Desde Bupaya vamos a Mahabodhi Paya, situado cerca de la puerta de Tharaba, construido siguiendo el estilo del famoso templo de Mahabodhi
de Bodhgaya, en la India, que conmemora el lugar donde Buda alcanzó la
iluminación bajo un árbol bodhi o higuera. El templo fue dañado durante el
terremoto de 1975 y se ha rehabilitado. En la entrada dos pequeños
chinthes, en comparación con el tamaño habitual, lo custodian.
La primera impresión de la fachada queda algo deslucida por el tejado rojo, que incluso tapa parcialmente el sikhara.
En la mayoría de las pagodas, estupas, templos... hay cuencos para suministrarse de agua, pero los de este templos nos resultan muy bonitos.
Se
accede directamente al santuario, con la estatua de Buda, pero lo que
nos resulta más llamativo es la “valla” que lo precede: a la izquierda están los
puestos planetarios –son más espectaculares cuando están dispuestos
individualmente, pero de esta forma resulta simpático; en este caso los del viernes y
el sábado nos damos empujones por el espacio-; y a la derecha se pide
para los padres, los profesores, tener salud, tener éxito… una serie de deseos
clasificados.
El templo fue construido en
1215 por el rey Nanataungmya, alzándose con su sikhara de forma
piramidal a 43 m de altura. En el exterior del templo, incluyendo el
sikhara, hay hornacinas con imágenes de Buda en su interior, 465 en total. Esto es la característica que hace diferente y especial Mahabodhi Paya.
No
se puede subir a la segunda planta, donde por supuesto hay un santuario con otra imagen de Buda, así
que nos damos una vuelta alrededor del edificio, donde hay varias estupas o
edificios, algunos en ruinas (por los daños sufridos durante el
terremoto de 1975), en las que se cuentan siete semanas del último año
de vida de Buda. Una de ellas es Ratana Ghara, la casa de las Gemas,
donde pasó la cuarta semana, que originalmente estaba decorada con placas de pinturas
vidriadas, que ahora se conservan en el museo; posiblemente este
edificio fue construido con anterioridad a Mahabodhi Paya, unos 200
años.
No buscamos todas las estupas
de estas siete semanas de la vida de Buda, pero si pasamos por la segunda, semana en la que meditó bajo el árbol
banyan, y la séptima, semana en la que encontró con dos comerciantes, Tapussa y
Bhallika, que le ofrecieron pasteles de miel y que fueron sus dos
primeros discípulos - y con ellos volvemos al inicio de este viaje, a Shwedagon Paya.
Nos gustó mucho el exterior de este templo, por su sikhara y por sus Budas pequeños por todos lados. Esta es su localización:
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