15 de julio de 2014

Irlanda - Dublín - Marsh's Library



Una librería con encanto
Terminada la visita de St Patrick´s Cathedral, tomamos una calle pequeña detrás de ella, St Patrick’s Close, en la que se encuentra la Marsh's Library, la biblioteca pública más antigua de Irlanda, de 1701, que lleva el nombre de su fundador, el arzobispo Narciso Marsh, deán de la catedral de San Patricio, siendo una obra de Sir William Robinson, autor en su mayor parte de Dublin Castle y del Royal Hospital Kilmainham.

La entrada y el letrero de la verja ya promete. 
La entrada por las escaleras sigue prometiendo, es como entrar en una librería de cuento. 


La puerta de entrada afortunadamente está abierta (que en este viaje con los horarios tuvimos suerte de la mala de verdad; aunque con una mejor planificación y menos improvisación no hubieran resultado tan caóticos los horarios).

Tras la primera puerta abierta hay una segunda puerta cerrada, en la que llamamos al timbre y sale un señor al que le pagamos la entrada, nos pregunta la procedencia y nos da los folletos en castellano (también los hay en catalán, gallego y euskera -todo un detallazo turístico-), nos da las indicaciones y entramos en el lugar más encantador que hemos visto en Dublín pero del que no se pueden hacer fotos, así que tenemos que recurrir de nuevo a internet. 


No es tan majestuosa como la Long Hall del Trinity College pero es mucho más cautivadora, y ya es decir mucho. Posee ejemplares singulares de los siglos XVI, XVII y XVIII. 


 Fuente: ucd.ie
En el pasillo los estantes de madera están repletos de libros, casi deseosos de ser tomados. Es un pequeño laberinto donde uno no se puede perder, pero si donde se puede perder la noción del tiempo; al fondo una puerta que se abre a una pequeña sala con mesas y dos señoras trabajando, luego se gira a la derecha y se abre otra puerta para entrar en otro pasillo, al fondo del cual un señor en una pequeña mesa trabajando, y a la derecha un rellano donde hay unas curiosas "celdas" donde se encerraba a los lectores de los libros raros (que buena idea). También era costumbre que los libros más valiosos estuvieran encadenados. Aquí si huelo a "librería de viejo" y se nota el paso del tiempo en todos los elementos.
Fuente: thehairpin.com

Hacemos el camino de vuelta para salir de la coqueta librería, y cuando llegamos al rellano de las dos mujeres, una de ellas habla con nosotros en castellano, nos cuenta que le encanta nuestro país, que ha estado en Sevilla, Salamanca, Madrid, Barcelona....y que en la biblioteca hace mucho frío (del copón diría yo, incluso más que fuera), pero la razón de esta temperatura es porque así se conservan los libros en perfecto estado.

Nos vamos completamente felices de haber estado aquí, y si tengo que elegir un lugar de nuestro viaje sería este, un lugar cautivador, lleno de magia que desborda la imaginación por doquier. 

Por detrás de la biblioteca hay un pequeño cementerio con las bonitas cruces celtas adornando sus tumbas.


Desde donde estamos decidimos caminar para llegar hasta nuestro próximo destino, la fábrica de cerveza Guinness, Guinnes Storehouse, aunque no está cercano y las calles y lugares por los que pasaremos no están en las guías de turismo ni a priori hay algún monumento o lugar mencionable especial, pero a nosotros nos gusta caminar porque ante cualquier calle, edificio, lugar o detalle que nos llame la atención, desde un autobús o un coche sería imposible desviarnos, por lo que aconsejo a los no caminantes y faltos de tiempo o curiosidad el transporte público para mayor rapidez y efectividad o el autobús turístico hop on-hop off que pasa por los lugares más emblémáticos de la ciudad y siempre resulta una ayuda. Así que primero por la calle Francis St salimos a Thomas St, donde vemos la St Augustine & St John Church. 
El mapa de situación y el recorrido: