16 de marzo de 2011

España - Hoces del Duratón (Segovia) - Monasterio de la Hoz

La hoz y el monasterio

Las hoces del Río Duratón fueron declaradas Parque Natural el 27 de junio de 1989, y en octubre de 1990 fue declarada Zona Especial Protección para las Aves (ZEPA). El eje del parque comprende el tramo medio del río Duratón, desde Sepúlveda hasta que sus aguas son retenidas en el embalse de Burgomillodo, un tramo de 25 km. Posee una extensión de 5.037 hectáreas que se distribuyen entre los términos municipales de Carrascal del Río, Sebúlcor y Sepúlveda. 

Teniendo tan cerca este parque natural de Madrid no lo conocíamos, así que en un pequeño puente hicimos una escapada para subsanar este lapsus.  Nos alojamos en Sebúlcor, en La Posada del Duratón, un hotelito con encanto en el que estuvimos bien dormidos, desayunados y cenados. 


Sin tener muy claro la ruta del día, ya que el cielo amenazaba lluvia y no apetecía entrar a caminar por las hoces, compramos víveres en la pequeña tienda del pueblo por si acaso decidimos entrar en alguna ruta. Desde Sebúlcor seguimos las indicaciones que llevan al Monasterio de la Hoz. 

Primero por carretera asfaltada y luego por una pista forestal hasta que el camino se bifurca y además las piedras hacen intransitable continuar en coche. Desde aquí continuamos caminando con el cañón del Duratón a nuestra derecha. 


En un kilómetro más o menos aparece ante nuestros ojos las ruinas del monasterio. 


El origen del monasterio se pierde en el tiempo, aunque al parecer en el siglo VIII ya existía en el lugar un pequeño centro de culto y eremitas, donde se veneraba a la Virgen y a San Pantaleón de la Hoz. 

En el año 1231, con Alfonso XI de rey de Castilla, y después de la aparición de la Virgen a un pastor, los Benedictinos hacen donación del lugar a la Orden de los Franciscanos, que fundan el Monasterio. 

En el año 1495 sufrió un derrumbe, donde ningún monje fue dañado porque se encontraban en la iglesia rezando y esta resultó intacta. Los franciscanos acudieron a Isabel la Católica para que les costeara la rehabilitación, cosa que hizo al ser devota de esta virgen.

En el siglo XVII el monasterio fue el primer Colegio de Misioneros de España, y más tarde perdería esta misión. 

Tras la desamortización de Mendizábal en 1836, el monasterio fue abandonado por los religiosos, que vivían de los recursos de la zona: huerta, ganadería, caza y pesca. 


Al monasterio solo se puede acceder por el río, en piragua, aunque tengo la duda de si existe un camino cuesta abajo, con el peligro de caerse que llevaría este intento. 

Las vistas de las hoces del Duratón son magníficas y realmente preciosas. Hacia la derecha en este caso.


Hacia la izquierda hay una zona de buitreras. 


Que gracias a los prismáticos que llevamos podemos verlos con claridad, o a través del zoom de la cámara de fotos. 


Algún buitre nos ofrece su vuelo, mezclándose con los típicos colores del otoño. 


2 comentarios:

  1. Es un sitio mágico, y con menos gente que San Frutos.

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  2. Hola Rubén, si que es mágico el lugar. San Frutos con menos romería también lo sería, aunque solo es cuestión de concentrarse y sentirse solitario.
    Felicidades por tus magníficas fotografías.

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