Dentro de un bonito laberinto
Tras la zona donde se sitúan los edificios Sajeongjeon, Manchunjeon y Cheonchujeon, la puerta Hyangomun da paso a las estancias
privadas, entrando en el área de Gangnyeongjeon (mirar mapa del palacio),
la zona privada del rey, y a su patio. La fotografía es hacia atrás, desde el patio del
segundo hacia Sajeongjeon y Geungjeongjeon, donde se ven las alturas de los
tejados, su encadenamiento y superposición, el mundo increíble y maravilloso de
la teja negra en Corea.
Gangnyeongjeon es el pabellón principal situado en
el centro del patio, que significa “Sala de espera para conseguir la suerte”, y
que era la residencia principal del rey, donde descansaba, dormía y atendía los
asuntos de estado. Se alza sobre una terraza elevada, donde tenían lugar
algunas celebraciones.
Una nota característica de este pabellón es la
ausencia de la cremallera o caballete en el tejado, llamado yongmaru, elemento arquitectónico usado para mostrar que es un edificio
del rey. Una teoría no confirmada explica que ya que el
rey estaba simbolizado como un dragón durante la dinastía Joseon, esta
cremallera, que contiene un dragón o yong,
no podía descansar en la parte superior del pabellón cuando el rey estuviera
dormido.
Cuando el edificio Huijeongdang del palacio Changdeokgung fue destruido por un incendio en 1917, el gobierno
japonés en 1920 desmanteló Gangnyeongjeon para reutilizar sus materiales en la
reconstrucción del primero (desvestir a un santo para vestir otro que aplica el
refranero español; lo que no comprendo es la razón de los japoneses, a no ser
dejar un lugar para el rey títere que habían dejado).
Gangnyeongjeon se apoya en altos cimientos de piedra que permitían
el acceso debajo del pabellón para el sistema de calefacción ondol que poseía el pabellón.
En la parte trasera del pabellón hay una terraza
con barandilla de madera.
En el interior del pabellón, en el centro se encontraba el
dormitorio del rey y las damas de la corte, llamadas gungnyeo (es curioso como este nombre recuerda al escribirlo a
gineceo, tan lejos y tan cerca), que se turnaban para hacer guardia durante la
noche en las habitaciones alrededor de la central, para estar pendiente del
rey, de sus necesidades o de sus caprichos.
Tiene catorce salas rectangulares, siete a la
izquierda y siete a la derecha, utlizando el rey la sala central para reunirse
con sus funcionarios en la toma de decisiones.
Y nosotros siempre con la mirada hacia arriba, porque estas
“proas” de los tejados realmente son impresionantes y no te cansas de admirarlas, es más, los ojos se van hacia ellas una y otra vez.
A la derecha e izquierda del edificio principal hay
cuatro pabellones, dos más grandes, Yeongsaengjeon
y Gyeongseongjeon respectivamente,
y dos más pequeños situados detrás de ellos.
Detrás de Gangnyeongjeon un nuevo muro o corredor y una nueva
puerta, Yanguimun, en la que
destacan dos columnas-chimeneas decoradas. Esta puerta da paso al área de
Gyotaejeon, que como es el de las mujeres fue construida de modo que fuera de
fácil apertura (sin comentarios, aunque posiblemente sería un detalle de agradecer).
Yanguimun además significa literalmente yin y yang,
y expresa el deseo de un feliz matrimonio entre los reyes y el nacimiento de
muchos hijos.
En lugar de entrar por esta puerta lo hacemos por
la del fondo de este pasillo, más pequeña, mucho más pequeña, casi de juguete y de mi tamaño.
Se entra en un nuevo patio con los edificos Heumgyeonggak y Hamwonjeon, que eran muy importantes para los reyes de una sociedad
agrícola como era la coreana. Los instrumentos de observación astronómica se
guardaban cerca de las habitaciones de los reyes. En la fotogragía Hamwonjeon.
En Heumyeonggak, ordenado construir por el rey Sejong, se realizaron inventos
científicos como el reloj de sol (haesigye o anbu-ilgu), el reloj de agua (ongnugiryun) y el pluviómetro (cheogugi). En este
edificio se guardaba el reloj de agua que indicaba las estaciones
y las horas. Este reloj lo vimos en el palacio Deoksugung, porque aquí parece
que se ha trasladado de lugar ya que las puertas de los dos pabellones están
cerradas o bien es un bien demasiado preciado.
Si bien no podemos ver nada del interior de estos
edificios, siempre hay lugar para una mirada, y es que estos palacios son
realmente encantadores, al tiempo que agotadores para recorrerlos, situarse y
admirarlos.
Desde esta zona, o desde la del Gangnyeongjeon a través de la puerta
Yanguimun que nos hemos saltado, se accede al área del Gyotaejeon,
las habitaciones de la reina, incluyendo su dormitorio.
El rey Sejong, que en sus últimos años de reinado tuvo una salud
delicada, decidió llevar a cabo las funciones ejecutivas en Gangnyeongjeon,
donde se encontraba su dormitorio, en lugar de realizarlas en Sajeongjeon, por
lo que muchos funcionarios tenían que pasar habitualmente por Gangnyeongjeon,
así que decidió construir Gyotaejeon para que la reina tuviera privacidad.
Gyotaejeon no tiene caballete o yongmaru
en el tejado como Gangnyeongjeon, sí posee un sistema de calefacción ondol, al que se accede por una puerta
en la parte baja del piso sobre el que se alza el edificio, pero no tiene una
amplia terraza al frente como el segundo, aunque sí la tiene a los lados, con
barandillas de madera.
Cuando el pabellón Daejojeon del palacio Chandeokgung fue
destruido por un incendio en 1917, el gobierno japonés desmanteló Gyotaejeon
para reutilizar sus materiales en la reconstrucción del primero (continuaban el
desvestimiento y vestimiento de santos).
Su interior no tiene tantas habitaciones a los lados como
Gangnyeongjeon, presenta un aspecto más diáfano.
Detrás de Gyotaejeon se encuentra Amisan,
un jardín realizado sobre un montículo artificial, creado con la tierra extraída para
construir el estanque donde se sitúa Gyeonghoeru, en este mismo palacio. El jardín recibe su nombre de
una montaña china, y en él se plantaron plantas y árboles en cuatro terrazas
para resaltar el jardín en cada temporada: flores en primavera, follaje en
verano y los innumerables colores ocres y rojizos del otoño.
En la terraza inferior hay dos recipientes de piedra, llamados Hamwolji
y Nakhadam, que representan estanques, el primero contiene la luna y el segundo
refleja la puesta de sol, por lo menos esa es su intención.
Fotografía desde el jardín (asoma tímidamente por la derecha).
Pero más que el jardín, que no es su estación más esplendorosa de color aunque el verdor siempre es agradable, lo que llama poderosamente la atención son las
cuatro chimeneas hexagonales que se alzan en él, que fueron construidas
alrededor de 1869 con ladrillos color naranja y tejas decorativas en su parte
superior. Tienen una altura de 2,6 m y una anchura de 88 cm. Su función es la
extraer los humos del sistema de calefacción ondol de la zona destinada a residencia real.
Cada chimenea consta a su vez de cuatro pequeñas chimeneas en su parte superior.
Cada lado de las chimeneas está decorado con símbolos: el ave fénix
simboliza a la reina, el murciélago a la fortuna, el cerezo y el crisantemo a
los hombres de virtud; también se pueden ver los diez símbolos de la longevidad,
entre ellos, la grulla, el ciervo, la hierba de la eterna juventud, el pino, el
bambú, uvas y la piedra; y no faltan los animales protectores del fuego, los
míticos y ya casi amigos Haetae.
Hacia el oeste de Amisan se encuentra el área del Jagyeongjeon, cuyo edificio principal del mismo nombre era la
residencia de la reina viuda Sinjeong, la madre biológica del rey Heonjong y que
propició el ascenso al trono del rey Gojong tras la muerte de su hijo y de su
sucesor. Fue construido en 1865, aunque fue destruido dos veces a causa de un
incendio para ser reconstruido finalmente en 1888. Fue el único de los
edificios del palacio de Gyenbokgung que se salvó de las demoliciones durante
la ocupación japonesa de Corea.
El edificio que sobresale al fondo recibe el nombre de Cheongyeonnu, siendo diseñado para
proporcionar un lugar más frío en el verano, elevándose y proyectándose hacia
fuera para asegurar la circulación de aire por los tres lados y por debajo.
Posee el sistema de calefacción ondol
para alguna de sus habitaciones, como el dormitorio, llamado Bogandang, por esta razón tiene los
pilares elevados en uno de sus lados, para poder encender el fuego bajo el
edificio.
Junto a Cheongyeonnu se levanta un muro con una puerta que da acceso al
pabellón Hyeopgeyongdang, que era
utilizado por los asistentes de la reina.
Bordeando el edificio se sale a un patio desde el que se obtiene la
visión de una gran pagoda que se erige en el Museo Folclórico Nacional.
Girando por este patio se alcanza la parte trasera de Jagyeongjeon a la
izquierda y al fondo Bogandang. Pero lo que realmente se busca en este patio es
el muro a nuestra derecha.
Dentro del muro se encuentran diez
chimeneas camufladas de 236 cm de
alto, destacando un panel sobre el muro decorado con los ya mencionados signos
de la longevidad, con el deseo de una larga vida a la reina, signos de riqueza
y salud así como dibujos arabescos. Sobre el panel decorado hay dos grullas y
un dragón (porque lo había leído pero ni allí ni en fotografía reconozco su
figura, supongo que es más un dragón "combinado", tipo protector), y en la parte de abajo dos animales haetae para repeler el mal y el
fuego.
El muro que rodea la zona del Jagyeongjeon por su lado oeste está
decorados con diseños florales y arabescos.
Salimos del complejo y de repente se acaba la sucesión de una zona tras
otra de edificios, aunque se ve que la reconstrucción del palacio sigue su
curso, y ahora el monte Bugaksan no tiene obstáculos que dificulten su visión.
En este verdor aparece un punggidae, una columna octogonal que se usaba para medir la
dirección y velocidad del viento, mediante la colocación de una vara colocada
en el agujero superior de la columna sobre el que se ataba una bandera. Ya
vimos uno de estos medidores en el jardín del palacio Changgyeonggung. La base inferior mide 80,8 cm y la columna 143,5
cm.
La pagoda del Museo Folclórico Nacional cada vez es más cercana.
A nuestra derecha queda el conjunto de Jipyeongdang y Hamhwadang,
dos edificios que se salvaron de la destrucción de los japoneses ya que fueron
utilizados como museos y que pertenecían al área del Heungbokjeon, una explanada de hierba en la actualidad que supongo
forma parte de la reconstrucción que se está llevando a cabo. Heungbokjeon
estaba destinado a viviendas para las concubinas y damas de la corte.
Entramos en este área, primero a un primer patio, al fondo del cual hay
un edificio con pilares altos, lo que hace que se pueda utilizar este espacio de corredor.
Este corredor alto se une con otro corredor también elevado de forma perpendicular,
que comunica con el edificio de Hamhwadang.
De nuevo muros, puertas, patios, edificios, desde luego que vivir en
este palacio era ideal para jugar al escondite, eso sí, teniendo años para
encontrarse. En estos edificios por los registros encontrados se recibía los
enviados extranjeros, así que entre el laberinto y las concubinas estaban bien
distraídos.
Saliendo de esta zona, a su izquierda se encuentra el canal del arroyo
de agua, que hacia el sur conduce al estanque del pabellón Gyeonghoeru.
El agua surge de un pozo situado al norte, y que supongo provendrá de la
montaña.
Al otro lado del canal se sitúa el área de Janggo, tres patios abiertos donde se guardaban las vasijas de
almacenamiento, principalmente de comida, y donde ahora se exhibe cerámica
coreana, y donde actualmente también se celebra un Festival de la cocina real durante la
dinastía Joseon, con derecho a
cata en el precio de entrada al palacio.
Estas vasijas tenían formas diferentes dependiendo de la región donde se
fabricaban, así como también eran decoradas de formas diferentes. En los
distritos centrales del país el cuerpo era fino con una boca amplia; en la región
sudeste, la parte inferior y superior tienen casi el mismo diámetro y tiene una
forma redondeda, como una ciruela; en la región suroeste son anchas en la parte
superior para aprovechar la gran cantidad de luz solar, y por debajo son más
estrechos. Sobre ellas se dibujaban flores, plantas, mariposas, círculos
concéntricos, etc.
En las vasijas se guardaban alimentos fermentados, como pastas, salsas,
el famoso y sabroso kimchi, vino, cereales, sal, papel, tela...
Por la parte de atrás de Hamhwadang y Jipgyeongang, hay un precioso
estanque de loto construido en 1456, Hyangwonji,
con una isla artificial en el centro.
Sobre la isla se levanta el pabellón hexagonal Hyangwonjeong, que significa pabellón de fragancia profunda, lugar
elegido por la familia real para disfrutar de ocasiones especiales, al tiempo
que para pasear y meditar (construyendo estos sitios demostraban un gusto exquisito).
El pabellón estaba conectado a la orilla norte del estanque, y por tanto al área del Geoncheonggung por un puente de madera de nombre Chwihyanggyo, que fue el puente más
largo construido en madera durante la dinastía Joseon. El puente fue destruido
en 1953, durante la Guerra de Corea y cuando se reconstruyó se colocó para
comunicar el pabellón con la orilla sur y no con la norte como originalmente fue diseñado.
El estanque y su pabellón son de los monumentos y lugares más
fotografiados en Corea, y no hay que explicar la razón, su belleza, que tanto en
lugar como en construcción, es magnífica, y además con paciencia se puede
buscar y encontrar entre tanto loto el ansiado reflejo del pabellón en el estanque, aunque no se disfrute de su totalidad. Por desgracia nuestra,
pero por fortuna para su preservación, no es visitable.
El pabellón, el estanque, el reflejo, pero no su construcción ni por forma ni por su recubrimiento dorado, nos recuerda al bonito pabellón Kinkaku-ji de Kyoto, también llamado pabellón dorado.
Terminamos la visita, al como estáis comprobando extenso en terreno y edificios, palacio en la próxima y última entrada de la visita al palacio.
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