Animales,
animalitos y animalotes
Al lado del acuario se
encuentra el Sydney Wildlife World, que en principio resultaba interesante pero que está en una profunda y contempla rehabilitación y por eso no lo es como debería,
ahora con animales terrestres, donde el rey es sin lugar a dudas el perezoso,
dormilón, simpático koala, que ofrece multitud de imágenes.
Como no podemos visitar este
zoo ya desde la
agencia nos avisaron que nos regalarían una foto con un koala, que no fue fácil
hacerla, porque a pesar de su pereza se movía continuamente. Su pelo es algo
áspero y yo me la imaginaba más suave, más tipo peluche, aunque supongo que esto es para
protegerse de estar todo el día en los árboles, en los eucaliptos para ser exactos.
En la pequeña zona donde se
encuentran los koalas, creo recordar que tres, y supongo que colocados aquí
para uso y disfrute de los turistas, había un pequeño pájaro con muy mal humor,
cada vez que se abría la puerta él intentaba salir y no de buenas maneras, que
se lanzaba con el pico preparado para picarte.
Otra compensación con la que
no contábamos era la posibilidad de tocar animales no tan agradables como el
koala, pero solo tocar, nada de sujetar nosotros. Una suave y fría serpiente,
¡¡que linda es!!
La segunda parte de la foto no debería publicarla, atenta contra mí misma, pero las cosass son como son. ¡¡¡Quita bicha, ni te me
acerques!!!
Algo que asemeja más a
iguana que a lagarto, pero de la misma familia que asusta un poco aunque parece pacífico y tranquilo.
Y de este sí me acuerdo de
su nombre, el lagarto de lengua azul, pero afortunadamente no me la enseñó
directamente, si no le enseño la española de lengua roja.
Nos dieron con un canto en
los dientes porque no pudimos ver ni un solo canguro, los únicos que pudimos
ver fue al asomarnos desde el piso-terraza donde estábamos que estaban ansiosos
esperando su comida. Os presento al gigante canguro rojo, y madre mía que si
era gigante, este bicho se te planta de pie y parece un bigfoot.
Pero era muy simpático
cuando se iba pegando sus saltos, aunque diera la sensación que todos juntos
podrían provocar un terremoto.
Como ya está todo hecho
pensábamos que nos marcharíamos, pero los chicos del Wildlife tenían una
sorpresa por aquello de compensar la no visita, un pequeño teatrito con
espectáculo.
Trabajan con los típicos
loros o cacatúas. Creo que esta es Galah.
Pasaban muy cerca de
nuestras cabezas continuamente, como en todos los espectáculos de este tipo. Esta es la Red tailed black cockatto, pero más
que red es orange en su cola.
Lo curioso es que también
utilizan una bonita lechuza, ¿Dónde miras bonita? No tiene músculos en los ojos
por tener los ojos tan grandes, puede girar la cabeza 260º (la cotilla casi
perfecta) y lo que come se lo traga todo entero (como no se le van a quedar los
ojos abiertos).
Entre pájaro y pájaro
hicieron partícipe a nuestra guía, con más miedo que otra cosa, para descubrirnos a una
araña y a un escorpión.
El show termina con la
participación de dos del grupo, entre ellos la que escribe que no es capaz de decir que no. Se trata de un concurso para hacer
de gallo-gallina, en la que pierdo de forma estrepitosa pero con honor y nada
de dignidad.
Como resumen, pues que
estuvo bien, gracioso y los chicos se lo curraron, sobre todo el del escenario
porque sus compañeros se lo pasaron genial riéndose de él desde los asientos, pero
sinceramente, con la foto del koala, que nos enseñaran unos animalitos para
conocer algo de la fauna ya hubiera estado bien, que llegar a Sydney cuesta
mucho (tiempo y dinero) y hay cosas más importantes que ver antes que hacer de gallina, aunque cierto es
que nos echamos unas buenas risas.
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