Buscando a Sisi emperatriz
Continuamos en Michaelerplatz, que es donde se encuentra una de las entradas al lugar que queríamos visitar y de ahí las prisas por llegar, el Hofburg o Palacio Imperial, un complejo de 240.000 m2 de jardines, edificios y plazas, donde vivieron los Habsburgo durante más de seis siglos, desde el primer emperador, Rodolfo I en 1279, al último, Carlos I en 1918. Con el deseo de los emperadores de superar a sus predecesores se fueron añadiendo nuevos sectores.
A la plaza asoma la entrada al palacio con forma semicircular, Michaelertrakt, rematada con esculturas que representan el poder terrestre y marítimo de Austria. Están restaurando la entrada, aunque en la foto no se nota demasiado; en ella hay tres arcos de entrada entre los que se encuentran las esculturas de Los trabajos de Hércules.
A ambos lados de esta impresionante fachada hay dos fuentes, la de la derecha es una alegoría de El medio terrestre, y la izquierda de El medio marino. Detalle de la primera, siempre y cuando consideremos que esta izquierda y derecha sea mirando de frente, ¡¡hemos encontrado a Gollum!!
Entramos al palacio que da a una rotonda sobre la que se ve la cúpula exterior, a mano derecha se encuentra la entrada, previo pago de 10,50€, a la Silberkammer (Platería de la Corte), el Museo Sisi y los Kaiserappartements (Apartamentos Imperiales). En el precio se incluye la posibilidad de tomar una audioguía, por la que optamos sin ninguna duda.
El recorrido comienza por la Silberkammer, con una colección extensa de vajillas, cuberterías, cristalerías, utensilios de cocina, elementos decorativos para las mesas de comedor. Impresionantes esas vajillas de plata o de oro, las porcelanas japonesas, los diseños con dibujos florales o rústicos. Les faltaba tiempo para utilizar tanto objeto.
Curiosidades que llamaron nuestra atención: los vasos de cristal en color verde eran para los vinos del Rhin, y la ropa de casa de la corte era de color amarillo.
Se pueden ver menús de la corte:
Aguamaniles y orinales, todos ellos muy imperiales por supuesto.
Servilletas dobladas solo para uso del emperador, con tres huecos internos donde le colocaban tres panecillos, los otros huecos no recuerdo que en la audioguía contaran su cometido.
En otras ocasiones formaban figuras con las servilletas, cuyas dimensiones eran de 1 m x 1 m para poder conseguirlas. Estoy pensando yo que para Navidad podía hacer algo así, aunque tendríamos que utilizar todos la misma servilleta para que entrara la vajilla y la comida.
Hay un espectacular centro de mesa de bronce, de ¡33 m!, con sus candelabros, que fue realizado en torno a 1800.
Otros centros de mesa son un referente al estilo religioso, con su relicario tríptico.
Terminamos esta visita, que no ha sido por orden de visión para el blog, con un barreño y una colección de jarras de plata y de cristal, con las que los emperadores obsequiaban a personas de edad avanzada los Jueves Santo, a los que les lavaban los pies, además de darles también una bolsa con 30 monedas de plata; todo ello en referencia a Judas.
Es curioso como una visita que pensábamos que no nos llevaría mucho tiempo al final duró más, pero fue sumamente interesante, por la cantidad de piezas que se pueden ver y por las explicaciones de la audioguía.
Se sale de esta colección para subir por la escalera del palacio,.
Al final de la escalera se entra en una sala donde hay una maqueta del complejo del Hofburg, para hacerse una buena idea de su inmenso tamaño y de los edificios que lo forman.
Para entrar en el Museo Sisi, donde ya no se pueden hacer fotos, prohibición que respetamos. En ella se desmitifica a Sisi y a Romy Schneider con su papel de la emperatriz. Se muestran tres vestidos: el de la despedida de soltera (blanco y ribetes en verde), el del viaje a Hungría (blanco con detalles azules casi negros), y uno de los que utilizó a raíz de la muerte del suicidio de su hijo Rodolfo de 30 años en Mayerling, totalmente negro, hasta los complementos como las joyas, el paraguas.
Las joyas son reproducciones, está el famoso retrato de Winterhalter de Sisi con sus horquillas de estrellas en diamante, la farmacia ambulante con la que viajaba, el lujoso vagón de tren en el que viajaba, pero cuando lo hacía por mar le gustaba viajar en cubierta, más si había tormentas y el mar estaba bravo…todo ello mientras por la audioguía nos desgranan su extraña personalidad, romántica-meláncolica-depresiva, obsesionada con la alimentación y la delgadez, por el cuidado de su largo pelo, su rechazo a la corte, la devoción de su marido a pesar de todo…Un mundo de locos es lo que vivió esta extraña pareja, hasta que todo terminó el 10 de septiembre de 1898, cuando fue asesinada en Ginebra por un anarquista italiano.
Desde el museo se accede a los apartamentos imperiales-kaiserappartements, donde continúa la prohibición de realizar fotografías, que seguimos cumpliendo. Se pasa por las dependencias del archiduque Esteban, donde llama la atención por el nombre tan actual, el gabinete de los fumadores. A continuación por el ala del emperador Francisco José, con su sala de audiencias donde recibía de pie a los ciudadanos que lo habían solicitado (pocos a la vez, que si no se cansaba), el despacho y el dormitorio. Seguidamente se halla el ala de Sisi, que se encuentra en el palacio de Amalienburg, con el gabinete-dormitorio, donde destaca la cama situada en el centro, petición de la emperatriz, el despacho, la mesa-tocador donde la peinaban durante horas; la sala de gimnasio, con unas espalderas y una anilla; el baño, a la higiene le prestaba importancia y es una exhibición que se ha incorporado recientemente. Se termina en el ala de Alejandro I, donde destaca el comedor imperial, dispuesto para recibir a los invitados.
No es una gran colección, no es un gran palacio, comparado con el de Catalina la Grande en San Petersburgo por ejemplo, pero su visita es interesante, sobre todo para conocer mejor a esta emperatriz mito.
Se sale del palacio y del museo a Ballhausplatz, donde se encuentra la sede del canciller austriaco, que nos quedará pendiente en este viaje, donde tuvieron lugar los principales acontecimientos de la historia de Austria: las reuniones del Congreso de Viena en 1814-1815 después de las Guerras Napoleónicas y donde se concibió la reorganización de Europa según Napoleón; las deliberaciones de 1914 y el ultimátum a Serbia, que condujeron al estallido de la Primera Guerra Mundial y el asesinato del canciller Doffuss por terroristas nacional socialistas austriacos en 1934, ya que muchos austriacos miraban con “envidia” la prosperidad alemana.
Pero el Hofburg, tal y como podemos ver (o intuir) en la foto de la maqueta, encierra más edificios, no todos visitables, con lo que continuaremos en él.
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