26 de diciembre de 2011

Australia - Parque Nacional de Kakadu - East Alligator River


Quai da ngalaringi nangami! (¡Bienvenidos a nuestro Tiempo de los Sueños!)

Tras la maravillosa visita a las pinturas y los paisajes de Ubirr hoy nos toca de nuevo un paseo en barca, en esta ocasión por el East Alligator River, y lo haremos con una compañía aborigen con guías aborígenes, Guluyambi Cruises


Hagamos este paseo acompañados de buena música con raíces aborígenes:


Uno de los aborígenes que trabaja en esta compañía posa para las mujeres turistas (o turistonas) que le están llamando guapetón, así que aprovecho para hacerle una foto rápida (pasando al segundo grupo de mujeres), y él nos demuestra que la vanidad humana no conoce de raza o de edad. Me pierdo y confundo entre lo que creen con las fotos que a la muerte se tapan y que en esta ocasión dejan en manos de los turistas que no respetarán esta creencia. 
Publico la foto porque entiendo que al posar da su consentimiento tácito y explícito, si su creencia fuera aborigen no hubiera posado tan feliz porque mi intención no es ser irrespetuosa con sus creencias. 


Ya en navegación pausada por el río por supuesto no faltan los animales, entre ellos los cocodrilos, este es su territorio más que de los humanos. 

 
Lo más sorprendente es ver a esos cocodrilos en el agua y  en las orillas y al tiempo ver como la gente está de pesca al lado con total tranquilidad (se supone que no hay ninguno cerca pero no me fiaría yo de estos animales)


Y no menos sorprendente es ver el camino del río por el que cruzan los coches. Cuando esta mañana esperábamos nuestro autobús vimos todoterrenos, y lo que es más, autobuses todoterrenos, preparados para salirse de los caminos asfaltados o de tierra más normales, e incluso para vadear ríos y pozas de agua (la excursión que realicen tiene que ser de lo más animada, divertida y diferente). 


La bella y la bestia, o la garza y el cocodrilo.



Se ve y se oye menos cantidad de aves que en la Yellow Water, pero alguna asoma, como el ya conocido King Fisher y un ave zancuda, de las cientos que pululan por este Territorio del Norte. 



Viendo esa arena apetece tirarse allí y darse un chapuzón, pero esto es algo que no se debe hacer, mirar el primer plano de la foto, camuflado entre los troncos asoma la cabeza de un cocodrilo, no muy grande en tamaño pero si come seguro que crece más y desde luego yo no quiero parar su crecimiento pero tampoco quiero contribuir a él. 



Podéis ver lo cerca que pasamos de ellos, mejor no sacar las manos fuera. 


No hay que desatender el paisaje, con las formaciones rocosas  que hablan de su creación.


Una foto doble o de ida y vuelta, pero no estaría yo muy segura caminando por ahí, aunque están a distancia del agua pero un resbalón puede resultar mortal de necesidad, si no es por un animal, es por un paro cardíaco del susto. 


El conductor de la barca nos va contando cómo viven los aborígenes, para que utilizan los materiales de la naturaleza: para instrumentos de caza y pesca, para la vida cotidiana, pero aunque su inglés no es especialmente duro nos perdemos la mayor parte de las explicaciones desgraciadamente, y afortunadamente una buena señora australiana (de Melbourne para ser exactos) va traduciendo poco a poco y a intervalos a un pequeño grupo de italianos en este idioma, y por aquí nos vamos enterando un poco más. 



Desde la barca, más con el objetivo de la cámara que con mis propios ojos, se pueden ver pinturas aborígenes en los abrigos rocosos, que hablan de la historia y la cultura de los aborígenes, como hemos visto en Nourlangie Rock y en Ubirr por partida doble.


Hacemos una parada, pisamos Arnham Land, que es territorio aborigen y cerrado al turismo si no se pide permiso y se paga por entrar, siempre en compañía de aborígenes, nunca por cuenta propia. Esta tierra abarca unos 97.000 km2  con una población de poco más de 16.000 habitantes, la mayoría de la etnia yolngu. 


 Subimos a la roca para disfrutar de las mismas vistas desde abajo, pero con mayor altura.



Hacia el interior se encuentra una billabong, la de Lady Kakadu, la creadora de esta región para los aborígenes, pero es un lugar sagrado y no se pueden hacer fotografías. Está escondida entre la vegetación, no es una billabong grande como la de Yellow Water, es más una pequeña laguna. 

Seguimos todos a nuestro guía conductor, nos va a enseñar sus instrumentos de caza, y además nos lo iremos pasando para poder apreciarlos mejor, son de madera y con algunos hay que tener mucho cuidado porque están muy afilados y es fácil cortarse. 



Después nos hace una demostración con una lanza y un lanzador de lanzas, valga la redundancia, aunque no consigue que llegue hasta la otra orilla y todos soltamos un ¡¡ohhh!! porque teníamos la seguridad que lo conseguiría. 


Uno del grupo le pregunta si él ha cruzado a nado este río, y con toda la tranquilidad contesta que muy a menudo y no creo que fuera por presumir o para tomarnos el pelo, sino que para ellos es natural bañarse en estas aguas…iba a meter yo un solo dedito. 


Volvemos hacia el embarcadero para emprender el camino de vuelta, ahora nos parece ver una cabeza moldeada en la roca, ¿no os parece un aborigen?


Se acaba nuestra exploración en tierra aborigen, y como nos ha ido ocurriendo durante todo el viaje, nos han quedado ganas de más, su concepción del nacimiento de la tierra y de su relación con ella nos ha impactado y nos gustaría conocer más y mejor sobre ello. 


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