21 de marzo de 2011

Japón


みんなで力を合わせれば - La unión hace la fuerza

 

Cuando surgió la idea de crear este blog más o menos tenía la idea del orden en que contaría los viajes realizados hasta el momento, no todos por supuesto pero sí los recientes, los más importantes (que no han sido muchos, tres) , que sería de forma cronológica hacia atrás, y los monográficos a ciudades, pero la actualidad, desgraciadamente, manda, y creo que es el momento de ir a Japón, como un homenaje a un país que nos sorprendió, que nos enamoró, y a una sociedad que a través de los medios de comunicación se la va conociendo, con una entereza, solidaridad, respeto, educación, honradez, que en sus calles preguntando direcciones, en sus restaurantes pidiendo comida, en sus tiendas comprando, o sencillamente paseantes con los que te encuentras, se puede conocer, y no solo a través de una tragedia como la que han sufrido, y de la que espero salgan lo más pronto posible, así es cómo viven y sienten. 

Desde aquí quiero rendir  pleitesía a un país único y maravilloso. Todo tiene su momento y ahora es el de la ayuda de todos para que lo más pronto posible los desplazados por el terremoto y principalmente por el desolador tsunami puedan recuperar sus vidas,  encontrar a sus familiares desaparecidos, y comenzar la reconstrucción de la zona devastada.

Esto lo escribí a la vuelta del viaje para un foro donde participo:

“De Japón vuelvo con la sensación de que es pasado, presente y futuro, porque como ya he comentado se mueve este país, pero sigue manteniendo su historia, sus creencias y retazos de su pasado en algunas calles o pueblos que te hacen viajar en el tiempo. Y sobre todo con el asombro (y la esperanza de contagio para el resto de la humanidad) que es un país de educación y respeto, en el que los saludos son importantes, las sonrisas imprescindibles, el timo o la estafa imposibles (alguno podría escribir casi, pero en mi caso no puedo hacerlo). Cuando veáis un autobús de japoneses que os saludan, devolverles el saludo amablemente, agitar vuestras manos y dedicarles vuestra sonrisa, porque ellos lo han hecho siempre, y no solo al viajar en autobús sino al dejarte en un taxi desde un hotel y a cada momento. Cuando ellos lo hacen en sus viajes no sólo es para demostrar su felicidad sino para compartirla y de algún modo desearte la misma, así como una forma de agradecimiento por lo que están disfrutando”

Sigo pensando lo mismo, quizás ahora matizaría lo de las sonrisas, porque no son tan abiertas como las nuestras, pero su actitud y gesto las acompaña para que mi recuerdo hable de sonrisas. 

Mi corazón está en Japón, como antes lo ha estado en Christchurch (Nueva Zelanda), Australia, Haití, Chile…no conocer no significa no sufrir con las tragedias aunque con el conocimiento se puede tener la sensación de ser más cercanas.

Una leyenda, dos bombas atómicas, una niña, una historia, un deseo, grullas de origami, que hoy de nuevo se han puesto de actualidad. 

 Las 1000 grullas

 Sadako

 

Ánimo Japón! - 頑張って日本!- Nippon kibun

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