20 de marzo de 2013

EEUU - New York - Rincones en un paseo rápido



De amor y pasión


Como no tengo tiempo para hacer un reportaje como se merece una ciudad como New York, aunque en libros e internet hay información para pillarse un buen atracón, mi pequeño homenaje en este momento va a ser un pequeño aperitivo de rincones de New York, la ciudad que nos tiene atrapados el corazón, en la que nos sentimos como si fuera nuestra ciudad de origen y en la que no nos importaría vivir…por lo menos a mí, que seguramente esta sería la vacuna definitiva para amarla para siempre o para dejar de tener esta pasión sin medida. 

No es la ciudad más bonita del mundo, he ido descubriendo que tiene todos los defectos que puede tener una ciudad, pero me gusta pasear por ella, me gusta ver su variedad arquitectónica y sentir su variedad étnica, su continuo crecimiento y desarrollo, conocer su pasado, que es tan reciente que hasta asusta su expansión. Y es por esto por lo que lo llamo amor y pasión, porque a pesar de todos los defectos siempre prevalecen sus virtudes...¿y no es esto el amor, ciego o no? 

Algunos de los lugares de las fotografías no son tan visitados por los turistas o viajeros o paseantes forzosos, pero todos ellos ofrecen una visión amplia de lo que ofrece la ciudad.  De momento, como en una película de suspense, no escribo  ni los nombres ni las localizaciones de los sitios, aunque muchos seguro que los reconoceréis si amáis esta ciudad, tanto si la habéis visitado en persona como de forma virtual.

Sus calles, que siempre son cinematográficas, aunque sea en la oscuridad (ya sé, podría ser cualquier calle de cualquier ciudad, pero no lo es, yo lo sé y ahora también vosotros)


Calles en las que no faltan los vapores salir de los conos tipo “chimenea”, cine en vivo y en directo


Sus puestos callejeros de comidas, de los que destacan algunos hasta en las guías y recomendaciones gastronómicas, formándose una inmensa cola en ellos hasta en los días más fríos


Sus reflejos, unos edificios sobre otros, lo antiguo sobre lo moderno, lo moderno sobre lo más moderno…es una ciudad que no se detiene, no sólo que no duerma


El arte en sus calles, en la que destacan muchas esculturas de color rojo, pero no son las únicas


Por sus parques, por supuesto por el increíble, magnífico, maravilloso... Central Park, por el que nuestros pies no pueden dejar de pisar siempre que vamos, y sentir que nos recarga de energía y de paz


Parque en el que todavía nos queda por conocer muchos de sus puentes, porque todos ellos tienen su nombre


Hay otros parques más pequeños, como el que mira al Hudson, que es una pequeña sinfonía británica


Al norte de Harlem, más que parque es un semibosque


Entre Harlem y Upper West Side un inmenso parque a orillas del río que merece un día de paseo. 


Un parque en Brooklyn que van dejando en su estado natural, lo que lo vuelve a asemejar a bosque


Sus iglesias, incontables, a las que siempre merece la pena conocer y visitar su interior, porque casi siempre se encuentran sorpresas agradables, ya sea en forma arquitectónica o humana


Sus clásicas imágenes, letreros en las fachadas de los edificios y depósitos de agua de los mismos…la vista siempre hacia arriba y no sólo para seguir la figura de los rascacielos


Saben cómo buscar espacios para esos cigarros y comidas al aire libre


El pasado, que estuvo a punto de ser destruido, se ha convertido en un agradable paseo



Se puede dar la vuelta a la isla de Manhattan al lado del agua siempre (el paseo estaba en construcción y creo que se ha terminado)



En el país y en la ciudad más capitalista del mundo hay sitio hasta para una estatua de Lenin


Sus parkings no son leyenda, son reales


Como americanos típicos saben decorar la Navidad como nadie, y no sólo en la Quinta Avenida


Podría seguir y no parar, pero creo que puede valer como pincelada más fotográfica que geográfica y literaria, espero que os haya gustado a pesar de no ser las imágenes más conocidas de la ciudad, pero son por las que nosotros siempre volvemos a ella, por las sorpresas que nos encontramos y nos gustan tanto como nos emocionan.