22 de febrero de 2016

Uzbekistán - Margilan - Central Bazaar


Colores, olores y gente amable

Frente a la mezquita Khonakhan se alza el mercado Central Bazaar, y Oyott nos propone visitarle, y cada propuesta suya no incluida en el tour, la aceptamos sin dudar, así que cruzamos lo mejor que podemos (que es a salto de coche) la carretera que separa ambos lugares. El mercado es una amplia estructura con los laterales abiertos,  que cuenta con dos pasillos principales en los que se reparten los puestos ordenadamente, ya que están más o menos concentrados por productos. 



Por supuesto nos quedamos prendados con el pan, expuesto para hincarle el diente. 



Para echarle también la mano son los puestos, no muchos, dedicados a pastelería o dulces, que parecen churros en algún caso. 


Verduras encurtidas o cortadas en juliana para hacer las ensaladas. 


Mano también le echaríamos a la sección de frutos secos, donde por supuesto no faltan los pistachos, cacahuetes, pasas, dátiles...



Las frutas están muy bien colocadas, y aparte de melones y sandías, expuestos principalmente en los pasillos laterales, hay peras, manzanas y nectarinas. 




En verduras, abundan berenjenas, pimientos, tomates y cebollas, los ingredientes básicos de todas las comidas que haremos en el país durante los 15 días de viaje; también hay repollos, patatas y calabazas. 








Para aderezar las ensaladas y los guisos, infinidad de hierbas, entre ellos el maldito cilantro para uno.


Montones de especias para acompañar, olores directos a la pituitaria y un arco iris para los ojos. 





Patatas y zanahorias, para esas sopas de pollo o carne, dimlaya


Para el plov, el plato nacional del país, arroz, mucho arroz 


El mundo de la legumbre, ¡ay, esas carillas!, con un chorizo estarían para chuparse los dedos. 



Entre tanto rico alimento hay sitio para las escobas tradicionales, para no aplicar el dicho "y la casa sin barrer". 


El truco de los puestos es que los vendedores están subidos en taburetes, bancos o cajas. Las mujeres atienden los puestos de verduras, frutas y hierbas. Los hombres los de frutos secos. En el resto hay un poco de mezcla de sexos, aunque por regla general hay más mujeres que hombres vendiendo. 


En los laterales suelen venderse los productos más grandes: melones, sandías y calabazas. 



Durante nuestro paseo por el mercado hemos levantado la curiosidad de los vendedores y de los compradores, hoy aprendemos definitivamente a decir Hispania, somos de España, que es lo que les interesaba saber. Eso sí, los niños respondían con Messi y Barcelona principalmente (y es que el equipo con Laporta de presidente realizó una gira por el país), a los que les contestaba como una respuesta en busca de pelea, Ronaldo y Real Madrid, consiguiendo sonrisas y una divertida discusión a base de gestos.

Una de las vendedoras me pidió que le hiciera una fotografía, y aquí está, en homenaje a todas ellas, que no dejaron de ofrecernos sus sonrisas, y muy pocas se dieron la vuelta ante la cámara, aunque por respeto intentamos evitar sacar personas en la mayoría de las ocasiones, pero ello no quiere decir que se pierdan en nuestra memoria. 


Lo que no vimos son puestos de carne, y aunque le pregunté a Oyott no nos acercó a ellos si es que estaban en este mercado.