Comenzamos la dieta del curry
Con nuestro paso por Ngahtatgyi Paya hemos terminado la ronda de visitas de la mañana, hay que ajustar el 
horario de comidas español al birmano, que como siempre llevan al menos 
dos horas de diferencia, ellos son más de las doce-una y nosotros 
más de las tres, así que la una o una y media es un buen término para Myo y para nosotros, aunque este horario variará a su favor o en nuestra contra durante el viaje, por necesidades logísticas claramente. 
Esta 
primera comida nos la ofrece la agencia touroperadora en el país como bienvenida, y
 el restaurante elegido es Padonmar (105 Kha Yae Bin Road, Dagon 
Township), situado no muy lejos del hotel en el que estamos alojados, 
Belmond Governor's, por lo menos ambos están situados en el mismo barrio, que lo de las distancias hay que tomarlas con
 prudenciaen esta ciudad. El restaurante ocupa una casa residencial, que es el tipo de edificios que hay en esta zona, 
nada de edificios altos. 
Un detalle que podéis 
leer es que prefieren VISA como medio de pago, en letras bien visibles; sí, se puede pagar con 
tarjeta de crédito por todo el país, pero la American Express no la suelen aceptar.
 
La cocina que ofrece el restaurante es birmana o thai, y como estamos en Myanmar, no hay duda que probaremos la primera; antes Myo nos pregunta por nuestras preferencias o alergias por si hay que realizar algún cambio al menú concertado. Por supuesto las bebidas las pagaremos nosotros, y aparte de agua no falta la cerveza local, Myanmar Beer.
Nuestra mesa está situada en una pequeña sala, en la que también hay una mesa preparada para muchos comensales, que resultarán ser un grupo de españoles con su guía, por lo que está claro que el restaurante es claramente turístico. Myo nos deja y queda con nosotros para continuar las visitas por Yangón.
La cocina que ofrece el restaurante es birmana o thai, y como estamos en Myanmar, no hay duda que probaremos la primera; antes Myo nos pregunta por nuestras preferencias o alergias por si hay que realizar algún cambio al menú concertado. Por supuesto las bebidas las pagaremos nosotros, y aparte de agua no falta la cerveza local, Myanmar Beer.
Nuestra mesa está situada en una pequeña sala, en la que también hay una mesa preparada para muchos comensales, que resultarán ser un grupo de españoles con su guía, por lo que está claro que el restaurante es claramente turístico. Myo nos deja y queda con nosotros para continuar las visitas por Yangón.
Sopa de verduras con roselle leaves
 (un vegetal de la familia del hibiscus). A mí los caldos, consomés y sopas me gustan, así que a pesar
 del calor me sienta bien, además de estar muy buena, y es 
contundente en su contenido. 
Ensalada de 
berenjenas asadas, con cacahuetes machacados. Por un 
momento la sombra gastronómica de Uzbekistán pasa por nuestras mentes y 
estómagos, ya que ningún día nos faltó este vegetal en la mesa. Muy rica
 y sabrosa la ensalada con ese punto crujiente del cacahuete. 
Ensalada vegetal, con champiñones, algo parecido a una judía verde y algo parecido a unos berros fritos. 
Curry
 de pescado, aunque con algo de temor comenzamos la cata de curries, 
además de pescado, pero resulta que este fue el mejor curry que hemos comido en 
Myanmar durante el viaje; el pez era bueno (no sé cual) y la salsa buenísima. 
Curry
 de cerdo, que estaba bueno, pero es que la salsa del pescado le ganaba 
por goleada; no sé la diferencia entre una salsa y otra, pero eran diferentes. Lo mejor es que el cerdo tenga algo de tocino para que sea 
más sabroso, que no es bueno para el colesterol y los kilos, pero sí para el sabor. 
El pan en los restaurantes birmanos 
típicos no existe, como ocurre por regla general en Asia, y este elemento es sustituido 
por el arroz, que en los restaurantes de más nivel se presenta en cestos individuales, y en los más locales lo sirven directamente al plato. 
De postre, plátano frito con miel, que nos resulta excesivamente azucarado, acompañado de sandía. 
La
 verdad es que comimos muy bien, empezamos de buena manera tanto por 
local como por sabor la comida birmana. Para que os hagáis una idea de 
los precios, el menú compuesto por sopa, una ensalada y un curry, 
6.000MMK (3,70€), la cerveza en comparación mucho más cara, 4.500MMK 
(2,75€), aunque la botella suele ser de 640 ml, y el agua, una botella de litro, 500MMK (0,30€). Las comidas 
tipo birmana en restaurantes birmanos por regla general estarán entre 11.000 a 16.000MMK (de 10 a 12€) durante el viaje incluyendo las 
bebidas (para los dos); a cuanto mejor local de restaurante, más precio por supuesto. 










