En coche desde Htilominlo Pahto, camino que se puede hacer andando pero seamos
sinceros, el calor y el sol no son las mejores compañías, como si lo
era el aire acondicionado del vehículo, que te daba un momento de
respiro, llegamos al siguiente templo de la llanura norte, Upali Thein,
que realmente es una sala de ordenación, cuyo tamaño es pequeño pero
es realmente coqueto. Fue dañado gravemente durante el terremoto de
1975.
La sala fue construida a mediados del
siglo XIII, con una estructura parecida a una tumba de planta
cuadrangular, y lleva el nombre de un monje del siglo XIII, Upali.
El
pequeño interior, al que se accede por una estrecha puerta, alberga unos frescos preciosos, con tonos verdes,
rojos y ocres; que para protegerlos está prohibido hacer fotografías. Desde el exterior, por las ventanas intentamos
hacer algunas y conseguimos la
imagen de Buda del interior y de algunos frescos detrás de él, ya que la verja nos lo ponía demasiado fácil y accesible (sé que no deberíamos, y
orgullosos no nos sentimos, pero al menos no utilizamos flash, que
es lo más dañino –premio de consolación ridículo a la ineptitud histórica y
arquitectónica por nuestra parte-).
Intentamos dar la vuelta
al edificio, pero solo llegamos a recorrer parcialmente sus pequeños laterales
porque el suelo abrasaba la planta de nuestros pies, y era totalmente
imposible hacerlo, a riesgo de acabar con el pie lleno de ampollas y de
que aquí se acabara el día. En este paseo con esfuerzo es cuando
realizamos las fotografías de su interior al encontrarnos la ventana y la reja.
Desde
esta terraza exterior vemos el conjunto de estupas que hay alrededor,
algunas antiguas, otras rehabilitadas parcialmente y otras parece que de
nueva factura.
Una pequeña sala de ordenación cargada de belleza, fe y magia, más que cualquiera de los templos o estupas más grandes de Bagan.
Desde Upali Thein continuamos el recorrido en coche, y es imposible no ir mirando a derecha a izquierda, y aunque ya sabemos que es imposible parar en todos los templos, conjuntos de estupas o monumentos, no dejas de admirar la gran labor de construcción y fe que en Bagan se fraguó.
Desde Upali Thein continuamos el recorrido en coche, y es imposible no ir mirando a derecha a izquierda, y aunque ya sabemos que es imposible parar en todos los templos, conjuntos de estupas o monumentos, no dejas de admirar la gran labor de construcción y fe que en Bagan se fraguó.
Un
gran grupo de estupas llama nuestra atención y Myo nos pregunta si
queremos parar, no estaba en la relación que le di porque ni siquiera la
conocía, a lo que por supuesto respondimos afirmativamente (creo que lo
tienen incluido como sorpresa en el paseo muchos de los tours, ya que
está de camino y siempre se queda bien con estos detalles), Khe Minga Temple.
En Khe Minga hay una mezcla de estupas nuevas, rehabilitadas,
reconstruidas, envejecidas y desvencijadas, pero es gratificante pasear
entre ellas.
En algunas de las estupas se pueden
ver los daños, en forma de grietas, ocasionados por los terremotos, así
como las capas de hormigón que se han aplicado para que no se caigan; y
sobre todo, restos de la decoración que un día las cubrieron.
En el interior de las estupas hay, por supuesto, imágenes de Buda, y en algunos todavía se conservan algunos murales.
No
es el transporte más utilizado en Bagan, ya que lo son las motos o
bicicletas eléctricas -que se alquilan y dan libertad a los visitantes-, o los taxis,
que ofrecen comodidad y frescor, pero también se puede contratar una
carreta tirada por caballos, como en Inwa, aunque para recorrer todo el territorio
puede ser realmente cansado por el traqueteo en el cuerpo.
Khe Minga es un lugar para
pasear entre estupas y con tiempo pararse a contemplar los detalles, pero sobre
todo sirve para darse cuenta de la fiebre constructora en Bagan, aunque se
trate de templos menores; además tendréis una bonita colección de fotografías porque resulta muy fotogénico y no demasiado visitado, todavía.
La localización de Upali Thein y de Khe Minga:
No hay comentarios:
Publicar un comentario