12 de junio de 2019

Botswana - Parque Nacional de Chobe - Aves

Viviendo volando

Después del repaso que hemos hecho de los mamíferos que tuvimos la oportunidad de ver en el Parque Nacional de Chobe, ahora nos tocan las aves, que son muchas y variadas, que en algunas ocasiones había que fotografiarlas de forma rápida, bien porque eran rápidas moviéndose o porque Innocent, nuestro guía-tracker no ponía demasiado énfasis en ellas, le gustaban más los mamíferos, aunque también hizo algunas paradas para que disfrutáramos de ellas. 

Los pelícanos que vimos eran una gran colonia, que parecían tener el sitio más o menos estable donde pasar el día; la lástima es que estaban demasiado lejos para tener una buena toma de sus grandes picos. 

 

Junto al agua, una esbelta garza real (Grey Heron), que parece al andar que no quiere mojarse las altas patas. 





Una bailarina cigüeñuela común (Black Winged Stilt), que lo de bailarina es claramente por la posición de sus patas. 


Donde hay carroña no faltan ellos, los buitres, copando todos los árboles de alrededor, a la espera de conseguir su ración de comida, restos que los leones dejan de su caza, que tienen que pelearlos con otras aves o con mamíferos. Esto es como la cola del supermercado, pero en un día de mucha afluencia que termina en el desorden y saltos de turno. 


Cuatro buitres del Cabo y un buitre orejudo (o eso creo). 


Cuando consiguen acercarse al animal montan una gran algarabía, pelean por su trozo de carroña, despliegan sus alas, se pelean entre ellos, levantan polvo, pero también terminan ejecutando preciosas composiciones artísticas. 


Y al atardecer, posados en los árboles, ofrecen instántaneas increíbles, a contraluz y con el inmenso gran farol rojo en que se convierte el sol. 


Entre los buitres, como si quisiera camuflarse, el que yo llamaba el ave elegante, un marabú, que es elegante porque parece vestido con smoking, como si fuera “el cobrador del frac”, que en este caso sería “el cobrador de los restos”. 



Los pájaros en Chobe son un espectáculo, sobre todo si eres un aficionado a ellos, que no es nuestro caso, pero nos gusta descubrirlos. En este caso se trata de un avefría armada (Blacksmith Lapwing). 

 
Pero no hay duda que uno de los más bellos pájaros que hemos visto durante este viaje es la carraca coroniparda (Lilac Breasted Roller, al que los guías llaman solamente Roller, aunque hay muchas clases que se diferencian por sus  colores). 


Como este Purple Roller, un poco menos colorido que el anterior. 


Hay pájaros más comunes, porque creo que se trata de un ¿jilguero? o un familiar de éstos, no sé si cantarín o no. 


Un bonito estornino del Cabo (Cape Sterling, con un plumaje de un azul oscuro eléctrico y negro, deslumbrante con el sol, unos ojos naranjas que parecen de posesión demoníaca; ¡quién me iba a decir que un estornino me iba a gustar tanto! 


Una majestuosa águila pescadora (African Fish Eagle) oteando el horizonte y su próxima comida. 


Al que vimos en Chobe y en varias ocasiones, pero fue imposible fotografiar nítidamente en su vuelo, no se estaba quieto, era al martin pescador, que también hay de diferentes plumajes y nombres.

Los francolines piquirrojos (Red Billed Spurfowl), que no hace falta explicar su nombre, excarvan entre los excrementos de los elefantes, que de algo hay que alimentarse, y aquí parece que hay mucho. 



Un ave que relacionamos en España con la Navidad, y sí, es para el horno, no como animal de compañía, una pintada o gallina de Guinea (Guinea Fowl), que en Chobe abundan. Al verlas nos resultan simpáticas con su copete en la cabeza, su plumaje a lunares aflamencados, su cara y cuello en tonos rojos y azules, su andar despistado (como pájaro sin cabeza)… y pensar que terminan donde terminan. Creo que nunca he comido pintada, pero desde este momento la elimino de la dieta. 



Vemos a un cálao o toco de pico rojo (Red-billed hornbill), pero no es lo mismo que haberlo tenido posado en la barandilla de nuestra terraza en Elephant Camp


Una avutarda Kori (Kori Bustard), que resulta simpática y como algo despistada. 


Una simpática y hasta punkie ave martillo (Hamerkop). 


Un tántalo africano (Yellow-billed stork), con un gran pico amarillo.

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