13 de septiembre de 2018

Myanmar - Bagan - Shwesandaw Paya

Fallido atardecer

Tras nuestra visita a Pyathadagyi el último templo del día por conocer es Shwesandaw Paya, ordenado construir por el rey Anawrahta tras la conquista de Thaton en 1057, con el propósito de guardar unos cabellos de Buda. Fue el primer monumento que se construyó en Bagan con terrazas cuadradas, cinco, hasta llegar a la base redonda de la estupa –ahora en rehabilitación tras los daños sufridos por el terremoto-. 


Lo que hay que hacer es lo que ya ha hecho gran parte de los turistas, subir a las terrazas del templo -a la más alta a ser posible- por unas escaleras que son algo inclinadas y de escalones altos. Dada su importancia hay un puesto que controla el acceso, donde hay que enseñar el ticket de visita a la zona arqueológica. 


En las terrazas originalmente había placas de terracota con escenas del Jataka, y en las esquinas estatuas de Ganesha, dios hindú con cabeza de elefante, conocido en Myanmar como Maha Peinne, razón por la cual la pagoda también es conocida como la pagoda de Ganesh. Quiero creer que ha sido la fuerza de la naturaleza, en forma de terremotos, la que ha provocado su desaparición como en multitud de templos en Bagan, y no la fuerza humana su responsable.



Buscamos sitio en la cuarta terraza, y nos acomodamos, está claro que hemos venido a disfrutar en compañía abrumadora del atardecer, del famoso atardecer de Bagan, con cantidad de españoles a nuestro alrededor. No se puede acceder a toda la terraza, hay unas maderas cruzadas para impedir el paso, y las hacemos caso, que no hay que ser un loco para tener una mejor fotografía o una mejor vista o un mejor ángulo, y además hay que respetar el trabajo de la gente que está rehabilitando el monumento.

Por supuesto tenemos vistas desde la terraza. La cúpula dorada pertenece a Dhammayazika Paya, y a la izquierda, Myauk Guni Temple; ambos templos solo los hemos visto en la lejanía o pasando junto a ellos de camino a otros, y es que hay que elegir si se dispone de tiempo limitado para visitarlos. 


Mientras hablamos con compañeros de terraza y disfrutamos las vistas, lo que nos queda es esperar al atardecer, mientras siguen llegando visitantes, ya que esta pagoda es uno de los lugares clave para verlo. Desgraciadamente las nubes van tomando el horizonte y el cielo, con lo que no parece que vayamos a ser afortunados con bonitos colores en el cielo, rojizos imposibles sobre los templos... es época de lluvias y estos son sus efectos menos dañinos, que unos viajeros no tengan la mejor visión ni las mejores fotografías. 



Casi en el centro, el bonito Thatbyinnyu y al fondo destaca el sikhara de Shwegugyi; a la izquierda, el Museo Arqueológico. 



El templo escalonado de Dhammayangyi Pahto



El grande Ananda Pahto con su brillante sikhara dorado, y un bonito fondo de cielo.


Al fondo a la derecha es posible que se trate del sikhara tapado por la rehabilitación de Htilominlo, pero no lo tengo seguro y no quiero confundir a nadie si estoy equivocada. 


Durante hora y media disfrutamos las vistas, la conversación con una pareja de españoles, y esperamos con paciencia el atardecer, que no terminó de llegar cómo todos los que estábamos allí subidos esperábamos, y no creo que desde otro templo hubiera sido mejor, lo que si hubiera podido ser es más tranquilo y solitario.



Termina el espectáculo y la gente congregada comienza a bajar del templo, casi todos por la misma escalera, con lo que hay un importante atasco; nosotros buscamos una escalera lateral, de modo que lo hacemos casi solos, con el inconveniente de tener que caminar algo más para encontrarnos con Myo y nuestras chanclas.

Podía haberle pedido a Myo que eligiera otra pagoda menos concurrida, pero si las vistas son buenas y si el atardecer hubiera acompañado, es un buen lugar para tener ambos a pesar de la multitud, que nos portamos en general bien, sin conversaciones altas, sin estorbarnos los unos a los otros, había respeto. Salimos ya oscureciendo el día. 


Volvemos al hotel, yo aprovecho para darme un relajante baño en el jacuzzi aunque no con el agua muy caliente, que el día ha sido largo, sudoroso y con una bajada de tensión o algo que he padecido a la hora de comer, así que el relax me vino bien para luego ir a cenar.  

Su localización:

10 de septiembre de 2018

Myanmar - Bagan - Pyathadagyi

Sin puertas ni ventanas

Desde Mahabodhi Paya Paya salimos de Old Bagan para adentrarnos nuevamente en la llanura norte, viendo desde el coche Dhammayangyi Pahtoo, en el que se pueden ver los destrozos provocados por el terremoto reciente. 


Pasamos también junto a Myauk Guni Temple, que parece desde aquí que no ha sufrido destrozos, y que nos parece un castillo de cuento. 


Finalmente paramos en Pyathadagyi o Pyathada Paya, que posiblemente es la última gran construcción de la dinastía de Bagan, ordenada por el rey Kyaswa en el siglo XIII. 


Desde el camino hemos visto la parte trasera y se puede ver cómo se ha caído el sikhara, del que no queda más que una pequeña parte de su base. 


Entramos al primer santuario (no sé su orientación, se supone que al este), donde hay una estatua de Buda de gran tamaño -de aspecto algo vampírico, con perdón-. 



El interior de Pyathadagyi sigue la estructura de un pasillo que rodea el cubo central, pasillo en el que hay hornacinas con más imágenes de Buda. 




Por el pasillo vamos pasando por los santuarios orientados a los puntos cardinales con su imagen de Buda, dos de ellos de tamaño mediano. 



El acceso a las terrazas superiores está cerrado, tanto por seguridad de los visitantes como por protección del deteriorado monumento. 


Llegamos hasta el último santuario, donde de nuevo hay una imagen de Buda de gran tamaño. 



En este santuario se ha perdido completamente la puerta de entrada, tampoco queda nada de su pórtico, así que salimos por ella –descalzos, y las piedras y trozos de ladrillo se clavan en nuestros delicados pies- para tener una buena –quizás no es el mejor adjetivo para la ruina de un templo provocada por un terremoto- visión: dos pisos, ventanas, bóvedas, el pasillo que rodea el cubo central... pues sí, nos parece hermoso. 


Entramos y salimos por las puertas para tener una visión más completa del edificio, ya que damos la vuelta alrededor parcialmente. 




Un templo sencillo que nos gustó mucho, supongo que por la posibilidad de ver un poco sus entrañas arquitectónicas.   

Su localización:



7 de septiembre de 2018

Myanmar - Bagan - Old Bagan - Mahabodhi Paya - Ratana Ghara

Con aire hindú

Desde Bupaya vamos a Mahabodhi Paya, situado cerca de la puerta de Tharaba, construido siguiendo el estilo del famoso templo de Mahabodhi de Bodhgaya, en la India, que conmemora el lugar donde Buda alcanzó la iluminación bajo un árbol bodhi o higuera. El templo fue dañado durante el terremoto de 1975 y se ha rehabilitado. En la entrada dos pequeños chinthes, en comparación con el tamaño habitual, lo custodian. 


La primera impresión de la fachada queda algo deslucida por el tejado rojo, que incluso tapa parcialmente el sikhara. 


En la mayoría de las pagodas, estupas, templos... hay cuencos para suministrarse de agua, pero los de este templos nos resultan muy bonitos. 


Se accede directamente al santuario, con la estatua de Buda, pero lo que nos resulta más llamativo es la “valla” que lo precede: a la izquierda están los puestos planetarios –son más espectaculares cuando están dispuestos individualmente, pero de esta forma resulta simpático; en este caso los del viernes y el sábado nos damos empujones por el espacio-; y a la derecha se pide para los padres, los profesores, tener salud, tener éxito… una serie de deseos clasificados. 




El templo fue construido en 1215 por el rey Nanataungmya, alzándose con su sikhara de forma piramidal a 43 m de altura. En el exterior del templo, incluyendo el sikhara, hay hornacinas con imágenes de Buda en su interior, 465 en total. Esto es la característica que hace diferente y especial Mahabodhi Paya. 





No se puede subir a la segunda planta, donde por supuesto hay un santuario con otra imagen de Buda, así que nos damos una vuelta alrededor del edificio, donde hay varias estupas o edificios, algunos en ruinas (por los daños sufridos durante el terremoto de 1975), en las que se cuentan siete semanas del último año de vida de Buda. Una de ellas es Ratana Ghara, la casa de las Gemas, donde pasó la cuarta semana, que originalmente estaba decorada con placas de pinturas vidriadas, que ahora se conservan en el museo; posiblemente este edificio fue construido con anterioridad a Mahabodhi Paya, unos 200 años. 


No buscamos todas las estupas de estas siete semanas de la vida de Buda, pero si pasamos por la segunda, semana en la que meditó bajo el árbol banyan, y la séptima, semana en la que encontró con dos comerciantes, Tapussa y Bhallika, que le ofrecieron pasteles de miel y que fueron sus dos primeros discípulos - y con ellos volvemos al inicio de este viaje, a Shwedagon Paya



Nos gustó mucho el exterior de este templo, por su sikhara y por sus Budas pequeños por todos lados. Esta es su localización: