posiciones de la mano, llamados mudra, que significan diferentes propiedades tanto para el budismo como para el hinduismo (todos hemos jugado con ellos en alguna ocasión pero en nuestro caso sin conocimiento de causa, y que para aquel que lo realiza es por meditación y sabiendo lo qué hace, para qué lo hace y cuándo lo hace). Hay 55 mudras, y creo que este es shunya mudra, de la claridad o el cielo. 



No faltan los puestos planetarios con sus animales representativos, pero ahora están todos reunidos bajo un paraguas, y el conjunto se asemeja más a una fuente. La serpiente o dragón parece una folclórica de capa caída. 



Elementos que tampoco faltan, la campana (con variedades, porque hay más de una) y el gong. 



Una silla dorada con un respaldo decorado con un pavo real, animal ligado al poder, a la realeza; que ya desde tiempos romanos comenzó a utilizarse de forma simbólica aunque asociado a la belleza, y que parece ser que fue este animal es que ayudó a Buda para moverse de un lugar a otro. Suponemos que se trata de la silla del monje abad que dirige la pagoda. 


En las paredes del edificio hay pintados murales en relación a la vida de Buda. 


Una bonita colección de estatuas de Buda en madera (este material siempre ofrece un mejor resultado que el cemento o el concreto, es más sencillo, menos decorado y colorido, pero mucho más bello). 



También hay las típicas imágenes doradas con los halos luminosos de neón (no me gusta este futuro iluminado para Buda). 


Y dos Buda reclinados en tamaño pequeño (es un decir, pero es que comparados con la imagen principal hasta parecen de bolsillo). 


Más que por la belleza en sí del edificio, lo importante está claro que es la imponente imagen de Buda. 

En el país hay más imágenes de Buda de gran tamaño, Laykun Setkyar en Monywa; y Shwethalyaung Buda en Bago, entre otros.