2 de septiembre de 2019

Botswana - Delta del Okavango - Safari nocturno

Actividad nocturna

Todo ha ido muy rápido desde nuestra llegada a Xaranna Delta Camp, sin tiempo para comer nos fuimos a dar un precioso paseo-safari en bote, y a la vuelta de éste por fin pasamos a la tienda-habitación para conocerla, pero de nuevo tenemos poco tiempo, hoy es el día de no parar. Colocamos nuestra ropa, mira que fortuna que tenía que ser poca por exigencias de vuelos y esto se hace rápidamente, nos duchamos rápidamente y ahora sí, nos vamos a cenar, que ya es hora de comer algo de verdad.

Para después de cenar nos han ofrecido hacer un ¡safari nocturno!, pues claro que sí, nos apuntamos sin dudar, que tiene que ser toda una experiencia, aunque la verdad impresiona salir a esa oscuridad abrumadora, oscuridad que es esclarecida por las luces del coche y sobre todo por la linterna de Tolen, el tracker, es decir, el buscador de huellas, que va sentado en una silla en el capó del coche, ¡madre mia!, impresiona mucho el verle sentado ahí en la noche. 


Primero cruzamos el puente de madera, a ambos lados agua que no se ve. 


Luego por los caminos de tierra, en los que te puedes encontrar cualquier animal en cualquier momento, aunque supongo que el ruido del motor les hará esconderse, a pesar de que se hayan acostumbrado a estos animales grandes y sus sonidos. 

 

Lo primero que vemos es un búho, pero es difícil decir su familia (posiblemente guía y tracker lo dijeron, pero no era momento de escribir nada y de memorizar tampoco), además da pena que le iluminen con el foco (la verdad es que es un momento, el justo para el disparo fotográfico y que no se vea nada en la foto) y le desconcentren de su sueño o de su vigilia alimenticia. 


Una hembra de kudú, que así en solitario nos parece presa fácil para sus depredadores. 


Un águila pescadora, a la espera de la mañana. 


Apareció una civeta que se escondió más rápidamente de lo que podemos hacer una foto (la hay, pero más movida que el águila). Y también salieron a saludar unos hipopótamos, que también se escondieron. 



Y un animal que no se esconde tan rápidamente, pero que no le ha gustado ser localizado, una hiena, que impresiona el encontrarla a estas horas nocturnas. 


No hemos tenido mucha suerte viendo animales, pero la experiencia ha sido magnífica; y además no creo que me hubiera encantando ver leones en esta oscuridad en busca de presas (esto puede ser) o en plena cacería (esto seguro que no).