Desde Lawkananda Paya vamos a la zona de Myinkaba, donde se encuentran
varios templos, parando primero en Nagayon, construido por el rey
Kyanzittha en el siglo XI, según cuenta la leyenda, en el lugar donde se
cobijó cuando huyó de su hermano y predecesor en el cargo, el rey Sawlu, y
que como Buda fue cobijado por una serpiente cuando se quedó dormido,
hecho del que recibe su nombre, ya que Nagayon significa “protegido por
la serpiente”.
Es bonita la entrada por el arco, que al no tener tantas visitas y por supuesto sin puestos de venta como Htilominlo Pahto, así que en este caso es más templo que mercadillo.
Es bonita la entrada por el arco, que al no tener tantas visitas y por supuesto sin puestos de venta como Htilominlo Pahto, así que en este caso es más templo que mercadillo.
En su interior no se
pueden hacer fotografías, para preservar las bonitas pinturas murales
que todavía quedan, ya que muchas de ellas desaparecieron cuando se
blanquearon los muros. En el santuario hay una imagen de Buda dorado
protegido por una extraña naga, con otras dos imágenes a cada lado; y en
las hornacinas del pasillo también hay imágenes.
Se cree que su sikhara fue utilizado como modelo para el de Ananda Pahto. Durante nuestra visita no se podía subir a su terraza superior.
El suelo ardía a estas horas de la mañana y decidimos, erróneamente por el lado cultural que no por el físico, no intentar dar la vuelta a su estructura.
Al
otro lado de la carretera se alza Abeyadana Pahto, rodeado por un
conjunto de estupas; su nombre significa “la joya abandonada”. Ha
sufrido importantes daños por el terremoto de 2016 y un cartel aconseja
tener cuidado.
Los chinthes se encuentran en la terraza superior, y curiosamente bajo sus garras sujetan un elefante; al final, de una manera u otra siempre te acabas sorprendiendo en esta sucesión de visitas de templos y monasterios.
El
templo fue construido en el siglo XII por el rey Kyanzittha en honor a
su esposa, Abeyadana, que esperaba aquí a su marido cuando se escondía
en el cercano Nagayon. La estupa que lo corona es de estilo cingalés, ya que Abeyadana era de origen bengalí.
En
el interior del templo no se pueden realizar fotografías, se conservan
frescos, de gran belleza, que la Unesco ha limpiado, en ellos se
ven imágenes del budismo mahayana, Boddhisattavas e incluso imágenes
hinduistas, como Brahma, Shiva y Visnú. Aunque no damos una vuelta
completa por su exterior, si lo hacemos parcialmente, parece que el día
de ayer nos agotó en esto de pasear por las terrazas exteriores.
Sus localizaciones:
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