11 de abril de 2011

Japón - Takayama - Takayama Jinya - Sanmachi

Gobierno, shogunato y mucho sake


Terminados de comer, Sumitsu nos pone en pie y a caminar otra vez por Takayama, lo malo es que las nubes han despejado, cae un sol de justicia, estamos recién comidos, ella lleva un ritmo infernal....¡¡para habernos matado!!. Mi marido para la lluvia por la mañana compró un paraguas mini, y como buen japonés lo comienza a utilizar para el sol.


Vamos caminando rápido pero aún así podemos disfrutar de la arquitectura que vemos en sus calles, que están ahora más llenas de gente, paisanos y turistas, mucho más jolgorio, y con la luz del sol en las maderas se ve más bonita la ciudad.



La visita que nos queda con guía es el Palacio Histórico del Gobierno o Takayama Jinya, uno de los pocos edificios oficiales del periodo Edo que se conservan. 


El palacio fue construido por los gobernantes Kanemori en 1615, y en 1692 el shogunato lo convirtió en sede del Gobierno provincial. Fue reconstruido 200 años después y continúo siendo la sede del gobierno en Takayama, incluso después de la abolición del shogunato en el siglo XIX.


Vemos las salas donde se reunían los funcionarios, las dependencias del gobernador y su familia. la cocina, el granero (las fortunas se contaban en sacos de arroz) y una sala destinada a cámara de tortura, con explicaciones en dibujos de las mismas, para entenderlas mejor. 



Con esta visita nuestra guía nos deja a nuestro aire, y aprovechamos para volver a caminar por sus calles, por las que pasamos rápidamente de camino al palacio, principalmente por el barrio con edificos tradicionales de Sanmachi, donde abundan las casas de comerciantes y destilerías de sake,  con sus bonitas botellas como reclamo para el comprador o el bebedor o ambos.


En la entrada de estos locales no faltan las bolas protectoras. Se puede entrar en algunas hasta la fábrica donde se encuentran las grandes tinajas de fermentación. Volvemos a caer en el vicio y en el placer de las compras, y por supuesto, después de una degustación de sake acabamos sucumbiendo a su encanto, y ya sólo gritaremos "sake sake" para las fotos.


Es un salto en el tiempo caminar por estas calles, hasta te dan ganas de vestirte con un kimono, calzarte las getas y sentirte japonesa.



Entramos en una tienda de filigranas de madera, haciendo honor a su fama de buenos artesanos de este material. Es impresionante la cantidad de artículos, bonitos y coloridos: móviles para colgar, pasadores de pelo, animales decorativos....Dentro de esta tienda además hay  un puesto de helados preparados al instante: algo de hielo, algo de fruta, un triturado y ya tenemos el helado listo, que estaba de escándalo, y por si fuera poco con uno de esos rincones encantadores de jardín, ¿se puede pedir más?.



En esta exploración de tiendas conocemos a Sarubobo, un amuleto como una "x" que es simpático y del que al llegar a Madrid busque información sobre el mismo, hasta a la mismísima Kitty la han disfrazado de Sarubobo. Ahora yo tengo un bonito Sarubobo colgado de mi móvil. 


Wiki dixit: "Tradicionalmente, los sarubobos eran hechos por las abuelas para sus nietos como muñecas, y para sus hijas como un hechizo para un buen matrimonio y familia...Asociado particularmente con la ciudad de Takayama..."

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