15 de noviembre de 2012

Corea del Sur - Gwangju - May 18th National Cemetery



El descanso eterno de los luchadores por la libertad 

En el May 18th Memorial Cultural Hall hemos conocido los hechos acaecidos el 18 de mayo de 1980 en la ciudad de Gwangju y para completar el recorrido por ellos tras esta visita nos dirigimos hacia el lugar donde descansan las víctimas, el May 18th National Cemetery (entrada gratuita), que en un principio, tras la masacre, fueron transportadas en camiones de basura y enterradas sin reconocimiento oficial en el antiguo cementerio de Mangwol-dong, que todavía se conserva con su aspecto original. En 1997 todos los cuerpos fueron trasladados y enterrados a este nuevo cementerio.

En la entrada una señorita nos entrega unas postales del sitio, y pregunta intrigada a Sonia de dónde somos, y es que si estos occidentales causan sorpresa en Corea, en este lugar la causan mucho más.


Tras la entrada, a la izquierda, hay un museo con fotografías, vídeos, documentos, y sobre todo sentimientos, tanto de los que vivieron estos hechos como de los ojos que los leen ahora. El cementerio también funciona como un centro educacional, con la convicción que la injusticia y la dictadura no debe volver a imperar en Corea.  


De nuevo, como en el May 18th Culture Hall montones de fotografías, así como carteles, cuadros y otras representaciones alusivas al movimiento democrático. 


El Cuartel General de Investigaciones fabricó una verdad sobre el levantamiento del 18 de mayo forzando confesiones falsas de los detenidos al ser sometidos a torturas. Las personas arrestadas fueron condenadas a muerte o a cadena perpetua por un tribunal militar, por el delito de alta traición y sedición. Los heridos que se encontraban en los hospitales tuvieron que abandonarlos. 


El nuevo gobierno militar tras la revuelta concedió medallas y premios a los que participaron en la represión de la sublevación de Gwangju, con lo que ellos mismos se convirtieron en la evidencia del crimen cometido. Una orden del gobierno en 2006 les hizo devolver estas medallas y premios.

En la primavera de 1980 las Universidades reanudaron las clases y un gran número de defensores de la democracia y opositores al régimen militar fueron liberados del arresto domiciliario al que habían sido confinados, con lo que se volvieron a reavivar los movimientos prodemócratas. La nueva fuerza militar, mientras tanto, pretendía conspirar para continuar en el poder y que el país siguiera bajo la dictadura militar. A este período se le conoce como la Primavera de Seúl, por la similitud con la Primavera de Praga, y estuvo marcada por la confrontación de ambas partes. 


El mensaje final que intentan transmitir es que la historia que no cuenta la verdad y que no recuerda el pasado está condenada a repetirse (sabias, dolorosas y tristemente reales palabras) –de un modo más escueto en el mensaje de la Unesco, "No recordar la historia es repetirla"-. 


Tras esta visita por el museo nos dirigimos al recinto del cementerio. Al frente se halla la Memorial Gate, detrás hay un altar en el suelo, y sobresale por detrás con 40 m de altura, la Memorial Tower of the May 18th Democratic Uprising. 


Detalle de la Memorial Gate.


Detalle del altar.


Detalles de la torre, como no tenemos ninguna entera he tomado la de la postal que nos regalaron en la entrada. La parte superior representa dos manos levantándose hacia el cielo, simbolizando la resurrección de la vida; el reflejo del sol sobre la torre representa la semilla de la esperanza. 


A ambos lados de la torre dos grupos escultóricos en bronce reproduciendo los hechos de ese día. 


 
Detrás de esta plaza se encuentran el cementerio propiamente dicho, en cuya entrada hay un plano de las tumbas con los nombres. Las tumbas están realizadas a modo de túmulos al estilo clásico, cubiertas de hierba bien cuidada y recortada.


En este cementerio que al tiempo es un homenaje a los luchadores que entregaron su vida por la libertad hay otros lugares para visitar, otros lugares de reconocimiento: una sala con las fotos de los fallecidos, de los héroes de aquella fatídica jornada,  y sobre todo, pero allí no tenía la información (es tan difícil tenerlo todo controlado por más que se quiera y se intente) ni Sonia nos la proporcionó (también fallo nuestro por no preguntar la traducción del mapa en coreano, pero a veces te sientes como un exprimidor de guías humanos), un mural en relieve que cuenta los diferentes movimientos contra la injusticia y la represión en Corea, pero nosotros aquí terminamos nuestra visita. 


En este cementerio se respira tragedia pero al tiempo paz y esperanza, con lo que a pesar de ser un lugar de muerte es un lugar de vida, y han logrado un lugar donde descansen estos héroes que lucharon por la democracia y de alguna manera que se tranquilicen las almas de sus familiares.