27 de agosto de 2015

Boston - Breve historia



En New York se preguntan lo que vale un hombre. En Boston se preguntan qué sabe”, Mark Twain

Boston es una ciudad pionera históricamente en EEUU y por lo tanto creo que es importante y necesario hacer un repaso por su historia antes de comenzar a conocerla un poco, ya que ella no solo marcó su propio desarrollo sino también el del país. 

Boston pertenece a la provincia de Massachusetts, y en ella la presencia humana se remonta al 7500 a.C. Hacia el 500 d.C., los indios algonquinos habían ocupado la región, siendo una tribu de cazadores-recolectores que vivía de la pesca, el cultivo de judías y calabazas, y la caza de alces y ciervos.

Durante la era de los vikingos, los escandinavos se aventuraron lejos de su tierra, llegando incluso a Norteamérica. Probablemente el territorio costero de Vinland, descubierto y mencionado por Leif Ericsson hacia el año 1000, se situase en el litoral de Massachusetts. A mediados del siglo XV faenaban aquí pescadores franceses y españoles, y el explorador italiano John Cabot encabezó expediciones inglesas a la costa de Nueva Inglaterra en 1497 y 1498. Años más tarde, Miguel Cortereal realizó la travesía Portugal-Massachusetts, donde naufragó.

A lo largo del siglo XVI, ingleses, franceses, portugueses, españoles e italianos exploraron la costa este, donde  pescaron y capturaron ballenas, comerciando además con los nativos. 

En 1602, el inglés Bartholomew Gosnold navegó hasta Massachusetts y desembarcó en la península que bautizó como Cape Cod; la isla que atravesó la llamó Martha’s Vineyard en honor a su hija. Gosnold navegó hacia el norte hasta tocar lo que ahora es Maine. 

En 1607 Jacobo I de Inglaterra concedió tierras del Nuevo Mundo a dos compañías. La Virginia actual pasó a manos de la London Company, dirigida por el capitán John Smith, que bautizó el territorio con el nombre de Nueva Inglaterra. En 1607 la Plymouth Company se dispuso a fundar una colonia en la ribera del río Kennebec, en la actual Maine, pero los rigores del invierno les obligaron a regresar a Inglaterra. La expedición de John Smith a Virginia resultó más fructífera, en mayo de 1607 llegó a Jamestown, donde fundó una colonia permanente. 

Un grupo de separatistas puritanos, que no aceptaban todos los dogmas y ritos de la Iglesia Anglicana, salió de Inglaterra en busca de una mayor libertad en los Países Bajos, donde tuvieron que hacer frente a apuros económicos. Alentados por los informes de Smith, regresaron a Inglaterra para procurarse concesiones de tierras en el Nuevo Mundo. Junto a otros puritanos encabezados por William Bradford, zarparon de Plymouth en dos barcos, el Mayflower y el Speedwell. Al descubrir que el Speedwell hacía aguas, volvieron a Plymouth, se apiñaron en el Mayflower y volvieron a zarpar el 16 de septiembre de 1620. Los 102 peregrinos desembarcaron en Cape Cod dos meses después. Antes de pisar tierra firma, firmaron el Pacto del Mayflower, en el que acordaron un autogobierno democrático con “leyes justas e igualitarias…para el bien general de la colonia”. 

Los peregrinos llamaron a su nuevo hogar Plymouth y pronto entablaron relación con los nativos. El 1 de abril de 1621 el gobernador John Carver y el jefe indio Massasoit firmaron un tratado de paz. Ese mismo año celebraron el primer día de Acción de Gracias compartiendo los víveres con sus anfitriones nativos.

Carlos I de Inglaterra otorgó tierras 65 km al norte de la colonia de Plymouth, cerca del río Charles, a la Massachusetts Bay Company, formada por puritanos. En 1630 unos 1.000 puritanos pusieron rumbo a Massachusetts en once barcos; algunos se establecieron en Salem y en otras comunidades de la bahía de Massachusetts. Sin embargo, la gran mayoría siguió a John Winthrop, su recién nombrado gobernador, hasta la desembocadura del río Charles. Al otro lado del río vivía recluido un pastor anglicano, William Blackstone, que sabedor de que las enfermedades se extendían entre los puritanos debido a la escasez de agua potable, los invitó a establecerse al otro lado del río. Winthrop y sus seguidores aceptaron la invitación y denominaron a este nuevo territorio Trimountain, aunque no tardaron en rebautizarlo como Boston en honor a la ciudad inglesa que habían dejado atrás. 

En 1635 fundaron la Boston Latin School, la primera escuela pública de las colonias británicas. Al año siguiente los puritanos fundaron una universidad que recibió el nombre de John Harvard, quien había donado su biblioteca a la misma. En 1652 se acuña la primera moneda americana en Boston, con un pino grabado.

A pesar de que los puritanos emigraron a Massachusetts en busca de libertad religiosa, a menudo se mostraron intolerantes con otras creencias. Anne Hutchinson fue desterrada de Boston en 1638 por su discrepancia con las costumbres puritanas, y muchos cuáqueros fueron objeto de maltratos, multas o destierros. La predicadora cuáquera Mary Dyer fue ahorcada por hereje el 1 de junio de 1660 en Boston Common. En 1692 el hecho de que varias jóvenes de Salem acusaran a tres mujeres de brujería sembró la histeria colectiva en Massachusetts y se condenó a muchos inocentes a la horca. Nadie se sintió a salvo hasta que el gobernador William Phips puso término a los juicios en 1693.

Los británicos habían promulgado las Leyes de Navegación para que los colonos sólo comerciaran con ellos. Sin embargo, cuando los colonos se rebelaron, Carlos II abolió la carta constitucional de Massachusetts Bay en 1684, dejando la colonia bajo el control del rey. Cuando Jacobo II fue derrocado en 1689, los colonos arrestaron al gobernador y establecieron un gobierno propio. Pero en 1692 Guillermo III y María II otorgaron una nueva carta en la que unificaban las colonias de la bahía de Massachusetts y Plymouth y reconocían una asamblea legislativa de dos cámaras. Más tarde, británicos y franceses libraron sucesivas batallas por el Nuevo Mundo. Finalmente, Francia cedió el control de Canadá y el oeste norteamericano a Gran Bretaña, pero la guerra supuso considerables pérdidas para los británicos, que trataron de compensar con impuestos a los colonos.

En Boston, la ciudad más importante de las 13 colonias británicas, se gestaron los ideales de la Guerra de Independencia. Los impuestos eran el principal motivo de disputas con Gran Bretaña. Los llamados Hijos de la Libertad, liderados por Samuel Adams, lograron la revocación del Acta del Timbre, aunque con la promulgación de las Actas de Townshend
las tropas británicas fueron enviadas a la ciudad para proteger a los comisarios de aduanas. En esta situación de conflicto, los bostonianos se mofaban de los soldados. El 5 de marzo de 1770 las protestas se desmandaron y cinco colonos murieron por los disparos de las tropas, en la plaza frente a la Old State House, en la llamada Matanza de Boston, que empeoró las ya deterioradas relaciones entre Gran Bretaña y sus colonias.

En protesta por los impuestos, los patriotas abordaron tres barcos de la East India Company, arrojando el cargamento de té al puerto de Boston en 1773, en lo que recibió el nombre de Boston Tea Party. En 1774 se aprueban las Intolerable Acts y se produce el cierre del puerto de Boston.

El 18 de abril de 1775 los británicos se dirigieron a Lexington para capturar a Samuel Adams y a John Hancock, y después a Concord para requisar las armas. Para advertir de la llegada de las tropas británicas, el sacristán Robert Newman colgó faroles en la Old North Church y Paul Revere emprendió su legendaria cabalgata nocturna. En los enfrentamientos en Lexington Green murieron ocho colonos, se había librado la primera batalla de la Guerra de Independencia.

En junio de 1775 milicianos de Nueva Inglaterra se desplazaron a Boston parra arrebatar el control de la ciudad a los británicos. Los estadounidenses perdieron la batalla de Bunker Hill, la más sangrienta de la Guerra de Independencia. Tras esta batalla, Boston permaneció bajo dominio británico. Durante casi un año, las tropas estadounidenses trataron de sitiar la ciudad, hasta que en marzo de 1776 George Washington dirigió una estrategia que propició la expulsión de los británicos.

La batalla de Bunker Hill y la evacuación de Boston provocaron la sublevación de las 13 colonias. Esto condujo, en julio de 1776, a la firma de la Declaración de Independencia. La liberación del yugo británico se obtuvo en 1781, con la rendición del general Cornwallis en Yorktown, Virginia. En 1783, EEUU y Gran Bretaña firman el Tratado de París.

En 1787 se celebra la Convención Constitucional de Philadelphia y en 1789 se inicia el mandato del presidente George Washington.

El fin de la Guerra de Independencia propició el crecimiento de la población de Boston y su prosperidad económica. El puerto experimentó un gran desarrollo y floreció el comercio, sobre todo con China. Algunos hicieron fortuna en el mar, mientras otros crearon productivas empresas textiles.

Dos miembros de la familia Adams (ambos residentes en Boston) fueron elegidos presidentes: John Adams (1797-1801) y su hijo John Quincy Adams (1825-1829). Abigail, esposa del primero y una de las primeras damas más respetadas del país, fue una pionera de los derechos de la mujer al advertir a su esposo: “Acuérdate de las mujeres porque no nos sentiremos atadas a ninguna ley en la que no tengamos ni voz ni representación”.

En los orígenes, el grueso de los colonos europeos afincados en Boston procedían de Inglaterra, pero desde 1846 la ciudad atrajo a miles de irlandeses que huían del hambre. Éstos al principio se hacinaron en viviendas junto al puerto y fueron víctimas de la discriminación por parte de los habitantes de la ciudad, sobre todo de la élite social, los brahmanes de Boston. Por toda la ciudad se colocaron pancartas con la consigna “no a las ofertas de trabajo para los irlandeses”. No obstante, a pesar de estas trabas, los irlandeses adquirieron fuerza y hacia finales del siglo XIX dominaban, entre otras, la esfera política de la ciudad. En la ciudad hay un monumento a los irlandeses, Irish Famine Memorial

Por otra parte, un vehemente sentimiento contra la esclavitud tuvo su origen en Boston. El 1 de enero de 1831 William Lloyd Garrison publicó el primer ejemplar de The Liberator, donde se proclama la abolición incondicional de la esclavitud: “No daré lugar a equívocos… no disculparé… no retrocederé un solo paso… y me hare oír”. Garrison y otros abolicionistas, como Charles Sumner, Wendell Phillips y Frederick Douglas, pronunciaron acalorados discursos contra la esclavitud en Faneuil Hall, y los relatos de su enardecida oratoria se propagaron por todo el país.
Pero no todos los bostonianos simpatizaban con su causa.
 
La ciudad también desempeñó un papel activo en las fugas secretas de los esclavos con el llamado Underground Railroad. A los esclavos fugitivos se les garantizaba un lugar seguro, y la African Meeting House, la casa de Lewis Hayden (un esclavo liberto) y la barbería de John J. Smith se convierten en escondites provisionales.

Cuando se produjeron los primeros disparos de la Guerra de Secesión en Fort Sumter el 12 de abril de 1861, el presidente Abraham Lincoln solicitó de inmediato el alistamiento de voluntarios. El primero en responder fue el Estado de Massachusetts, que envió 1.500 hombres en cuatro días. En cuanto los afroamericanos fueron admitidos en el contingente de la Unión, éstos iniciaron su instrucción en Boston. Al mando del brahmán de Boston, el coronel Robert Gould Shaw, estos hombres (Regimiento 54 de Infantería de Voluntarios de Massachusetts) asaltaron Fort Wagner, en Carolina del Sur, donde murieron Shaw y otros 62 de sus hombres. Esta batalla aún se recuerda por el papel que jugaron los afroamericanos, a quienes se dedicó un monumento en Boston Common el 31 de mayo de 1897, el Shaw Memorial.

En 1865 se produce la rendición del general Robert E. Lee, se consolida la Unión y es asesinado el presidente Lincoln.

El fin de la Guerra de Secesión en 1865 provocó un declive en el comercio marítimo, pero la Revolución Industrial, concretamente la producción de algodón y lana, propició la recuperación económica de Boston, así como su crecimiento tanto en dimensiones como en población, por lo que se tuvo que ganar terreno al mar en Back Bay y se anexionaron localidades limítrofes. 

El 9 de noviembre de 1872 un incendio se propagó por los almacenes del centro de la ciudad, arrasando 765 edificios; los periódicos hablaron de 250 millones de dólares de pérdidas y de “ricos convertidos en mendigos en un día”. Con todo, la ciudad se recuperó rápidamente, reconstruyendo y revitalizando la industria textil y del calzado.

En 1884 es elegido el primer alcalde irlandés, Hugh O’Brien.

A raíz de la Primera Guerra Mundial, los cambios en los criterios políticos y culturales vividos en todo el país desembocaron en un violento enfrentamiento entre el Gobierno y el pueblo estadounidense. Boston no fue una excepción, la huelga de la policía de Boston en 1919 marcó uno de los capítulos más dramáticos del movimiento obrero estadounidense. Unos 1.290 agentes se quejaron por los bajos salarios, la falta de higiene de las comisarías y el impago de horas extras, por lo que se afiliaron a la American Federation of Labor (AFL). Durante la huelga, la multitud rompió escaparates y saqueó tiendas. Tras el enfrentamiento con la milicia estatal, con un saldo de dos heridos y nueve muertos, el presidente de la AFL, Samuel Gompers, persuadió a los policías para que abandonaran la huelga.

El político de Boston más célebre fue John F. Kennedy, biznieto de un inmigrante irlandés que se afincó aquí tras huir del hambre. En 1960 se convirtió en el primer y más joven presidente católico de EEUU. Su hermano Robert fue fiscal general y senador por New York.

Boston ha aportado cuatro presidentes aparte del mencionado John F. Kennedy: John Adams (1735-1826), su hijo John Quincy Adams (1767-1848), y el ex gobernador Calvin Coolidge (1872-1933), que saltó a la palestra por reprimir la mencionada huelga de la Policía.

Pero los irlandeses no fueron los únicos inmigrantes del ámbito político. Michael Dukakis, hijo de inmigrantes griegos, fue elegido gobernador en 1974 y candidato demócrata a la presidencia en 1988.

A finales del siglo XX se produjo un considerable flujo de inmigrantes del Caribe, sureste asiático, Pakistán e India, incorporando así nuevos costumbres a la ciudad.

En el último cuarto del siglo XX, Boston alcanzó una gran prosperidad en las finanzas, medicina, comunicaciones y enseñanza superior, revitalizando su vida cultural y aburguesando barrios históricos no incluidos en la remodelación urbana de posguerra.