De
amor y pasión
Como no tengo tiempo
para hacer un reportaje como se merece una ciudad como New York, aunque en
libros e internet hay información para pillarse un buen atracón, mi pequeño
homenaje en este momento va a ser un pequeño aperitivo de rincones de New York, la ciudad que
nos tiene atrapados el corazón, en la que nos sentimos como si fuera nuestra
ciudad de origen y en la que no nos importaría vivir…por lo menos a mí, que
seguramente esta sería la vacuna definitiva para amarla para siempre o para
dejar de tener esta pasión sin medida.
No es la ciudad más
bonita del mundo, he ido descubriendo que tiene todos los defectos que puede
tener una ciudad, pero me gusta pasear por ella, me gusta ver su variedad
arquitectónica y sentir su variedad étnica, su continuo crecimiento y
desarrollo, conocer su pasado, que es tan reciente que hasta asusta su expansión. Y es por esto por lo que lo llamo amor y pasión, porque a pesar de
todos los defectos siempre prevalecen sus virtudes...¿y no es esto el amor, ciego o no?
Algunos de los
lugares de las fotografías no son tan visitados por los turistas o viajeros o
paseantes forzosos, pero todos ellos ofrecen una visión amplia de lo que ofrece
la ciudad. De momento, como en una película de suspense, no escribo ni los nombres ni las localizaciones de los sitios, aunque muchos seguro que los reconoceréis si amáis esta ciudad, tanto si la habéis visitado en persona como de forma virtual.
Sus calles, que siempre
son cinematográficas, aunque sea en la oscuridad (ya sé, podría ser cualquier calle de cualquier ciudad, pero no lo es, yo lo sé y ahora también vosotros)
Calles en las que no
faltan los vapores salir de los conos tipo “chimenea”, cine en vivo y en directo
Sus puestos
callejeros de comidas, de los que destacan algunos hasta en las guías y
recomendaciones gastronómicas, formándose una inmensa cola en ellos hasta en los días más fríos
Sus reflejos, unos
edificios sobre otros, lo antiguo sobre lo moderno, lo moderno sobre lo más
moderno…es una ciudad que no se detiene, no sólo que no duerma
El arte en sus
calles, en la que destacan muchas esculturas de color rojo, pero no son las
únicas
Por sus parques, por
supuesto por el increíble, magnífico, maravilloso... Central Park, por el que
nuestros pies no pueden dejar de pisar siempre que vamos, y sentir que nos
recarga de energía y de paz
Parque en el que
todavía nos queda por conocer muchos de sus puentes, porque todos ellos tienen
su nombre
Hay otros parques más
pequeños, como el que mira al Hudson, que es una pequeña sinfonía británica
Al norte de Harlem,
más que parque es un semibosque
Entre Harlem y
Upper West Side un inmenso parque a orillas del río que merece un día de paseo.
Un parque en Brooklyn que van
dejando en su estado natural, lo que lo vuelve a asemejar a bosque
Sus iglesias,
incontables, a las que siempre merece la pena conocer y visitar su interior, porque casi siempre se encuentran sorpresas agradables, ya sea en forma arquitectónica o humana
Sus clásicas
imágenes, letreros en las fachadas de los edificios y depósitos de agua de los
mismos…la vista siempre hacia arriba y no sólo para seguir la figura de los rascacielos
Saben cómo buscar
espacios para esos cigarros y comidas al aire libre
El pasado, que estuvo
a punto de ser destruido, se ha convertido en un agradable paseo
Se puede dar la vuelta a la isla de Manhattan al lado del agua siempre (el paseo estaba en construcción y creo que se ha terminado)
En el país y en la ciudad más capitalista del mundo hay sitio hasta para una estatua de Lenin
Sus parkings no son
leyenda, son reales
Como americanos
típicos saben decorar la Navidad como nadie, y no sólo en la Quinta Avenida
Podría seguir y no parar, pero creo que puede valer como pincelada más fotográfica que geográfica y literaria, espero que os haya gustado a pesar de no ser las imágenes más conocidas de la ciudad, pero son por las que nosotros siempre volvemos a ella, por las sorpresas que nos encontramos y nos gustan tanto como nos emocionan.
Coincido contigo, es una ciudad fascinante pero NO es la ciudad más bonita del mundo. Eso yo lo tengo claro.
ResponderEliminarUn saludo,
Trini
http://Yoadoroviajar.blogspot.com
Trini, tengo que ser sincera para los lectores e incluso para mí misma, y a pesar de mi pasión sin medida por NY, las cosas son así, no es la ciudad más bonita, aunque para nosotros es la más hechizante (o fascinante) por múltiples razones, siendo la más básica de todas ellas las ganas de poder vivir en ella, al menos una temporada larga.
ResponderEliminarFantásticas fotografías...es lo único que puedo decir. Tan diferentes a las archiconocidas de NY. Estas cosas son las que también hacen ciudad y la dan personalidad
ResponderEliminarJajaja, por lo menos te han gustado las fotos, gracias del fotógrafo que yo solo soy escritora de pacotilla. En lo que estoy de acuerdo, y por ello a las ciudades las amamos o nos son indiferentes en mayor o menor medida es por tu última frase: estas cosas son las que también hacen ciudad y la dan personalidad.
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