Tras nuestra visita a Pyathadagyi el último templo del día por conocer es Shwesandaw Paya, ordenado construir por el rey Anawrahta tras la conquista de Thaton
en 1057, con el propósito de guardar unos cabellos de Buda. Fue el
primer monumento que se construyó en Bagan con terrazas cuadradas,
cinco, hasta llegar a la base redonda de la estupa –ahora en
rehabilitación tras los daños sufridos por el terremoto-.
Lo que hay que hacer es lo que
ya ha hecho gran parte de los turistas, subir a las terrazas del templo -a la más alta a ser posible- por unas escaleras que son algo
inclinadas y de escalones altos. Dada su importancia hay un puesto que
controla el acceso, donde hay que enseñar el ticket de visita a la zona
arqueológica.
En las terrazas originalmente había placas de
terracota con escenas del Jataka, y en las esquinas estatuas de Ganesha,
dios hindú con cabeza de elefante, conocido en Myanmar como Maha
Peinne, razón por la cual la pagoda también es conocida como la pagoda
de Ganesh. Quiero creer que ha sido la fuerza de la naturaleza, en forma de terremotos, la que ha provocado su desaparición como en multitud de templos en Bagan, y no la fuerza humana su responsable.
Buscamos sitio en la cuarta terraza,
y nos acomodamos, está claro que hemos venido a disfrutar en compañía
abrumadora del atardecer, del famoso atardecer de Bagan, con cantidad de españoles a nuestro alrededor. No se puede acceder a toda la
terraza, hay unas maderas cruzadas para impedir el paso, y las hacemos
caso, que no hay que ser un loco para tener una mejor fotografía o una
mejor vista o un mejor ángulo, y además hay que respetar el trabajo de
la gente que está rehabilitando el monumento.
Por supuesto tenemos vistas desde la terraza. La cúpula dorada pertenece a Dhammayazika Paya, y a la izquierda, Myauk Guni Temple; ambos templos solo los hemos visto en la lejanía o pasando junto a ellos de camino a otros, y es que hay que elegir si se dispone de tiempo limitado para visitarlos.
Por supuesto tenemos vistas desde la terraza. La cúpula dorada pertenece a Dhammayazika Paya, y a la izquierda, Myauk Guni Temple; ambos templos solo los hemos visto en la lejanía o pasando junto a ellos de camino a otros, y es que hay que elegir si se dispone de tiempo limitado para visitarlos.
Mientras hablamos con compañeros de terraza y disfrutamos las vistas, lo
que nos queda es esperar al atardecer, mientras siguen llegando
visitantes, ya que esta pagoda es uno de los lugares clave para verlo. Desgraciadamente las nubes van tomando el horizonte y el cielo, con lo que no
parece que vayamos a ser afortunados con bonitos colores en el cielo, rojizos imposibles sobre los templos... es época de lluvias y estos son sus efectos menos dañinos, que unos viajeros no tengan la mejor visión ni las mejores fotografías.
Casi en el centro, el bonito Thatbyinnyu y al fondo destaca el sikhara de Shwegugyi; a la izquierda, el Museo Arqueológico.
El templo escalonado de Dhammayangyi Pahto.
El grande Ananda Pahto con su brillante sikhara dorado, y un bonito fondo de cielo.
Al fondo a la derecha es posible que se trate del sikhara tapado por la rehabilitación de Htilominlo, pero no lo tengo seguro y no quiero confundir a nadie si estoy equivocada.
Durante
hora y media disfrutamos las vistas, la conversación con una pareja
de españoles, y esperamos con paciencia el atardecer, que no terminó de
llegar cómo todos los que estábamos allí subidos esperábamos, y no creo que desde otro templo hubiera sido mejor, lo que si hubiera podido ser es más tranquilo y solitario.
Termina el espectáculo y la
gente congregada comienza a bajar del templo, casi todos por la misma escalera,
con lo que hay un importante atasco; nosotros buscamos una escalera lateral, de
modo que lo hacemos casi solos, con el inconveniente de tener que
caminar algo más para encontrarnos con Myo y nuestras chanclas.
Podía haberle pedido a Myo que eligiera otra pagoda menos concurrida, pero si las vistas son buenas y si el atardecer hubiera acompañado, es un buen lugar para tener ambos a pesar de la multitud, que nos portamos en general bien, sin conversaciones altas, sin estorbarnos los unos a los otros, había respeto. Salimos ya oscureciendo el día.
Podía haberle pedido a Myo que eligiera otra pagoda menos concurrida, pero si las vistas son buenas y si el atardecer hubiera acompañado, es un buen lugar para tener ambos a pesar de la multitud, que nos portamos en general bien, sin conversaciones altas, sin estorbarnos los unos a los otros, había respeto. Salimos ya oscureciendo el día.
Volvemos al hotel, yo
aprovecho para darme un relajante baño en el jacuzzi aunque no con el
agua muy caliente, que el día ha sido largo, sudoroso y con una bajada
de tensión o algo que he padecido a la hora de comer, así que el relax
me vino bien para luego ir a cenar.
Su localización:
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