En coche, las distancias en Angkor son considerables, y además estamos en una de las zonas más lejanas de edificios, llegamos al templo de Banteay Samré, construido a mediados del siglo XII durante el reinado de Jayavarman II.
Un detalle de la decoración para que podáis comparar con la del anterior, Banteay Srei, y la diferencia en detalles, de unas supuestas manos femeninas a unas manos masculinas.
Al igual que Angkor Wat tiene un muro-galería que lo rodea, muro que rodeamos para llegar a un camino flanqueado por barandillas con nagas y leones, y que nos parece tan bello como los propios templos, tanto por el paisaje que lo rodea como por el que se adentra…como siempre nos falta tiempo para seguir ese camino hacia la nada o hacia otro templo en seguramente varios kilómetros.
Nos dirigimos hacia el templo ya que hemos disfrutado de sus alrededores, con un eje creo que norte-sur de puertas, pero yo con las orientaciones soy bastante mala, con lo que no puedo decir a que corresponde la de esta foto o la de la primera.
Pasando la puerta se entra en el complejo del santuario directamente.
El interior es muy parecido a Angkor Wat, con la diferencia del tamaño, este es como si fuera una pequeña maqueta del mismo, aunque lógicamente tiene sus diferencias, y muchas, pero me refiero a la sensación que causa.
En decoración de nuevo escenas del Ramayana, el ya conocido monstruo marino que ahora nos aparece en todas partes y unos monos haciendo vayamos a saber qué.
En el centro la torre del santuario, casi todos los santuarios tienen estatuas en su interior ya que se siguen utilizando para las oraciones, y si no la hay al menos hay un incensario para quemar los palitos porque no deja de ser santuario que utilizan los sacerdotes budistas y los fieles. A los lados del santuario dos bibliotecas (estas tampoco faltan casi nunca).
Salimos por la puerta que no entramos y que nos saltamos, que es la más cercana al coche, justo en el momento en que comienza a llover, pero afortunadamente no es una gran lluvia y rezamos para que pare, porque las noticias que tenemos de gente que ha visitado Camboya es que todas las tardes suele llover abundantemente en esta época y no es la mejor compañía para andar por campo y mucho menos para subir por esas rocas que tienen que resbalar lo suyo.
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