Un
país honra a sus soldados
St Mary's Cathedral queda
frente a Hyde Park, el parque central de Sydney, que fue en su día un hipódromo
y donde se jugó el primer partido de críquet en 1803, que fue bautizado como su
homólogo en Londres por el gobernador Macquarie en 1810, y que no tiene nada
que ver con el londinense. La primera gran diferencia es que está cortado por
una calle, Park St, y además más que una gran extensión es principalmente una
avenida arbolada con detalles en algunos puntos.
La valla que lo rodeaba
señalaba el fin de la ciudad y era el lugar de entretenimiento de lar tropas de
guarnición. En la actualidad es más pequeño de lo que era.
Entramos al parque para
encontrar primero la Archibald Fountain, una fuente que conmemora la alianza
australiano-francesa durante la Primera Guerra Mundial.
Paseamos por su avenida
central de norte a sur y al llegar casi al cruce de Park St, a la derecha se
encuentra el Sandringham Garden, dedicado a los reyes George IV y George V, que
fue inaugurado por la reina Isabel II en 1954.
Cruzamos Park St y la nueva
avenida arbolada, más pequeña que la anterior, conduce al Anzac War Memorial, un
memorial art déco en memoria de los muertos en la Primera Guerra Mundial.
Cuando llegamos está
cerrado, y la verdad es que parecía que no era visitable, de lo bien cerrado,
guardado y protegido que se veía, pero ya que lo visitamos al día siguiente,
sigamos con la creo buena costumbre por aquello de ir barriendo las zonas de conocerle.
Ante una de las entradas,
tiene cuatro aunque solo una habilitada, hay un estanque, desde el que
seguramente se puedan realizar bonitas fotografías del reflejo del edificio,
pero no es nuestro caso, bien por la hora bien por las prisas o por el recorrido que realizamos no tenemos una de estas en el álbum físico, que no de la memoria.
El edificio tiene 30 m de
altura, fue construido en 1934 por un joven arquitecto de 29 años, Bruce
Dellit, siendo el trabajo escultórico obra de Raynor Hoff. Las esculturas
exteriores representan acontecimientos de la guerra, soldados o grupos de
soldados. Encima de las entradas hay bajorrelieves de bronce que representan
las actividades y campañas de las Fuerzas de Infantería Australianas (Gallipoli al
este).
Los nombres de las batallas
se encuentran grabados en el interior que es circular a pesar de su forma
externa.
La cúpula está salpicada de
estrellas, una por cada uno de los 120.000 soldados (hombre y mujeres) de Nueva
Gales del Sur que sirvieron en la Primera Guerra Mundial, de los cuales
murieron 21.000 y 50.000 fueron heridos, entre muchos tuvieron secuelas psicológicas.
Cuando se construyó el
Memorial se salía de la Gran Depresión, con lo que había falta de fondos y se
aceptó que las estrellas fueran vendidas, 20 centavos cada una, aunque no todas
se vendieron, pero fue una inyección extra de recursos monetarios.
En el segundo piso arde la
llama eterna en recuerdo de los caídos en la guerra.
Desde el segundo piso, Hall
de la Memoria, apoyados en la balaustrada se contempla el primer piso, Hall del
Silencio, donde destaca una impresionante escultura (flexible, dolorosa,
entregada…increíblemente bella en este dolor) que representa el Sacrificio. Al tener que mirar desde arriba hacia
abajo se logra que con la cabeza se esté realizando una reverencia.
Desde el piso inferior se
accede a un pequeño museo de las contiendas del ejército australiano por el
mundo y por la historia, por medio de fotografías, paneles explicativos y
objetos. Entre estos últimos un curioso juego de cartas de actualidad reciente.
Para terminar la visita de
Hyde Park, en la esquina de Liverpoll St y College St se halla Emden Gun, que
conmemora la acción naval en la que el buque de guerra Sydney destruyó al alemán Emden
en las islas Cocos el 9 de noviembre de 1914 e hicieron prisioneros a 180
miembros de la tripulación. No hará falta decir que es un cañón del Endem.
Desde Hyde Park salimos a
Liverpool St para luego coger George St y subir andando hacia el hotel, viendo
en el camino algún edificio interesante, pero como fueron vistos repartidos en
varios días los concentraré más adelante todos juntos, para un mejor recorrido
por esta zona.
En nuestra cena de hoy seguimos con la cata de cervezas nacionales y de Tasmania.
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