19 de septiembre de 2011

Australia - Sydney - Sydney Wildlife World


Animales, animalitos y animalotes

Al lado del acuario se encuentra el Sydney Wildlife World, que en principio resultaba interesante pero que está en una profunda y contempla rehabilitación y por eso no lo es como debería, ahora con animales terrestres, donde el rey es sin lugar a dudas el perezoso, dormilón, simpático koala, que ofrece multitud de imágenes.




Como no podemos visitar este zoo ya desde la agencia nos avisaron que nos regalarían una foto con un koala, que no fue fácil hacerla, porque a pesar de su pereza se movía continuamente. Su pelo es algo áspero y yo me la imaginaba más suave, más tipo peluche, aunque supongo que esto es para protegerse de estar todo el día en los árboles, en los eucaliptos para ser exactos. 

En la pequeña zona donde se encuentran los koalas, creo recordar que tres, y supongo que colocados aquí para uso y disfrute de los turistas, había un pequeño pájaro con muy mal humor, cada vez que se abría la puerta él intentaba salir y no de buenas maneras, que se lanzaba con el pico preparado para picarte. 


Otra compensación con la que no contábamos era la posibilidad de tocar animales no tan agradables como el koala, pero solo tocar, nada de sujetar nosotros. Una suave y fría serpiente, ¡¡que linda es!!


La segunda parte de la foto no debería publicarla, atenta contra mí misma, pero las cosass son como son. ¡¡¡Quita bicha, ni te me acerques!!!


Algo que asemeja más a iguana que a lagarto, pero de la misma familia que asusta un poco aunque parece pacífico y tranquilo.


Y de este sí me acuerdo de su nombre, el lagarto de lengua azul, pero afortunadamente no me la enseñó directamente, si no le enseño la española de lengua roja. 


Nos dieron con un canto en los dientes porque no pudimos ver ni un solo canguro, los únicos que pudimos ver fue al asomarnos desde el piso-terraza donde estábamos que estaban ansiosos esperando su comida. Os presento al gigante canguro rojo, y madre mía que si era gigante, este bicho se te planta de pie y parece un bigfoot. 


Pero era muy simpático cuando se iba pegando sus saltos, aunque diera la sensación que todos juntos podrían provocar un terremoto.

Como ya está todo hecho pensábamos que nos marcharíamos, pero los chicos del Wildlife tenían una sorpresa por aquello de compensar la no visita, un pequeño teatrito con espectáculo.


Trabajan con los típicos loros o cacatúas. Creo que esta es Galah.


Pasaban muy cerca de nuestras cabezas continuamente, como en todos los espectáculos de este tipo. Esta es la Red tailed black cockatto, pero más que red es orange en su cola.



Lo curioso es que también utilizan una bonita lechuza, ¿Dónde miras bonita? No tiene músculos en los ojos por tener los ojos tan grandes, puede girar la cabeza 260º (la cotilla casi perfecta) y lo que come se lo traga todo entero (como no se le van a quedar los ojos abiertos). 


Entre pájaro y pájaro hicieron partícipe a nuestra guía, con más miedo que otra cosa, para descubrirnos a una araña y a un escorpión. 

El show termina con la participación de dos del grupo, entre ellos la que escribe que no es capaz de decir que no. Se trata de un concurso para hacer de gallo-gallina, en la que pierdo de forma estrepitosa pero con honor y nada de dignidad.

Como resumen, pues que estuvo bien, gracioso y los chicos se lo curraron, sobre todo el del escenario porque sus compañeros se lo pasaron genial riéndose de él desde los asientos, pero sinceramente, con la foto del koala, que nos enseñaran unos animalitos para conocer algo de la fauna ya hubiera estado bien, que llegar a Sydney cuesta mucho (tiempo y dinero) y hay cosas más importantes que ver antes que hacer de gallina, aunque cierto es que nos echamos unas buenas risas. 

15 de septiembre de 2011

Australia - Sydney - Sydney Aquarium


Mundo submarino

La primera visita de hoy es al Sydney Aquarium, en Darling Harbour, con más de 11.000 ejemplares de 650 especies diferentes. Más que contar aquí hay que ver, aunque alguna explicación habrá que dar de algún animal. 

La primera, y creo que la única, ocasión en la que conocemos al ornitorrinco, platypus, un animal que habita en los ríos, torrentes y lagos de la Costa Este de Australia y en Nueva Guinea, en ninguna otra parte del mundo más. Es muy  curioso aparte de tímido y escurridizo, le gusta esconderse detrás de los troncos y en la sombra. Tiene un morro con pico de pato (lo utiliza para buscar comida y orientarse bajo el agua ya que al sumergirse cierra los ojos y las orejas –lo de cerrar las orejas estaría bien aprenderlo-), la cola de un castor (la utiliza para girar al nadar), patas palmeadas, pone huevos y a pesar de esto amamanta a sus crías. Cuando los ingleses enviaron un ejemplar a Inglaterra fue considerado en el país como una broma, pero claro viendo al animal se entiende perfectamente. 


Tortuga de cuello largo (no la vimos meterse entera en el caparazón pero tiene que ser a presión, y sacar el cuello como una botella de cava ¡pum!)


Langosta azul (muy curiosa, aunque cuando hay hambre no se mira el color)


También hay animales no acuáticos, como este lagarto (lagarto, lagarto…)


Un cartel de una supuesta película, ¿seguro que no está hecha?


El típico y bonito caballito de mar.


La típica y asquerosa medusa.


Las bonitas cigalas rayadas (no hice foto del nombre específico y no os lo puedo escribir)


En el acuario grande, el típico con túneles bajo el agua, peces de todos los colores y tamaños.
Había rayas-mantas de tamaño normal pero también las había de tamaño gigante, lo que se dice una manta zamorana.


Siguiendo con las rayas, el tiburón raya.


El grande y simpático (a mí me lo parece) dugong.


Por supuesto no faltan ellos, los grandes y asesinos.




En la zona llamada Touch Pool se pueden tocar invertebrados o cosas raras que parecen tener un tacto baboso y luego no lo es tanto. 


También hay una pequeña zona recreando la Gran Barrera de Coral.


Con bonitas y llamativas estrellas de mar.


Hay un traje de buzo de los antiguos, con escafandra metálica, que aquello tenía que pesar la repera y ser muy incómodo, donde se puede intentar meter la cabeza y hacerse una foto, pero no hay que ser muy cabezón o cabezona.

Para salir por lo que podría ser un bonito fondo de pantalla. 


Aquí terminamos la visita del acuario, que con más calma y tranquilidad hubiera resultado más instructiva porque en todas las peceras hay carteles identificativos de los peces, pero esto para los turistas con tiempo o los ciudadanos propios del lugar, aunque para lo que luego hicimos podíamos haber pasado más tiempo aquí o en otra parte, bueno solo algo de lo que hicimos. 


14 de septiembre de 2011

Australia - Sydney - Hyde Park - Anzac War Memorial


Un país honra a sus soldados


St Mary's Cathedral queda frente a Hyde Park, el parque central de Sydney, que fue en su día un hipódromo y donde se jugó el primer partido de críquet en 1803, que fue bautizado como su homólogo en Londres por el gobernador Macquarie en 1810, y que no tiene nada que ver con el londinense. La primera gran diferencia es que está cortado por una calle, Park St, y además más que una gran extensión es principalmente una avenida arbolada con detalles en algunos puntos. 



La valla que lo rodeaba señalaba el fin de la ciudad y era el lugar de entretenimiento de lar tropas de guarnición.  En la actualidad es más pequeño de lo que era. 

Entramos al parque para encontrar primero la Archibald Fountain, una fuente que conmemora la alianza australiano-francesa durante la Primera Guerra Mundial.

Paseamos por su avenida central de norte a sur y al llegar casi al cruce de Park St, a la derecha se encuentra el Sandringham Garden, dedicado a los reyes George IV y George V, que fue inaugurado por la reina Isabel II en 1954. 


Cruzamos Park St y la nueva avenida arbolada, más pequeña que la anterior, conduce al Anzac War Memorial, un memorial art déco en memoria de los muertos en la Primera Guerra Mundial. 

Cuando llegamos está cerrado, y la verdad es que parecía que no era visitable, de lo bien cerrado, guardado y protegido que se veía, pero ya que lo visitamos al día siguiente, sigamos con la creo buena costumbre por aquello de ir barriendo las zonas de conocerle.

Ante una de las entradas, tiene cuatro aunque solo una habilitada, hay un estanque, desde el que seguramente se puedan realizar bonitas fotografías del reflejo del edificio, pero no es nuestro caso, bien por la hora bien por las prisas o por  el recorrido que realizamos no tenemos una de estas en el álbum físico, que no de la memoria.

El edificio tiene 30 m de altura, fue construido en 1934 por un joven arquitecto de 29 años, Bruce Dellit, siendo el trabajo escultórico obra de Raynor Hoff. Las esculturas exteriores representan acontecimientos de la guerra, soldados o grupos de soldados. Encima de las entradas hay bajorrelieves de bronce que representan las actividades y campañas de las Fuerzas de Infantería Australianas (Gallipoli al este).


Los nombres de las batallas se encuentran grabados en el interior que es circular a pesar de su forma externa. 


La cúpula está salpicada de estrellas, una por cada uno de los 120.000 soldados (hombre y mujeres) de Nueva Gales del Sur que sirvieron en la Primera Guerra Mundial, de los cuales murieron 21.000 y 50.000 fueron heridos, entre muchos tuvieron secuelas psicológicas. 

Cuando se construyó el Memorial se salía de la Gran Depresión, con lo que había falta de fondos y se aceptó que las estrellas fueran vendidas, 20 centavos cada una, aunque no todas se vendieron, pero fue una inyección extra de recursos monetarios. 


En el segundo piso arde la llama eterna en recuerdo de los caídos en la guerra.


Desde el segundo piso, Hall de la Memoria, apoyados en la balaustrada se contempla el primer piso, Hall del Silencio, donde destaca una impresionante escultura (flexible, dolorosa, entregada…increíblemente bella en este dolor) que representa el Sacrificio. Al tener que mirar desde arriba hacia abajo se logra que con la cabeza se esté realizando una reverencia.


Desde el piso inferior se accede a un pequeño museo de las contiendas del ejército australiano por el mundo y por la historia, por medio de fotografías, paneles explicativos y objetos. Entre estos últimos un curioso juego de cartas de actualidad reciente. 


Para terminar la visita de Hyde Park, en la esquina de Liverpoll St y College St se halla Emden Gun, que conmemora la acción naval en la que el buque de guerra Sydney destruyó al alemán Emden en las islas Cocos el 9 de noviembre de 1914 e hicieron prisioneros a 180 miembros de la tripulación. No hará falta decir que es un cañón del Endem. 

Desde Hyde Park salimos a Liverpool St para luego coger George St y subir andando hacia el hotel, viendo en el camino algún edificio interesante, pero como fueron vistos repartidos en varios días los concentraré más adelante todos juntos, para un mejor recorrido por esta zona. 

En nuestra cena de hoy seguimos con la cata de cervezas nacionales y de Tasmania.