5 de abril de 2011

Japón - Tokio - Kabuki-cho

Un menú diferente


Para terminar el día elegimos Kabukicho,  un distrito al este de Shinjuku. Ya ha anochecido y  estará animado e iluminado. El nombre proviene de finales de la década de 1940, con los planes de construir un teatro kabuki, que nunca se llevó a cabo.


En Kabuki-cho se hallan reunidos todos los placeres: comida, bebida, juego y sexo. Así escrito suena fuerte, nos imaginamos algo sórdido, pero por las calles por las que nos movimos nada más alejado de la realidad que vimos; esto no quita que en algunas calles o callejones el ambiente pueda no ser el más adecuado, pero al no verlo no podemos comentarlo. Supuestamente el distrito es la zona de la Yakuza, pero no es tan fácil detectar a sus miembros y sus movimientos, y desde luego no era nuestro objetivo.


Los carteles en muchos lugares no dejan lugar a dudas, sorprenden fotografías de semidesnudas, así como los chavalotes que circulan por sus calles captando posibles clientes, todos con el mismo peinado despeinado, con un traje de la misma hechura y unos zapatos de punta, con lo que llega un momento en que tienes la sensación que es el mismo japonés que se mueve más rápido que tú. 


Pero lo que más me llama la atención son ellos: sus fotos están para ser elegidos, igual que para elegir el menú de las comidas Lo que ví en un documental de viajes es que se paga por la compañía y la conversación, que no está bien visto lo de pagar por favores sexuales de un hombre, pero me parece que esto era más de campaña que de verdad, supongo que las chicas que vayan a estos lugares si quieren y pagan lo tendrán todo. Japón sigue sorprendiéndonos hasta en estos detalles. 


Preferimos no callejear mucho más de las calles más transitadas e iluminadas, y emprendemos la vuelta al hotel, además hemos quedado con la pareja con la que estuvimos por la mañana para cenar en el restaurante francés. Después de la cena nos tomamos una copa en el bar de la planta 44, desde donde se disfrutan unas buenas y bonitas vistas. Haciendo patria me tomo un whisky Suntory al brindis de ¡Kampai!, que es como nuestra ¡Salud!. Cuidadito que "chin-chin" tiene connotaciones sexuales, hace referencia a como llaman los niños a su cosita.

Hoy nos toca rehacer las maletas, mañana comienza en serio el tour. Lo curioso es que las maletas viajan por un lado y nosotros por otro, solo llevamos equipaje de mano.