12 de enero de 2015

Londres - Restaurante Babylon at the Roof Gardens


El restaurante de la azotea 

En esta Navidad, la semana de Fin de Año, hemos vuelto a Londres, una ciudad que nos fascina y con la que tenemos muchas asignaturas pendientes y lugares a descubrir, así como también nos gusta pasear por rincones ya conocidos y familiares pero siempre llenos de encanto, con el añadido de estas fechas de la iluminación y vida navideña.

En un principio la escapada se planteó de shopping, pero ciertamente no es una actividad que nos encante hacer de motu proprio, siempre son motivos necesarios los que nos llevan a ella, la cambiamos por la actividad gastronómica (todo no se puede tener y elegimos el paladar y el estómago, aderezados en ocasiones con lugares atípicos o con vistas).

El primer restaurante elegido no fue específicamente por su gastronomía, más bien por su localización, en el séptimo piso de un edificio en Kensington High Street, Babylon at the Roof Gardens, regentado por el grupo de empresas Virgin, que comenzó su andadura en el mundo de la música de la mano de Richard Branson, y que ha ido diversificándose y aumentando los campos de actuación de negocio (hoteles, restauración, aviones; adaptabilidad y supervivencia empresarial). 


Los ascensores están adecuados decorativamente a la época navideña. 


En el séptimo piso, la recepción está armónica con el papel pintado blanco y negro de la fotografía anterior. 


Si hay tiempo de espera para entrar al comedor, se puede tomar una copa bien en el sofá igual de rococó que la mesa de recepción. 


La espera también puede hacerse en la terraza exterior, que con el buen tiempo aloja mesas para comer; también se pueden tomar las copas post-comida.



Nosotros solo salimos para hacer las fotos oportunas y curiosear las vistas, que serán más espectaculares sobre los tejados londinenses por el día ya que el tiempo era más bien frío, y eso que disponen mantas en los asientos para utilizarlas (un buen detalle). 

Lo que más distinguimos es Winter Wonderland, una feria de atracciones, mercadillo navideño y puestos de comidas que se instala durante la Navidad en Hyde Park, junto a la estación de metro Hyde Park Corner, razón por la que esta se encontraba siempre saturada de gente entrando y saliendo, y en la que en alguna ocasión cerraron el acceso ante la avalancha de gente. ¿Los puntos rojos?, la mayoría como señal de aviso de grúas de construcción, que Londres no se para y sigue su desarrollo urbanístico.


Comencemos la cena, para la que teníamos mesa reservada a las 20 h, horario casi europeo del norte. Para abrir boca un rico pan para untar en mantequilla o impregnar vamos, mojar) en aceite especiado con guindilla. 


Para acompañar la comida, un champán, Ruinart Blanc, que estamos celebrando la Navidad. Estos de Ruinart hacen muy buenos champanes o champagnes, no hay duda.


Sabiendo los horarios de cena que tendríamos, las comidas las fuimos ajustando a ellas, y en esta ocasión ha sido una hora casi normal para el estilo español, pero aún así no hemos realizado grandes comidas, más bien hemos utilizado la cadena Pret a Manger para comer sándwiches o bocadillos -siempre de buena calidad-, pero este día, tras nuestra visita al Cementerio de Highgate nos tomamos sendas pizzas, aunque más tarde de lo deseable, con lo que nos saltamos una entrada individual o para compartir y directamente pedimos dos segundos.

Para él, Crispy Steamed Duck Leg with a sticky sweet and sour dressing, creamed Brussels sprouts, golden beetroot, pickled shimeji mushrooms and grated chesnuts. Una pierna de pato al vapor y crujiente con salsa agridulce, coles de Bruselas con crema, remolacha, setas shimeji encurtidas y castañas ralladas. El comensal, que no andaba fino con el estómago, llegamos los dos cargados de virus griposos y empastillados, quedó encantado con este pato al vapor, que daba algo de reparo pero que resultó ser una exquisitez. Creo que la castaña rallada es la “tapa” del pato pero yo no realicé ninguna cata de alimentos de este plato y no puedo colaborar. 


Para ella, Roasted Supreme of Loch Duart Salmon, with seaweed crushed potatoes, dill pickled cucumber, roasted artichoke and butter sauce. Un exquisito y sabroso salmón escocés del Lago Duart, con algas (que no me gustaron nada, más por su textura semejante a plástico que por su sabor), patatas casi en puré con incrustaciones de algas, encurtido de pepino, alcachofa asada y salsa de mantequilla (no demasiada salsa, afortunadamente, que los británicos son muy “salseros”). Un aplauso para el salmón por favor. 


Como acompañamiento para los dos, un cesto con patatas fritas, divertida presentación y crujientes patatas (por si mi semipuré no me gustaba tenía la alternativa). 


De postre, para compartir, Dark Choco Delice, with gingerbread ice cream, whisky jelly and honeycomb, una bomba de chocolate negro con helado de jengibre, muy refrescante y muy buen acompañante del chocolate, pequeñas gelatinas de whisky y crujientes trozos de miel. ¡Azuuuuuucar! 


Relación calidad-precio-cantidad aceptable (término medio para ser Londres y un buen restaurante), con lo que resultó ser una buena opción y un lugar donde repetir para tener vistas diurnas; sobre todo de los jardines del sexto piso.

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