A, ante, bajo, con, de desde, en, entre...las murallas
Hoy comienza nuestro viaje por Corea del Sur y con ello el trasiego de
maletas y ropa. A las nueve de la mañana Kim y Sonia nos
están esperando en la recepción del hotel. A Seúl ya volveremos al final para
intentar conocer algunos lugares, que hemos dejado varios importantes
pendientes, pero es hora de salir a ver que nos depara el país.
Corea del Sur se divide en nueve provincias, incluida la isla de Jeju-do, y nosotros pasaremos por
todas ellas, será como un picoteo del país. Podíamos haber pasado más días en algunas ciudades pero preferimos hacer esta toma de contacto por todo el país en lugar de detenernos en ellas con más profundidad, aunque ha sido bastante intenso el tour.
Fuente: worldofmaps.net
Salimos de Seúl y afortunadamente el tráfico no es caótico para ser lunes, con lo que sobre la hora prevista llegamos a nuestra primera parada, Suwon, en la provincia de Gyeonggi-do, a 30 km al sur de Seúl y donde tiene su sede central la empresa Samsung.
Un dato práctico para los que viajen por su cuenta es que la línea 1 del
metro llega a Suwon, lo principal es fijarse bien en el ramal de la línea
que hay que coger, ya que tiene dos, pero seguro que hay almas caritativas coreanas que en caso de tener dudas ayudarán.
Suwon es conocida como “la ciudad de la piedad filial” y originalmente
se situaba a los pies del monte Hwasan, a unos km de la ubicación actual.
Cuando el rey Jeongjo trasladó la tumba de su padre desde el monte Baebongsan
al Hwasan, la ciudad se trasladó a los pies del monte Paldalsan, su situación actual.
Nuestra visita es a la Fortaleza
Hwaseong o Suwong Hwaseong
(1.000W). La fortaleza fue construida entre 1794 y 1796 por el rey Jeongjo para
honrar a su padre, el príncipe Jangheon, que falleció antes de ocupar el trono
ya que fue asesinado por intrigas de su propio padre, el rey Yeongjo, el abuelo
de Jeongjo.
Jeongjo pretendió convertir Suwon en la nueva corte del reino pero no lo
llegó a conseguir y a su muerte el poder continúo en Seúl.
El recinto amurallado se edificó aprovechando las ondulaciones del
terreno, con el objetivo de ser centro militar, político y comercial. Además,
hasta el momento los palacios de la dinastía Joseon se dividían en una
residencia para la vida diaria y una fortaleza para los tiempos de guerra, con
Hwaseong ambas quedaban protegidas por la misma muralla.
En su construcción se utilizaron rocas, arcilla y chondol, una especie de ladrillos, lo que la convierte en una
estructura única, y por primera se utilizaron materiales realizados en serie.
Trabajaron en ella 70.000 personas durante los 36 meses que se necesitaron para
terminarla.
Las paredes y los edificios que componen la muralla se habían
derrumbado, principalmente durante la Guerra de Corea. Su restauración comenzó
en 1975, y el 6 de diciembre de 1997 fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El recorrido completo por la muralla es de 5,7 km. En ella hay un total
de 48 construcciones: cuatro puertas principales, dos puestos de mando o jangdae, puestos de vigilancia o poru, una torre faro o bongdon, torres o chi, dos torres de observación o gongsimdon, puertas secretas o ammun,
pabellones de descanso o gangnu,
torres de puestos de guardia o jeokdae
y torres de lanzamiento de ballestas o nodae.
Cada una de estas construcciones tiene su panel explicativo, que al ser las
mismas una y otra vez la información es casi la misma, cambiando el nombre y su
situación geográfica.
Lo primero es situarnos…en el mundo, aunque España se les olvidó.
Existen varias taquillas por las que entrar, nosotros lo hacemos al lado
de donde sale un trenecito que circula por el exterior y algo del interior de
la fortaleza, haciendo un recorrido que abarca algo menos de la mitad pero que
puede ser de gran ayuda para ahorrar fuerzas; se puede utilizar para hacer la
subida más fácil que bajar ya es otra cosa. Nosotros no lo cogemos, y además no
le vemos, que hubiera estado bien porque su locomotora tiene una cabeza de
dragón.
Nuestra visita comienza al lado de DongJangdae
o Yeonmudae, al noreste, que era un puesto de mando, aunque si no estuviera
donde está situado y nos contarán su utilidad pensaríamos en un pabellón de
descanso. Está construido en una pendiente elevada, controlando todo el campo
abierto, lo que le convertía en un punto estratégico. Fue diseñado para
observar los movimientos del enemigo alrededor de la fortaleza, y desde él se
impartían órdenes a las tropas. También se utilizaba como lugar de
entrenamiento para las artes marciales.
Hacia el interior del segundo muro, en la explanada de la esquina noreste se halla un campo de tiro con
arco, donde se puede practicar este deporte.
Paseamos siguiendo las agujas de un reloj, el camino está bordeado por
estandartes, supongo que de la dinastía Joseon y/o de la ciudad para llegar hasta DongbukGongsimdon (en la fotografía superior, el edificio del fondo), una atalaya de vigilancia de 6,8 m de altura con esquinas
redondeadas, una base de piedra y una torre de ladrillos. En esta fortaleza se introdujo
por primera vez este tipo de estructuras.
La torre también es conocida como la Torre de Concha en referencia a su
forma redondeada y a la escalera de caracol del interior, por la que se puede
subir, y descubrir que el tejado en su interior está decorado con los colores dancheong.
Las vistas desde arriba son un poco más amplias sobre la ciudad, pero tampoco se nota gran diferencia, subir es más que nada por entrar al edificio. A la izquierda se
encuentra la puerta Changnyongmun y al frente el llamativo edificio de la
catedral católica Jeongjadong. El recinto de la fortaleza, asombrosamente, está partido por una carretera.
DongbukBodae es una estructura elevada que se utilizaba para apostar los arcos más
grandes, como el especial soenoe, que
disparaba flechas múltiples utilizando pólvora (tengo la duda si es el singijeon que vimos en el palacio Deoksugung o en este caso es más arco y menos instrumento grande). La construcción se encuentra
protegida por un parapeto semicircular.
Changnyongmun es una de las puertas de entrada a la fortaleza, en este caso la puerta
del este.
La mejor visión de la puerta se tiene desde enfrente (desde Dongjangdae) y desde abajo.
La palabra Changnyon se refiere al dragón azul del feng shui que
señala el este y que se encuentra pintado en el arco de entrada del piso
inferior.
La muralla por el exterior tiene una curiosa ampliación que realiza una
semicircunferencia abierta por un lado.
Sobre el muro interior, a la izquierda de la puerta, hay una placa con los nombres
de las personas que trabajaron en su reconstrucción.
De nuevo en el camino de la muralla se produce en ella una sucesión de un poru, un chi, un poru, un chi.
Un
poru es una estructura de madera
construida en la cima de un chi o
chiseong, que es una torre cuadrada que sobresale de la muralla de la
fortaleza, y que servía como puesto de vigilancia, por eso lo de tener un
techo.
DongilPoru no tiene puerta delantera como la tienen el resto de porus de la fortaleza y se puede acceder
a su interior, aunque en nuestro caso mejor no hacerlo para no molestar al
durmiente.
En el interior de la fortaleza la ciudad ha crecido a su antojo y
presenta un gran contraste entre las construcciones de antaño y las actuales. Nuestros castillos no tienen una extensión tan grande como esta fortaleza, pero no me imagino a ninguno con casas en su interior.
Un chi es una torre proyectada
al exterior de la fortaleza, que se situaba en la muralla a intervalos regulares,
muy útil para atacar al enemigo que avanzaba cerca de ella. En Hwaseong hay
diez, y su nombre hace referencia al faisán, un ave vigilante que se camufla
del enemigo. Este es DongilChi.
DongPoru fue el último de los porus en
construirse, y la razón es que el terreno en el que debía asentarse era
resbaladizo, con lo se tuvo que excavar y rellenar con capas de piedras
amontonadas. En él se almacenaban gran cantidad de armas de fuego y explosivos,
pudiéndose disparar desde arriba o desde abajo, estando preparado para lanzar
artillería.
Este poru tiene puerta, con el
símbolo del yin y el yang, pero no se puede acceder a su interior.
Desde la cercanía de DongChi
se tiene una buena visión de la catedral católica Jeongjadong.
En este punto hacia detrás dejamos Dongporu.
Hacia delante vemos Bongdon,
una torre-faro donde siempre había un vigía al lado de las cinco chimeneas,
desde las que se enviaban mensajes de humo por el día y fuego por la noche, tal
y como vimos en la Torre Namsan. Una chimenea encendida mostraba el estado
de paz; dos, la aparición de un enemigo; tres, el enemigo estaba cerca de la
muralla; cuatro, el enemigo conseguía llegar a la muralla; y cinco, el enemigo
atacaba y la guerra había comenzado. Desde el palacio en el interior de la
fortaleza el rey podía ver las chimeneas para dar las órdenes precisas.
La garita de los guardias de estas chimeneas tenía instalado ondol, un sistema de calefacción coreano para calentar el suelo y por ende las habitaciones; parecido a la gloria castellana utilizada en España. Estos soldados tenían esta comodidad dada la importancia de este puesto.
A continuación hay un poru y
un chi. Desde esta posición se ve el
frontal de la catedral católica, que hasta el momento sólo hemos visto su fachada posterior.
DongnamGangnu es un pabellón situado en una esquina de la fortaleza, con una
excelente visión de larga distancia, porque el gangnu por lo general estaba construido sobre un lugar elevado. En
tiempo de paz se utilizaba como un lugar de descanso y en tiempo de guerra como
un puesto de mando.
Tras DongnamGangnu comienza el camino de descenso de la muralla, aunque la cuesta en esta parte del terreno ha sido bastante leve.
DongnamGangnu
estaba destinado principalmente a la defensa de la zona de Namsumun, unas
compuertas sobre el arroyo Suwoncheon, que han sido destruidas en varias
ocasiones por las inundaciones y que es la zona en donde más se nota que es una reconstrucción.
La
teoría es que el paseo por la fortaleza casi ha terminado, y sólo hemos paseado
por menos de la mitad del recinto amurallado, aparte de dejarnos dos puertas
que consideraba importantes. Le preguntamos a Sonia sobre la posibilidad de
seguir paseando, y mirando al frente hacia la escalera en subida por la montaña
nos hará la pregunta comodín durante este tour, “¿Vd. Quiere ir?”, y la
respuesta en todos los casos fue afirmativa, por lo menos vamos a intentarlo
que hemos venido a Corea para ver.
Entramos
en la ciudad de Suwon para buscar el camino de continuidad por la muralla, pero
nuestra guía debe ser la primera vez que lo hace y no tiene muy claro por dónde
ir, así que pregunta a un buen ciudadano.
Pasamos
al lado de la puerta Paldalmun, la
puerta del sur, que significa “caminos abiertos en todas direcciones”, una
estructura sobre la que se halla un pabellón de dos pisos coronado por un
tejado y que parecía impresionante, pero para nuestra tristeza se encuentra en
una profunda rehabilitación como lo estaba Namdaemun en Seúl.
Lo
primero que hacemos es comprar mul
(agua), que el calor aprieta, el sol cae vengador y esa subida necesitará
recompensa.
La
muralla sigue teniendo su alternancia de chi
y de poru, pasamos al lado de Namchi y Namporu,
siempre señalizados.
Yo
personalmente llego asfixiada a la cima, y cuando me siento a la sombra de un
árbol ejecuto mi ritmo del agua: una botella para beber y otra para refrescarme
el cuerpo ante la mirada atónita de Sonia. Si este calor y esta humedad no me ha matado en este viaje será porque bicho malo nunca muere.
Los
escalones terminan en la posa de Seonamammun, la puerta secreta del
suroeste. Una posa es un puesto de
vigilancia, desde la que en caso de ataque se enviaban señales de aviso, bien
ondeando una bandera o disparando un cañón.
Una
ammun es una entrada de la muralla
que se encontraba semiescondida, fuera de la vista del enemigo, que se solía
usar para el paso de personas, animales y principalmente para el suministro de
municiones durante la guerra. En Hwaseong hay cinco de estas puertas.
Nos
saltamos el camino que conduce a SeonamGagnu,
no sé si se encuentra antes de llegar a la puerta o es continuar el que sale
pasándola, porque nosotros la pasamos, eso lo recuerdo, pero no sé el motivo de
no continuar, supongo que nos dejábamos llevar por Sonia y no mirábamos el mapa
de la fortaleza, que suele ser lo más efectivo.
Continuamos
el camino, ya en liso o de bajada afortunadamente, con la compañía de los árboles aunque cobijo directo no proporcionaban.
A
la derecha un camino conduce a un altar, supongo que por los grabados que se ven
dedicado a los caídos por la
independencia.
La
muralla continúa con Seosamchi y Seoporu (en la fotografía).
Llegando
a la cima del Paldalsan nos anuncian que la fortaleza es Patrimonio de la Humanidad.
Frente
a Seoporu se halla el pabellón que aloja la campana Hyowon de la piedad filial.
La campana resuena en nuestros corazones y expresa los mejores deseos de los
ciudadanos de Suwon para las familias y la nación. Por 1.000W se puede tocar
tres veces (una o dos personas): el primer toque muestra la gratitud y el
respeto a los padres; el segundo toque desea la salud y la armonía de la
familia; y el tercero el deseo de la realización de nuestros sueños. Los buenos deseos tienen su precio.
Seoammun
es otra puerta secreta, que en este caso nos parece mucho más secreta que la
anterior Seonamammun, ya que aprovecha el terreno en descenso y realmente
queda oculta en la distancia.
Las
vistas de Suwon nos ofrecen en la lejanía el estadio del mundial de fútbol y
otro pabellón de la campana, en este caso situado en el centro de la ciudad, lo
que refleja el afán del rey Jeongjo de instaurar la capitalidad aquí ya que
estos pabellones sólo se establecían en las ciudades capitales. En la parte de la izquierda se ve como la ciudad se ha ido extendiendo y construyendo sus edificios en las torres típicas de viviendas.
El Mundial de Fútbol, y las Olimpiadas los tienen muy presentes, y los españoles el primero también.
SeoJangdae es
el otro puesto militar de la fortaleza junto a Dongjangdae, que también recibe
el nombre de Hwasegon Jangdae y está situado en el punto más alto del monte
Paldalsan. Aquí el rey Jeongjo se dirigía a su ejército cuando visitaba la
tumba de su padre, ya que obtenía una gran vista de la fortaleza (en nuestro
caso la reconstrucción parcial de la misma está tapada por los árboles y tanto
en la subida como en la bajada no miramos demasiado para situarla). La
inscripción del pabellón fue realizada por el mismísimo rey Jeongjo.
Detrás
de Seojangdae se encuentra SeoNodae,
una construcción de forma octogonal desde la que se podían lanzar múltiples
flechas al enemigo, además con una amplia visión al encontrarse en un punto
alto.
Empezamos
el descenso del monte, y la muralla sigue con la alternancia de chi, poru
y chi.
SeobukGangnu es otro de los
pabellones de puesto de vigilancia, situado frente a la ladera del monte
Sukjisan, y cercano a la puerta Hwaseomun. El primer piso está equipado con
sistema de calefacción ondol.
Hwaseomun es la puerta del oeste, la de entrada desde las regiones costeras de este punto cardinal, con un pabellón sobre ella como todas las puertas principales del país.
La
puerta está rodeada por un muro de piedra semicircular llamado Ongseong.
La
muralla desde la puerta continúa hasta SeobukGongsimdon,
cuya finalidad era defender de los posibles ataques a la puerta Hwaseomun. Tiene
tres plantas, la inferior realizada en piedra. Su interior está vacío para
permitir el movimiento de los soldados a través de las escaleras en caso de
guerra.
Cuando
el rey Jeongjo visitó la fortaleza en julio de 1797, mirando este edificio dijo
orgullosamente: “Por favor, disfrutar de esta construcción, pueblo mío, la
primera en nuestro país”. Por su forma arquitectónica y el uso de los
materiales de construcción ha sido designado Tesoro Nacional.
Se
rompe la alternancia de poru y chi, con dos porus seguidos. BukPoru
(fotografía) y BukseoPoru.
BukseoJeokdae
aloja en su interior un cañón, dando más sensación de fortaleza, y protegía la
puerta cercan de Janganmun.
Janganmun
es la puerta norte y una de las mayores de la fortaleza, que afortunadamente para nosotros no está en proceso de rehabilitación, ya está rehabilitada y perfectamente visible en su grandeza.
La
palabra jangan tiene dos significados:
ciudad capital y bienestar de la gente. La puerta está decorada y sobre sus dos tejados destacan recortadas las figuras de los wenshou.
La puerta está protegida por el muro defensivo en semicírculo onseong.
Hacia
el otro lado de la puerta, otro jeokdae
la protege con otro cañón, BukdongJeokdae,
al que siguen Bukdongchi (en la
fotografía) y Bukdongporu.
Hwahongmun,
que significa “hermoso arco iris de colores”, es otra puerta situada al norte, ahora sobre el
arroyo Suwoncheon, con siete arcos que permiten el paso del agua del arroyo y
un pabellón. No es tan espectacular como la anterior, Janganmun, pero su especial situación sobre el arroyo, y eso que no corre gran cantidad de agua le confiere un halo muy especial.
La
muralla vuelve a tomar un camino ascendente para llegar a DonbukGangnu, que también recibe el nombre de Banghwasuryunjeong,
con una buena posición estratégica y un bonito paisaje a su alrededor, con lo
que se convirtió más en un lugar de fiestas que de batallas.
Nuestra
visita termina al lado del arroyo, nos ha quedado muy poco tramo de muralla por
recorrer y para llegar al punto de partida, en Dongjangdae, pero nuestro
transporte ya nos está esperando, lo que iba a ser una visita de una hora se ha
convertido en dos por haber subido el monte Paldalsan y por supuesto no nos da
tiempo a ver la reconstrucción que se ha realizado ya del palacio Hwaseong
Haenggung, donde se han filmado varios dramas y películas de ambiente
histórico.
Desde Seúl se puede hacer una excursión de día completo a Suwon y
darse un buen paseo por sus lugares históricos, sin dejar ninguno pendiente, creemos que merece la pena e incluso afrontar la subida al monte Paldalsan. No son grandes construcciones en general, aparte de las grandiosas y magníficas puertas, pero es una importante toma de contacto histórica con el país y sus construcciones militares, ya que las palaciegas se concentran principalmente en Seúl.
Sobre
el arroyo Suwoncheon una curiosa fuente esparce sus chorros.
Durante
el paseo hemos conocido oficialmente a la flor nacional de Corea, la rosa de
Sharon o Hibiscus, de nombre coreano mugunghwa,
que proviene de mugung, palabra que
significa inmortalidad, y que pretende reflejar la naturaleza imperecedera de
la cultura coreana, así como la determinación y perseverancia del pueblo
coreano, ya que la flor es muy resistente, soportando plagas de insectos (esto
ya no sé si es una metáfora demasiado hiriente para los países que han intentado someter el país).
Atractiva y variopinta la fortaleza, verdaderamente tiene un paseo muy agradable.
ResponderEliminar"Paseo" y no paliza, y menos arrastrar a la pobre Sonia tras tus pasos.
Que dura es la vida de los guías, sobretodo en manos de algunos turistas desaprensivos.
Cuando vayas a China, avisa a los guías que te vas a hacer toda la muralla a patita.
Enrique ¡cómo nos conoces!, la muralla china cm a cm andando y contando las piedras de su construcción.
ResponderEliminarNosotros empezábamos el camino pero luego era Sonia la que nos llevaba a todo correr, que tenía una marcha ufffff!.
La fortaleza se merecía el paseo o la paliza.
Celebro conocer este sitio, sus fotos, sus comentarios, y su excelente redacción. Llegué acá por el extraordinario joven tenista Hyeon Chung, allí nacido, que con sus 21 años da clases de tenis, de educación, y de cultura. No es poco. Felicitaciones.
ResponderEliminarMuchas gracias Juan, me alegra que le haya gustado nuestra publicación sobre Suwon y su espléndida fortaleza. Lo del joven tenista es impresionante, y además con 20 dioptrías, que tiene más mérito todavía.
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