Edificios coloniales
Frente a Sule Paya está el jardín de Mahabandoola, que lleva el nombre
de un general birmano de la Primera Guerra Anglobirmana, y en este jardín está
el Monumento a la Independencia, un obelisco de 50 m de altura rodeado
de chinthes (la leyenda de este ser mitad león y mitad humano la podéis conocer en Shwedagon Paya), homenaje a los que murieron por la lucha de la
independencia en el siglo XX.
Hoy es 8 de agosto,
y junto a la verja del jardín hay unas coronas de flores con el número 8
cuatro veces, en referencia al 8 de agosto de 1988, cuando se
produjeron manifestaciones de estudiantes contra el régimen militar, que
se extendieron por todo el país y por todas las clases sociales, económicas y
religiosas, que terminaron en septiembre tras una dura y violenta represión que terminó con centenares de muertos, pero la cifra no se sabe.
Comenzamos nuestro pequeño
paseo por la zona colonial de la ciudad, con edificios variopintos, unos
se han restaurado y otros permanecen en el abandono, pero todos ellos
están llenos de un encanto decadente, que les hace curiosos y hasta bellos.
Hacia un lado de la rotonda de Sule Paya está el Ayuntamiento, construido en la década de 1930 por un arquitecto birmano, que ha sido reconstruido en dos ocasiones posteriores. En los laterales de los arcos centrales destacan dos nagas de color verde. Suponemos que estarían preparando algunos actos conmemorativos del día 8 de agosto, por el telón negro que tapa los arcos. Ahora su fachada es de un blanco luminoso, pero en internet se puede ver en un color colonial muy característico en Asia, el amarillo.
Hacia un lado de la rotonda de Sule Paya está el Ayuntamiento, construido en la década de 1930 por un arquitecto birmano, que ha sido reconstruido en dos ocasiones posteriores. En los laterales de los arcos centrales destacan dos nagas de color verde. Suponemos que estarían preparando algunos actos conmemorativos del día 8 de agosto, por el telón negro que tapa los arcos. Ahora su fachada es de un blanco luminoso, pero en internet se puede ver en un color colonial muy característico en Asia, el amarillo.
Cruzando Mahabandoola Garden Street se encuentra la
antigua Oficina de Inmigración –trasladada a la capital, Naypyidaw-, que
se alojó en un edificio construido en 1910 para los que fueron los mayores almacenes de Asia, Rowe &
Company, que eran considerados como los Harrods
asiáticos. En 2014 el edificio fue restaurado y pintada su fachada de color beige
–desapareciendo el rojo que todavía se puede ver en fotografías antiguas- para alojar la sede del Banco Aya.
Enfrente, la
iglesia baptista de Immanuel, construida en 1885, fue destruida durante
la Segunda Guerra Mundial y se reconstruyó en 1952, un edificio bastante sencillo visto lo visto.
Caminamos por Mahabandoola Road, encontrándonos un puesto tras otro de comidas o bebidas. Nos reencontramos con la vida en las calles, un clásico también en Asia.
Tenemos
nuestra primera visión de las hojas de betel para fumar, que dejan los
dientes rojos hasta que se terminan cayendo; y que como es tabaco de
mascar, se escupe cuando se termina, y eso convierte el suelo en una masa
roja nada agradable. La hoja de betel se rellena con nueces de areca y
especias, además de añadirle una capa de cal (así dicho no parece nada
apetitoso y viendo las consecuencias menos).
Este tabaco es consumido no sólo por los mayores -mujeres incluidas-, los jóvenes también lo hacen -en este caso no vimos a chicas-, parece ser que es algo así como la hoja de coca, que te mantiene despierto y atento. Además de los efectos ya mencionados, tanto para ellos directamente como para el resto de los ciudadanos indirectamente, el betel y la nuez son cancerígenos.
Este tabaco es consumido no sólo por los mayores -mujeres incluidas-, los jóvenes también lo hacen -en este caso no vimos a chicas-, parece ser que es algo así como la hoja de coca, que te mantiene despierto y atento. Además de los efectos ya mencionados, tanto para ellos directamente como para el resto de los ciudadanos indirectamente, el betel y la nuez son cancerígenos.
Como no vamos a probar este
producto y necesitamos estimularnos e hidratarnos, Myo nos invita a unos
refrescos de lichi, que son altamente azucarados y en cuyo interior hay
pequeños trozos de esta fruta. A mí me gustaron y durante el viaje de
vez en cuando sustituía el agua por este refresco.
En
el cruce de Mahabandoola Road con Pansodan St destaca un edificio
colonial cuya fachada es rosa fucsia, pero no he conseguido información
sobre él, que a pesar de su color de cuento es bonito; en la actualidad parece alojar una empresa o varias relacionadas con la informática.
Girando
por Pansodan St se encuentra la fachada principal de la Oficina de
Telégrafos, de estilo eduardiano, pero no tenemos el mejor ángulo para
verle ni muchos menos para hacer una fotografía -tendríamos que ir cruzando continuamente la calle, y esto es de lo más difícil en la ciudad-. En este caso le falta una mano de pintura para presentar un mejor aspecto.
Los edificios de la acera de enfrente si están más dispuestos para nuestros ojos y cámaras.
A
continuación de la Oficina de Telégrafos se haya el edificio del Tribunal Supremo, que a pesar de
que esta es su fachada trasera es la que se utiliza como entrada. Nos
vuelve a pasar lo mismo con los ángulos de visión y captura, pero giramos nuestros cuerpos y la cámara lo que podemos.
La
fachada principal del edificio da al jardín Mahabandoola, pero nos
conformamos con verlo desde lejos, desde el obelisco, distinguiéndose sobre todo su torre
del reloj; y pasando junto a la torre en un paseo nocturno.
No todos los edificios resultan
bonitos a primera vista, algunos están en un estado lamentable, y ante
la humedad de sus fachadas no dejo de preguntarme por su aspecto
interior, que la pintura es fácil de aplicar, pero esa humedad cala los huesos.
En la calle vemos una imagen que nos recuerda a una
película de Cantiflas, El portero, en la que además de ejercer esta
profesión también escribía cartas por encargo, como parece que está haciendo el señor de la máquina de escribir, un objeto ya casi incunable en estos tiempos modernos.
En
la esquina de Pansodan St con Merchant St, en el lado de la acera donde
estamos está Rander House, edificio construido en 1932 por comerciantes
indios, pero desde nuestra posición no lo vemos; enfrente está el
edificio Lokanat, anteriormente llamado Sofaer Building, construido en
1906 en estilo italiano por unos comerciantes judíos de Bagdad, y en él
se realizaban compras de importaciones de cerveza, tabaco. En la
actualidad parte está ocupado por una galería de arte de artistas
locales. Nos parece un bello edificio.
A continuación el edificio de Inland
Water Transport, organismo encargado del control de pasajeros de cruceros,
pasajeros y mercancías en los ríos de Myanmar.
El edificio del Grindlay’s Bank, construido en 1930, hoy ocupado por el Myanmar Agricultural Bank.
Además de disfrutar de las fachadas de la acera de enfrente, en la nuestra como no podemos hacerlo con los de aquí, tenemos un muestrario de comidas (en la segunda fotografía el famoso y maloliente durian).
Las calles perpendiculares a Pansodan St están ocupadas por puestos de comidas con sus mesas y sillas, y que ya están al completo ocupándolas.
Al final de la calle, en su cruce con Strand Road, el edificio de la Autoridad Portuaria de Myanmar, construido en 1920.
No ha sido el paseo que nos hubiera gustado dar, porque hubiéramos bajado por una acera y subido por la contraria para disfrutar de la arquitectura de ambas, pero nuestro coche ya ha llegado para llevarnos a nuestra próxima visita, Chaukhtatgyi Paya; las distancias entre monumentos hacen necesario el uso del transporte, a pesar de su tráfico.
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