Construyendo bancos con oro febril
Desde la esquina de Swanston St con Collins St volvemos a caminar por
esta última, donde se encuentra el edificio del antiguo Commercial Bank of
Australia (333 Collins St), construido en 1891.
Como tiene las puertas
abiertas de par en par, en principio parece que es un pasillo interno que une
las dos calles aparte de ser entrada para las oficinas, decidimos entrar
nosotros.
Se llega al vestíbulo y a la
cúpula octogonal, que rememoran los tiempos de gloria y riqueza de la fiebre
del oro del siglo XIX. Si no te cuentan que es un banco parecería cualquier otro lugar, incluso el vestíbulo de
un teatro pero todavía nos queda sorprendernos con los bancos melbourneses.
Hay una maqueta del
edificio, donde se ve el antiguo edificio al frente y el nuevo edificio alto
construido en la década de 1990 por detrás. La fachada original de estilo
barroco fue sustituida por otra en el estilo que se conoce como de Chicago.
Seguimos el paseo por
Collins St y en el cruce de esta calle con Queen St, un palacio de cuento, que no lo
tengo en la guía, pero al que nos dirigimos como hechizados, ¿vivirá una bruja
malvada?
Los dos edificios de la foto,
el de la esquina y el de su derecha, conforman actualmente uno solo, al que
llaman Gothic Bank, y pertenecen al banco ANZ.
Los edificios fueron
construidos durante la década de especulación de 1880. El de la esquina fue
construido por el banquero Sir George Verdon, que aparte de esta profesión, era
político, abogado y sobre todo un amante de las artes, como sede del English,
Scottish and Australian Bank. Para su construcción se realizó un concurso y el
proyecto ganador fue el de William
Warden, que utilizó un estilo gótico francés y veneciano, con logias, balcones
y una torre octogonal.
Si impresionante es el
exterior, que él solo nos ha llamado desde la acera contraria, no menos
impresionante resulta su interior, al que entramos y vemos que está preparado
para las visitas, de modo que unas cristaleras permiten contemplarlo sin tener
que molestar a los trabajadores y a los usuarios bancarios.
Las columnas son de hierro
fundido y están cubiertas por una pátina de cinco capas de pintura de aceite,
el techo está decorado a mano con pintura dorada, y en el centro de cada panel
hay un escudo de armas de Inglaterra, Escocia y Australia y de las ciudades más
importantes donde tenía negocios el banco. El mobiliario de la oficina presenta
un aspecto del siglo pasado, por un lado despachos abiertos y por otro las
típicas ventanillas; está realizado por artesanos locales en madera del país.
El tragaluz es un añadido de 1920.
Al haber gente trabajando
nos corta el hacer más fotos, pero por lo menos podemos disfrutar de su
decoración.
El edificio de al lado, que
se añadió al banco en 1923, era la Stock Exchange of Melbourne, construida en
1888 por William Pitt.
Con esta decoración exterior
cualquiera diría que forma parte de las oficinas de un banco.
A juego con la época de las
construcciones es la placa del número de la calle, y no por estilo sino por las
capas de polvo y telarañas que lo recubren, y eso que el interior está todo
impoluto.
Entramos al edificio con
tranquilidad, no hay nadie que nos corte el paso, con lo que se supone que es
visitable y nos encontramos con otra sala majestuosa, The Cathedral Room, que
como su nombre indica parece más un hall de una catedral que de un banco, aunque
ahora no tenga algún uso en especial, está completamente diáfana (creo que se puede alquilar para eventos pero no es una información contrastada).
Las seis columnas de granito
pesan entre 16 y 20 toneladas cada una, están rematadas por unos bellos
trabajos de sillería blanca y el techo está cubierto por arcos abovedados. En
las paredes hay arcos ciegos de tracería gótica que realzan la cornisa
superior, y en uno de ellos hay una vidriera con las figuras de un buscador de
oro y de un pastor, dos industrias que ayudaron al auge de la Bolsa de Melbourne.
El suelo de mosaicos es nuevo pero se construyó copiando el original.
Hasta aquí hemos entrado sin
problemas, pero seguimos hacia delante, por un vestíbulo donde se unen el
pasado y el presente e intento hacer fotos de los paneles explicativos, luego
me vienen muy bien para elaborar estos resúmenes y asentar conceptos, sobre
todo cuando no tengo la información como es en este caso, pero sale un
vigilante y me dice que no, que no se pueden hacer fotos, menos mal que por lo
menos hay folletos explicativos que se pueden coger y me están ayudando a
conocer la historia y la arquitectura de estos edificios.
Desde este punto, estamos en
lo que llaman atrio, se ve la conjunción perfecta entre la arquitectura
anterior y la moderna, uniendo cuatro edificios: el Gothic Bank, la Stock
Exchange of Melbourne, el Melbourne Safe Deposit (no visitable) y la torre de
nueva construcción para albergar las oficinas.
Solo hay una palabra para
estos edificios y vosotros ya la conocéis: amazing y no creo que necesite explicar lo que vimos porque lo estáis viendo.
Como amazing es el edificio,
del que desconozco su nombre y su uso, que se encuentra en la esquina diagonal
con el Gothic Bank. Melbourne arquitectónicamente supera a Sydney por goleada,
y de nuevo volvemos a caer en las redes de una ciudad en solo unas horas.
En esta ciudad no faltan
detalles se mire donde se mire, siempre habrá alguno que nos sorprenderá y nos gustará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario