28 de febrero de 2013

Corea del Sur - Gyeongju - Estanque Anapji



Un tesoro en el estanque

Sonia decide que tras nuestro paseo y paseo por la tumba Gwaerung haremos una visita extra, al estanque Anapji (1.000W), estanque artificial localizado en un jardín que fue el más extenso del reino durante la dinastía Shilla, y donde la familia real pasaba el tiempo de ocio. En el recinto existían varios pabellones, pero el conjunto construido en el año 674 se quemó en el año 935 y sólo ha quedado una pequeña sección, con lo que poco a poco se van reconstruyendo los edificios.


El nombre original del estanque era Wolji, pero en el siglo XVI, durante la dinastía Joseon, recibió su nombre actual, Anapji.


La excavación arqueológica ha confirmado la existencia de 26 edificios así como varios lugares de otras estructuras alrededor de ellos y del estanque. Cinco de estos edificios se situaban en la orilla oeste del estanque, de los cuales se han reconstruido tres basándose en los datos disponibles de la arquitectura durante la dinastía Shilla; que en los pocos carteles explicativos no figuraban con nombre, sólo están registrados de momento con números. Los otros 23 edificios han sido marcados con porciones de base de columnas simulando los originales. 

En el pabellón Imhaejeon, no reconstruido todavía, probablemente tuvo lugar la rendición del reino de Shilla al reino de Goryeo en el año 935. El pabellón formaba parte del palacio Banwolseong, el palacio de la Media Luna, situado al noreste del estanque y era utilizado como salón de banquetes para los dignatarios del rey y los súbditos nobles. 

Este es uno de los tres pabellones reconstruidos.


En su interior hay una maqueta en madera y a escala 1:15 del puente Woljeonggyo, construido en el año 760, parte de una estructura tipo galería que constituía la entrada a la fortaleza Banwolseong. Esta maqueta ha sido realizada para servir de ayuda en la reconstrucción del puente. Las medidas del puente son 63 m de largo, 9 m de ancho y 9 m de alto; con lo que si ya es impresionante y bonita la maqueta, cuando esté terminado va a ser una increíble obra de arquitectura que no habrá que perderse.

Imposible tomar una foto completa y buena de la maqueta por los reflejos de los cristales, la luz natural y los turistas pero aunque no se vea en su totalidad si se percibe su profundidad. 


Detrás de este pabellón se encuentra otro que está siendo rehabilitado. 


El estanque Anapji, que significa “el estanque del lago y el ganso”, fue ordenado construir por el rey Munmu, el rey responsable de la Unificación de Shilla y está diseñado para que no se pueda ver en su totalidad - esto me recuerda a las piedras del jardín zen del templo Ryoan-ji, que nunca se podían ver sus quince piedras a la vez te pusieras donde te pusieras-; parece que a los asiáticos les gusta jugar al despiste. En el jardín se plantaron flores y árboles poco comunes, así como se introdujeron criaderos de aves y animales. 

El estanque fue drenado en 1974 y con ello se descubrió que en sus aguas guardaba un tesoro oculto de más de 15.000 piezas de la dinastía Shilla, que ahora se exhiben en el Museo Nacional de Gyeongju


En el césped brillante de verde y cuidado al milímetro -a pesar de las pisadas de los visitantes- se pueden ver las bases de los pilares que todavía no han sido reconstruidos, pero ofrecen una idea de su situación y tamaño.


El último de los pabellones reconstruidos tiene un menor tamaño y está rodeado por una barandilla de piedra por el lado que asoma al estanque. 



Hacia la izquierda, pero no dentro de este recinto, se encontraría la fortaleza Banwolseong, hoy restos -casi nada- de ella, y ahora hay una plantación de lotos entre los que la gente está disfrutando de un paseo, que nos parece agradable y en este momento se nos antoja hacerlo si podemos al final de la visita del estanque Anapji.


Giramos por el paseo que rodea el estanque para ver los pabellones de frente, y de nuevo descubrir sus reflejos en el agua, con andamios y sin ellos. 



Paseamos por el agradable jardín-semibosque del estanque y recinto.



Nos situamos en la orilla este del estanque. 

Hay una teoría que dice que los promontorios e islas del estanque forman el mapa de Corea y sus países vecinos, con la gran península en la parte superior del centro representando la propia península, la isla de Jeju-do al sureste, la gran isla de Kyushu de Japón al este y al suroeste Taiwán…yo no veo ni vi nada, pero por lo que parece a Corea la han intentado dibujar en varios estanques en el país, con mayor o menor fortuna y hasta con dudas teóricas sobre su realidad; tampoco tuvimos fortuna con el Estanque de la Unificación en nuestra visita a la DMZ, que estaba seco. 


El corto paseo termina junto al canal de agua del que se abastece el estanque.


No es el lugar más hermoso de los que hemos visto pero con imaginación se puede ver un jardín con pabellones que sin llegar a equipararse con el asombroso en extensión y arquitectura del Biwon del palacio Changdeokgung, cuando esté reconstruido se convertirá en un agradable lugar. En internet además se pueden ver fotos del estanque iluminado por la noche y realmente merece un paseo nocturno.

Un mapa del complejo del estanque en la actualidad, que es un lugar de los preferidos por los novios para realizar las fotos de antes de la boda, que les gusta mucho preparar en Asia, como ya conocimos en Hoi An y en Saigón, en Vietnam. Esta pintura habrá que ir modificándola según se vayan reconstruyendo pabellones.




27 de febrero de 2013

Corea del Sur - Gyeongju - Gwaerung



La tumba de un rey

Después de la visita al templo Bulguksa Sonia nos propone que paremos ahora para comer y como siempre, nos parece bien, la hora de la comida para nosotros es una de las mejores, una de las experiencias del día, pero hoy no estamos de suerte…en principio. En el primer restaurante que paramos, que tenía una pinta estupenda por fuera y por dentro, daba muy buen feeling con un buen ambiente gastronómico estaba completo, con lo que Sonia y Lee Sok  tuvieron que improvisar y buscar otro restaurante. El elegido tiene una especialidad, el tofu, y yo precisamente no soy adicta a este alimento, pero como la cosa estaba como estaba decidí que me la jugaba a apartar tofú del plato y a comer lo que fuera posible. 


Sonia juega muy bien las cartas, las del menú claro, y hace una elección en la que nuevamente salimos satisfechos y bien comidos. 

Para compartir una impresionante y sabrosa jeon, una pseudo-tortilla con cebolla y calamares. 


Hoy el kimchi viene en sopa, y picaba sí, picaba bastante pero estaba muy rico; en el caldo tropezones de tofu que sabiamente aparté. Era una versión sencilla de kimchi jjigae, ya que no llevaba ni cerdo ni marisco, que se suele hacer con kimchi viejo, ya que está más fermentado. Esto es un cursillo acelerado de kimchi.


No faltan los banchan, esos platillos de acompañamiento que tanto nos divierten y gustan: trozos de calamar con una salsa parecida a la mayonesa, algo más ligera, no sé si por los ingredientes o por el modo de elaboración; las pequeñas setas; unos trozos de jeon (no nos importa repetir); guindillas verdes picantes; y algo entre hamburguesa y filete ruso, muy rico. 


De plato principal, Sonia pide, principalmente para nosotros pero que repartimos, algo parecido al donkatsu, un plato de origen japonés, que es una chuleta de cerdo empanada y frita, la diferencia es que la de hoy es de carne picada. Lo gracioso es que va acompañada de kétchup. Otro detalle diferente, es que le acompaña en el plato una bola de arroz, que en esta ocasión no viene presentado en su cuenco aparte (como podéis ver en la fotografía ya habíamos comenzado a mover las mandíbulas cuando nos dimos cuenta que nos faltaba hacerla...upppssss)


El señor que nos atendió en la comida se mostró muy intrigado por nuestra procedencia, de nuevo el sonido del español le parece extraño y no lo identifica, con lo que pregunta a Sonia nuestro origen y se queda asombrado, ¡oh, España!

Tras la comida, emprendemos de nuevo la ruta de visitas. En los alrededores de Gyeongju y no muy lejos de la gruta Seokguram y del templo Bulguksa se encuentra Gwaerung (entrada gratuita; mirar mapa), supuestamente la tumba del rey Wolseon, el trigésimo octavo rey de la dinastía Shilla (785-798) que fue el iniciador del sistema de exámenes civiles llamados dokseochulsingwa, a través de los cuales se reclutaba a los funcionarios del gobierno. 


En el camino hacia la tumba, a ambos lados del mismo, hay unas figuras de piedra, funcionarios civiles y militares, y leones de piedra, erigidos simétricamente y cuya función era (y es) proteger la tumba. La fotografía está tomada desde la tumba para abarcar las diez figuras, aunque sea en la lejanía.


Algunas de estas figuras: la primera y la segunda corresponden a un oficial militar, un muinseok, la segunda corresponde a un funcionario civil, un muninseok y el resto son los leones de piedra, llamados dolsaja







Tras el paseo escoltado se llega a la tumba, que mide 70 m de circunferencia, 21,9 m de diámetro y 7, 7 m de altura. 


Al frente de la tumba hay un altar donde se realizaban servicios rituales. 


La tumba está protegida por una barandilla de piedra, y en la base del túmulo hay un pequeño muro también de piedra en el que están grabados los doce signos del zodíaco oriental. 



Además parte del túmulo está rodeado por un pequeño foso.


Gwaerung significa literalmente “tumba colgante”, y recibe este nombre porque según una leyenda, cuando la tierra fue excavada para su construcción el agua permanecía en el terreno, por lo que el ataúd tuvo que ser colgado en el interior del túmulo para protegerlo. 


Aprenderemos algo más sobre estas tumbas en Tumuli Park de la ciudad de Gyeongju, aunque esta tumba es especial por su conjunto escultórico que ejerce de guardián.


25 de febrero de 2013

Corea del Sur - Gyeongju - Templo de Bulguksa



La tierra de Buda

Desde la gruta de Seokguram se puede llegar andando, por el que supongo un agradable y bonito sendero de unos 4 km, hasta el Templo de Bulguksa (4.000W), al que nosotros llegamos en coche, que es menos placentero visualmente pero más cómodo. Al igual que la gruta, la construcción se realizó bajo la supervisión de Kim Dae-seong: la gruta para los padres de su vida pasada, el templo para sus padres vivos.

El templo se encuentra a 16 km de la ciudad (mirar mapa), en la ladera occidental del templo Tohamsam, y es uno de los templos más famosos de Corea, tanto por ser un testimonio de las técnicas utilizadas por los arquitectos de la dinastía Shilla como por la intensidad de la fe budista que se respira en él. 

La construcción del templo original, un pequeño templo, comenzó alrededor del año 528, siendo ampliado desde el año 750 al 774, para terminar siendo reformado durante la dinastía Goryeo y la dinastía Joseon (así que todas las dinastías gobernantes del país pasaron por este templo). 

El conjunto llegó a contar con más de 80 edificios pero fue destruido por los japoneses en 1593 al ser utilizado como base de la milicia de voluntarios, reconstruyéndose en el largo período de 1604 a 1805. Posteriormente, de nuevo aparecen los japoneses, y durante su dominio colonial, de 1910 a 1945, sustrajeron importantes tesoros del templo. Curiosamente el templo servía como centro para la protección del país de la invasión extranjera…las ironías de la fe. 

Tras la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea se llevó una importante reestructuración de 1966 a 1973, que además conllevó importantes investigaciones arqueológicas. Todos los edificios de madera son reconstrucciones, sólo las estructuras de piedra (puentes, escaleras, pagodas y linternas) son las originales. En 1995 fue designado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.


El templo está edificado sobre una serie de terrazas de piedra y parece que surge de la naturaleza. 

Tras la primera puerta de entrada, un paseo que conduce a puente sobre el estanque Banya Yeonji


La segunda puerta está custodiada por los Cuatro Reyes Celestiales con sus colores algo gastados. 



En el camino se encuentra la típica tienda de souvenirs budistas y generalistas así como la de comprar las tejas personalizadas para finalmente llegar a la tercera puerta de acceso al templo, pero aquí comienzan las variaciones respecto a los demás templos visitados.

El templo está dividido en dos partes separadas por un terraplén, que separa la tierra de Buda, Bulguk, en la parte superior, de la tierra mundana, en la parte inferior; ambas conectadas por dos escaleras-puente doble, que están consideradas como esculturas más que obra arquitectónica. 


La entrada al templo se realizaría por una escalera-puente de 45º de inclinación, construida en el año 750. La escalera tiene 33 escalones, que corresponden a los 33 pasos hacia la iluminación. El puente inferior, Cheongungyo, Puente de la Nube Azul, mide 6,3 m de largo y tiene 17 escalones; el puente superior, Baegungyo, Puente de la Nube Blanca, mide 5,4 m y tiene 16 escalones. La escalera conduce a la puerta Jahamun, la Puerta de la Niebla Púrpura. Si escrito suena bien, eso me parece a mí, además aderezado con esos nombres tan etéreos, en vivo y en directo es realmente bello.


La razón de llamarlas escaleras-puente es porque originalmente había un estanque bajo el terraplén y parte de Cheongungyo se encontraba sumergido. 


Por estas escaleras-puente no se puede acceder dada su condición de esculturas y su denominación como Tesoro Nacional, por lo que rodeamos por la parte derecha del complejo y accedemos al templo por una puerta lateral. 




El complejo del templo se centra principalmente alrededor de dos patios, a los que se accede de forma directa por las escaleras-puente, y de otros dos patios pequeños en la parte trasera. 

Un mapa del templo para entender mejor las palabras confusas. 


Entramos por el corredor que bordea el patio al que se accedería por la escalera-puente de los puentes Cheongungyo y Baegungyo, a nuestra izquierda queda la puerta Jahamun. 


Los colores dancheong tienen su propio significado: el azul representa a la primavera, el rojo al verano, el blanco al otoño, el negro al invierno, el amarillo el cambio de estaciones y el granate la armonía. Esto de los significados de los colores me causa confusión, parece que pueden significar aquello que se quiera, estaciones del año, elementos de la naturaleza, puntos cardinales...



Desde lo alto de la puerta Jahamun se pueden observar las escaleras-puente de Cheongungyo y Baegungyo. 

 
En este patio se hallan dos de las más bellas pagodas de Corea, ambas construidas alrededor del año 751. Fueron construidas para los padres vivos del responsable de la construcción del templo, Kim Daeseong, por lo que esta puede ser la razón por la que una, Seokgatap, sea más bien masculina, y la otra, Dabotap, tenga rasgos femeninos. Ambas han sido designadas Tesoro Nacional y de las dos existen reproducciones en el exterior del Museo Nacional de Gyeongju.


Las pagodas fueron construidas por un picapedrero, Asadal de Baekjae, que dejó a su joven esposa en casa mientras él se encargaba de dirigir los proyectos de construcción y llegó a estar tan inmerso en ellos que descuidó a su esposa. Cuando ella fue a verlo no la dejaron pasar, ya que a las mujeres en aquella época no se les permitía la entrada al templo.

La esposa entonces se dirigió al Estanque de la Sombra donde podría ver el reflejo de la figura de su esposo, y cuando ella miró hacia el agua vio la pagoda Dabotap terminada pero a nadie a su alrededor, con lo que angustiada ante un posible abandono, se tiró al estanque y se ahogó.

Lo que no sabía ella era que su marido había terminado Dabotap y había comenzado la construcción de Seokgatap, y por esta razón Seokgatap es conocida como la pagoda sin sombra, porque la esposa de Asadal no pudo verla reflejada en el estanque.


La pagoda Dabotap, es la pagoda de los múltiples tesoros, tiene 10,34 m de altura, consta de tres pisos y es la más adornada de las dos, con un diseño que no se encuentra en otros países budistas. Representa la complejidad del mundo.

Tiene una escalera en cada uno de los lados de la base, y de los supuestamente cuatro leones de piedra que custodiaban el primer piso sólo queda uno, encontrándose uno de los que faltan en el Museo Británico (no sé porqué pero no es de extrañar que estuvieran en manos británicas aunque en la página web del museo no figura, y según otras fuente se desconoce el paradero de estos leones y si realmente eran cuatro).



Cuatro pilares cuadrados soportan el primer tejado sobre el que se asienta una barandilla cuadrada y dentro de ella se encuentra el cuerpo de la pagoda, sobre el que se levanta un segundo techo octogonal rodeado por una barandilla igualmente octogonal, para continuar con ocho pilares con forma de bambú que soportan una piedra octogonal con forma de flor de loto con dieciséis pétalos tallados. Por encima ocho pilares sujetan el último tejado octogonal y sobre él se alza el remate en forma de torre. 


Esta pagoda se puede ver en las monedas de 10W.


 Fuente: uCoin.net
La pagoda Seokgatap tiene un diseño más simple y básico, típico del periodo de Shilla Unificado, con 8,2 m de altura consta de tres pisos. Representa el ascenso espiritual según las reglas establecidas por el Buda Sakyamuni, el fundador histórico del budismo.

A diferencia de Dabotap no presenta decoraciones externas y la parte superior, algo más compleja, se añadió en 1973. 


En el suelo, rodeando la pagoda, hay ocho flores de loto esculpidas en piedra. 


En 1966 los monjes del templo se despertaron con el ruido de una explosión con dinamita, para descubrir que los ladrones habían forzado la pagoda para robar en su interior, pero huyeron antes de poder robar cualquiera de los tesoros, pero los monjes descubrieron su precioso tesoro: sariras (un relicario que contiene los restos de un monje ilustre o de un miembro real); una imagen en bronce; un espejo en bronce; una pagoda de madera en miniatura; seda; perfumes; joyas con forma de “coma” llamadas gogok, y de gran importancia -utilizadas generalmente en coronas reales, como las que se pueden ver en el Museo Nacional de Gyeongju; el supuestamente más antiguo ejemplo de bloque de madera impreso, de 620 m de largo y 8 cm de ancho, con un promedio de ocho o nueve caracteres por línea, que se encontraba en bastante mal estado por la oxidación, siendo restaurado en la década de 1980 (con estos bloques de madera impresos tendremos un acercamiento mayor y mejor en el maravilloso templo Haeinsa y su Tripitaka Koreana).


Entre las dos pagodas y frente a la puerta Jahamun se halla una linterna de piedra.


Detrás de la linterna y en teoría dominando el patio, que yo creo que lo dominan las pagodas, se encuentra el Daeungjeon, el Pabellón de la Gran Iluminación, cuya decoración se realizó durante la dinastía Joseon. 


No se pueden realizar fotografías del interior, pero allí no había nadie que respetara la prohibición, cámaras y tabletas por doquier, y absurdamente nos contagiamos al saltarnos la prohibición (siempre hay tiempo y lugar para escribir con renglones torcidos, aunque no será la última vez, y entono el mea culpa y nuestras disculpas).  La imagen del Buda Sakyamuni en actitud de enseñanza está escoltada por un Boddhisattva y un discípulo a cada lado.


A ambos lados del santuario Daeungjeon hay dos corredores abiertos por los que se cruza y accede al segundo patio. La primera foto desde el primer patio, la segunda foto desde el segundo patio.


 
En este patio se sitúa Museoljeon, el Salón de las No Palabras, que recibe este nombre por la creencia que las enseñanzas de Buda no podían ser transmitidas solamente por las palabras, sino que también deben salir desde dentro, por el camino de la meditación. Es uno de los edificios más antiguos del complejo, datado alrededor del año 670 (antes que la construcción del templo, fechada en el año 751). Por esto es un salón de lectura de sutras.

Es uno de los edificios más antiguos del complejo, datado alrededor del año 670, pero sufrió varias restauraciones y reparaciones, hasta que en 1973 se le devolvió a su forma original. 

En su interior, no fotografiable también y seguimos incumpliendo normas, la imagen de un Boddhisattva. 



Detrás de Museoljeon el terreno vuelve a ascender y subimos hasta el punto más alto del complejo del templo. Hay dos escaleras, a la derecha y a izquierda, nosotros subimos por las primeras.


Estas escaleras conducen al patio donde se encuentra Gwaneumjeon


En su interior se encuentra la imagen del Boddhittsava de la Perfecta Compasión, conocido como el que escucha los gritos del mundo, siempre está dispuesto a ayudar a los que sufren por lo que es muy popular entre los fieles, y aunque la estatua es llamativa por lo deslumbrante, lo que realmente llama la atención es la mandala detrás de ella.


Hacia la izquierda hay otro patio, al que conducen igualmente las escaleras de la izquierda que se encuentran detrás de Museoljeon, donde se halla Birojeon


En su interior se aloja la estatua en bronce del Buda Vairocana en posición sentada, que mide 1,77 m de altura y sobre su cabeza lleva el usnisa, el símbolo de la sabiduría suprema. El dedo índice de la mano derecha está semitapado por la mano izquierda, este es el modo de representar al Buda de la Ilustración, ya que el Buda Vairocana es la Verdad, la Sabiduría y el Poder Cósmico. Lástima que mi memoria no es capaz de retener esta información, y con los Budas sigo en permanente confusión.


En el patio también se encuentra un pequeño pabellón que alberga una sarira pagoda, que para mí tiene apariencia de linterna de piedra, que mide 2, 1 m de altura. Fue construida durante la dinastía Goryeo pero con la influencia del arte de la dinastía Shilla. 

Durante el periodo colonial japonés la pagoda fue llevada a Japón por un tiempo, pero se devolvió en 1933 y fue restaurada.Si todo el arte que anda por el mundo en los lugares que no corresponden volviera a sus lugares de origen...


La columna que soporta el cuerpo principal está decorada con motivos de nubes, y en esta parte principal, la parte cilíndrica, están grabadas las figuras de Buda, Boddhisattva y Sinjang (guardián de la orden Avatamsaka). Ciertamente es estéticamente llamativa y muy bonita, además de original con su trabajo de talla. 

Se cree que contenía los restos de ocho monjes o incluso se sospecha de los de una reina. 


Salimos por la puerta cercana a esta sarira y en el camino nos encontramos con las pagodas de piedra como las del templo Tapsa del Parque Provincial de Maisan, pero en su versión maqueta digamos. 


No hay un lugar donde no haya un montón de piedras apiladas, y gente que intenta colocar su propia piedra, pero no hay ninguna suelta en el camino, para conseguirla habría que desmantelar cualquiera de estas pequeñas pagodas y construir la propia o traerse la piedra de casa. 


Es increíble y asombroso el mundo de piedras acumuladas por doquier. La teoría es que el colocar estas piedras trae la esperanza de cumplir un deseo, y estos montones pueden ir creciendo con los deseos de nuevas personas. Y ahora entendemos más y mejor cuando en países asiáticos, y creo que incluso en alguna ciudad europea, en algún parque, hemos visto estos montones de piedras apiladas.


Cualquier lugar es válido para tener deseos y esperanzas y colocar las piedras para esperar sus flores y frutos. Parece increíble lo bonitos y llenos de fe que se ven estos montones de piedra, supongo que será el lugar, el ambiente...Buda.  


Pasamos al lado de Nahanjeon, donde se encuentra la figura de Buda con los arhats.


Desde aquí se saler al lugar donde está marcado con las bases de las columnas el sitio donde se alzaba Beophwajeon, del que no sé si hay planes para reconstruirlo, aunque yo apostaría a afirmativo, ya que en Corea se ha restaurado todo lo posible en templos y palacios. 


Entramos en el último patio del complejo del templo, que aloja Geuknakjeon, el Salón del Gozo Supremo o de la Tierra Pura.


En el patio destacan una linterna de piedra y sobre todo la figura de un verraco en bronce, que está pulido y abrillantado por el sobe de los turistas, pero desconozco su finalidad y sus poderes, pero conseguir esta foto sin manos tiene el mérito a la paciencia y al ojo avizor porque el animalito estaba sufriendo acoso. 


Vemos a los visitantes hacer fotos hacia el interior del alero del tejado y aunque es muy normal hacer fotos de ellos, por su forma y colorido que te cautivan, hay algo que es diferente en sus poses y sonrisas. Detrás del letrero del pabellón se puede ver la figura de un verraco en madera. 


En el interior se halla la estatua de Buda Amitaba, el Buda de la Luz Cósmica, de 1,68 m de altura, datada a comienzos del siglo XI. Suena futurista el nombre de este Buda.


Desde este patio asoma el techo del Daeungjeon. 


En el patio se encuentra la puerta Anyangmun, la Puerta de la Paz, que es la que realmente da el acceso al Geuknakjeon. La puerta es la derecha en la fotografía.



Desde ella se ven las otras escaleras-puente, Yeongwagyo, Puente de la Nube Azul, la escalera inferior de 10 escalones que mide 2,31 m de alto y 1,48 m de ancho, que era conocido por un delicado labrado de flores de loto y que con el tiempo y el paso de los peregrinos ha desaparecido; y Chilbogyo, Puente de los Siete Tesoros, la escalera superior de siete escalones que mide 4,06 m de alto y 1,16 m de ancho. Esta escalera-puente tiene el mismo grado de inclinación que la otra, 45º, pero la diferencia entre ambas en que esta tiene un número menor de escalones. 


Salimos del complejo de patios por el lado contrario por el que entramos y así poder ver esta escalera-puente y la puerta Anyangmun desde abajo. 



Entre las dos escaleras-puente se encuentra Bomyeongru, el Pabellón de la Campana de Brahma, con la característica que el pilar de piedra de la plataforma se realizó imitando la forma del monte Sumeru, una montaña imaginaria de las leyendas budistas que está considerada como el centro del mundo y de los 33 cielos. 



Cuando se construyó este pabellón alojaba una campana, ahora alberga un tambor sobre una tortuga, curioso cómo la tortuga aparece para todo, y no solo para lápidas de homenaje a los monjes. Se puede ver desde el patio de Daeungjeon. 


En el camino de salida vemos unas columnas de piedra, Sonia no sabe su uso, pero por la información que encontré creo que son las llamadas Jinju, que se empleaban para colocar un mástil y una bandera budista entre ellas. 


A la derecha de las segundas escalera-puente se encuentra el Pabellón de la Campana, el que siempre se encuentra aislado en los templos. 


Que sí aloja una campana en su interior. 


Finalizamos la visita al templo, que nos ha sorprendido gratamente teniendo en cuenta que templos llevamos unos cuantos visitados, cada uno con sus características y arquitectura particular. Personalmente creo que es uno de los más hermosos por los detalles, y que si se puede visitar con menos gente no sé si se sentirá el budismo entre sus piedras y maderas, pero seguro que algo de paz espiritual se siente.