1 de julio de 2019

Botswana - Río Chobe - Safari fotográfico Pangolin - Aves

Navegando y fotografiando

Una de las experiencias que disfrutamos en Botswana, además de los safaris terrestres, fue un safarí fotográfico por el río Chobe, y para ello paramos en el Hotel Mowana, un hotel al uso, nada de tiendas, de campo o de lujo. Navegas en barcas en las que hay una cámara para cada pasajero, con unas tarjetas con capacidad para 13.000 fotografías, y sillas giratorias 360º para tener todo lo visible al alcance de un giro rápido, mucho cuidado con estos giros por el choque de cámaras y personas. Yo no soy la fotógrafa de este tándem bloguero, pero la experiencia merece la pena. 


Lo primero es disfrutar del idílico y tranquilo paisaje acuático. El río Cuando (o Kwando) tiene una longitud de 1.500 km, nace en la meseta de Bié, en Angola y fluye hacia el sur, forma frontera con Zambia, luego se adentra en Namibia por la Franja de Caprivi, para finalmente formar frontera entre Namibia y Botswana, donde se llama río Linyanti, corriendo hasta el lago Liambesi, tras el cual recibe el nombre de río Chobe, que termina confluyendo con el río Zambeze, donde hay una cuádruple frontera entre Namibia, Zambia, Botswana y Zimbabwe. 



Lo segundo es avistar y fotografíar animales, sobre todo aves, como este cormorán grande


Una pareja de patos aguja africanos o anhingas rufas (African Darter), que incluso parecen posar para nosotros, levantando incluso el vuelo y sorprendernos con su envergadura de alas. En Tortuguero, Costa Rica,  vimos una anhinga americana, con un plumaje blanco en cuello y alas.



Con dificultad capturamos al simpático blanqui-negro martin pescador pio (Pied Kingfisher), y es que no se estaba quieto, nada más posarse se movía constantemente o volvía a salir volando. 


La inmaculada y blanca garceta común (Little Egret), que además de por el plumaje y el tamaño se diferencia de otras garzas por el color del pico (esto es para un estudio intensivo, y no lo recordaré jamás). 



Un bonito y colorido tántalo africano o ibis (Yellow Billed Stork), cuyas alas tienen gran tamaño al levantar el vuelo. 



Una simpática garcilla bueyera (Cattle Egret), blanca con preciosos tonos rosas, como si hubiera pasado por la peluquería a darse unas mechas. 


Un ganso espolonado (Spur Winged Goose). 


Una jacana africana (African Jacana). 


Una bandada de patos (no sé la especie) levanta el vuelo. 

 
Un avefría palustre (Loed Toed Lapwing), que parece una bailarina maquillada de forma extrema para la representación de una obra teatral. 


Una espátula africana (African Spoonbill), con su característico pico como una cuchara; a la que se le despeina el copete cuando sopla el viento. 



Y la familia de las espátulas. 


Un águila pescadora (Fish Eagle) levanta su majestuoso vuelo para nuestra admiración, aunque pillarla en pleno vuelo era otra historia.


Una garza blanca (White Egret, que creo que se trata de la intermedia en tamaño, porque la hay más grande). 


Una garza real (Grey Heron), que creo que es la especie que más hemos visto en el río Chobe, que al levantar el vuelo sus alas parecen un gran manto que la cubriera.


 
Un curioso picotenaza africano (African Openbill). 



Unos rayadores africanos (African Skimmer), que parecen que más que alas son hélices, o un escuadrón de ataque, y forman una bonita estampa en el horizonte. 


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