Sellos,
gobernadores y lagartos
Ya hemos conocido dos
laterales de la plaza de Armas, el del portal Fernández Concha y el de la Catedral, con la capilla del Sagrario y el palacio Arzobispal, ahora vamos a seguir paseando por la plaza y
por otro de sus laterales, donde se encuentran varios edificios seguidos:
Correo Central, Palacio de la Real Audiencia y Municipalidad.
En primer lugar, el
edificio del Correo Central, que
parece más un palacete afrancesado que un lugar dedicado al noble arte de las
comunicaciones escritas en método tradicional.
En este lugar se
encontraba la casa donde vivía Pedro de Valdivia, pero en 1541 los indígenas la
quemaron y Valdivia vendió los terrenos al Tesoro Real para financiarse futuras
expediciones hacia el sur.
El edificio fue
construido en 1882 por Ricardo Brown sobre los cimientos del antiguo Palacio de
los Gobernadores, casa presidencial hasta 1846 que fue destruida parcialmente
por un incendio en 1881 y fue trasladada al Palacio de la Moneda.
En 1908 para
embellecer la construcción, el arquitecto J. Eduardo Ferham remodeló la
fachada en estilo renacentista, añadiendo un tercer piso y una cúpula de
vidrio.
Desde el 2004 alberga
en su planta baja el Museo Postal y Telegráfico, pero a pesar de ser un museo
tiene horario laboral de funcionario, de lunes a viernes.
En la calle Puente,
siguiendo los datos de la información que tenemos, hay una placa con
reproducciones de los primeros sellos de Chile, que fueron impresos en Gran
Bretaña, pero nosotros la buscamos y no la encontramos, puede que estuvieran
más al alcance de nuestros ojos que otros detalles, pero fuimos incapaces de
verla.
A continuación del edificio
de Correos Central se encuentra el colorido Palacio de la Real Audiencia, construido en 1808 según planos de
Joaquín Toesca para albergar las sesiones en las que los representantes de la
Corona Española concedían audiencia y administraban justicia, función que no
fue desempeñada demasiado tiempo ya que dos años más tarde el edificio se
utilizó para la toma de juramento de la primera junta de gobierno
revolucionario. La sesión inaugural del Congreso en 1811 se celebró en este
palacio, siendo la sede del gobierno hasta que en 1846 fue trasladada al Palacio de la Moneda.
Actualmente alberga
el Museo Histórico Nacional, fundado
en 1982, que recorre la historia del país hasta el golpe de Estado de 1973, al que decidimos no acceder por una cuestión de tiempo y
prioridades, pero creo que hubiera merecido la pena para saber más de la
historia chilena no sólo a través de las letras, sino también de los objetos, así como ver la arquitectura del palacio.
El último edificio
correlativo es el de la Municipalidad
o Ayuntamiento, obra de Joaquín Toesca en 1790 para el cabildo colonial,
sustituyendo al anterior edificio consistorial que presentaba importantes daños
tras sufrir varios terremotos. En 1893 sufrió un incendio que destruyó el
edificio y fue restaurado y remodelado en 1895, siendo sustituida la fachada
por una de estilo neoclásico.
En la fachada, sometida parcialmente a rehabilitación, hay un escudo de armas con un león rojo que la Corona Española entregó a la
ciudad tras la reunión del primer cabildo.
Frente a este
edificio, en el suelo hay tres placas (llenas de pies por lo que no era totalmente factible
tomar una fotografía) con planos de Santiago en tres diferentes épocas, y una
estatua ecuestre de Pedro de Valdivia.
La estatua fue donada
en 1986 por la comunidad española en Chile, en el 150 aniversario de la
Independencia chilena.
El edificio detrás de la estatua aloja el portal Bulnes, donde se vendían artículos de cuero y supuestamente
ahora aloja un atiborrado mercadillo de zapatos y bolsos.
Una vez vistos los
edificios que rodean la plaza es hora de entrar en ella.
Lo primero que nos
llama la atención es que la plaza, aparte de estar tomada por el festival que
se está celebrando en una de sus partes, lo está por las palomas, si fuera una
película de terror sería para salir corriendo; este era el aspecto del tejado
del kiosco que utiliza la banda de músicos de la policía local en ocasiones.
Y el techo de un
puesto de venta de comestibles y bebidas, uno de los que llamaríamos de
“chuches”, esas bolsas de aperitivos parecen correr peligro.
En el centro de la
plaza se alza una fuente con un monumento que conmemora la independencia de
América, con una extraña historia detrás de ella, ya que no fue
encargada por Chile, sino que fue abandonada en el puerto de Valparaíso por
agentes del gobierno peruano, país que sí la había encargado para conmemorar la
batalla de Ayacucho (1824) a un artista italiano, Orsolino.
Sobre el pedestal una
diosa romana ayuda a una mujer, supuestamente india, a romper sus cadenas; pero
lo que le da su nombre popular son los caños de agua con forma de animales tipo
reptiles, por lo que la llaman la fuente "de los lagartos".
En la fuente los
pequeños pajaritos están teniendo su baño dominical.
Salimos de la bonita, interesante y animada plaza
de Armas echando un último vistazo a las torres del Palacio de la Real
Audiencia y de la Catedral.