Al norte de Nan Paya se encuentra Manuha Paya, que lleva el nombre del 
rey mon de Thaton capturado por Anawrahta al no querer entregarle las 
enseñanzas budistas. En el exterior vemos la campana y los puestos 
planetarios, alojados en esta ocasión en una curiosa torre, una nueva sorpresa. 
Al
 entrar por el anexo moderno lo que llama la atención es un gran cuenco 
de limosnas; parece ser que como refrán en Bagan a la persona que come 
mucho se le apoda “cuenco de Manuha”, palabra de nuestro guía Myo. 
En la entrada al santuario destaca el mensaje de bienvenida realizado con azulejos. 
La
 leyenda cuenta que Manuha, “el rey cautivo”, construyó esta pagoda en 
1059, tras ser liberado después de pasar diez años en prisión, y que su 
diseño refleja su estado de ánimo. Por ello, la imagen de Buda sentado 
está comprimida entre las paredes del santuario, aunque sí que parece 
más leyenda que realidad, ya que por ejemplo los budas de Hpo Wing Daung
también están comprimidos en sus cuevas y no tienen nada que ver con 
Manuha, o no conocemos la relación. El techo del santuario se derrumbó durante el terremoto de 1975,
 y tanto el lugar como la imagen tuvieron que ser restaurados. 
Junto
 a este gran Buda hay otras dos imágenes en habitaciones anexas, de 
menor tamaño pero también comprimidos entre las paredes. El santuario central está rodeado de un pasillo estrecho, con entrada estrecha ya que la gran imagen ocupa casi todo el espacio, y por él se llega a las otras imágenes. 
Salimos de este santuario y caminamos por el exterior del complejo, pasando junto al bonito gong. 
La
 verdad es que no nos fijamos demasiado en la factura arquitectónica del
 edificio, o nos llamó tanto la atención porque hay escasez de fotografías. 
En otro santuario hay una imagen de Buda reclinado, por supuesto también comprimido entre las paredes, claramente la importancia está en el interior.
Su localización:













