Alma
volcánica (en el interior de la tierra)
Jeju-do es una isla volcánica, así que lo que más
ofrece para visitar es su origen. Tras nuestra visita al cráter Sangumburi nos
volvemos a adentrar en una cueva como lo hicimos en las cuevas Hyeopjaegul y Ssangyong de Hallim Park.
Hoy visitamos la cueva volcánica de Manjanggul (2.000W; mirar mapa).
La cueva forma parte de las cuevas conocidas como
tubos de lava en el área llamada Geomunoreum, que fue designada
Patrimonio Natural por la Unesco en 2007, junto con el cono volcánico de
Seongsan Ilchulbong y el monte Hallasan, la cumbre más alta de Corea (que estoy segura que merece
una excursión esta montaña, este volcán, este paraíso natural).
Se abrieron tres entradas a la cueva Manjanggul por el
derrumbe del techo, pero sólo la segunda es la utilizada por los visitantes. La
primera sección de la cueva, que consta de dos niveles, está cerrada al público
por seguridad. En su interior hay carteles explicativos con el proceso geológico de algunas formaciones que ayudan a conocerlo para los no entendidos, como es mi caso.
En lugar de subir como estamos acostumbrados en
este periplo coreano, hoy toca bajar, un viaje al interior de la tierra.
Supongo que el descubrimiento de estas cuevas tuvo
que ser una experiencia única, el adentrarse por el hueco abierto en la tierra
sin tener la seguridad de que se encontrarían…y yo tenía mis dudas de entrar
por mi claustrofobia cada vez más amenazante, pero afortunadamente todo es amplio y a pesar de la oscuridad se pierde la
sensación de estar bajo tierra.
La cueva es un tráfico de turistas en las dos
direcciones, es una joya natural que hay que conocer, aunque de momento sólo se
visita una parte y se conserva el resto, supongo que aparte de por el hecho de
la conservación en su estado original también por el peligro de derrumbes,
veremos qué pasa de aquí a unos años.
El suelo es irregular, horadado, la lava no es
precisamente práctica con sus surcos, con lo que hay que tener cuidado al
pisar, sobre todo porque de vez en cuando hay un pequeño bache que a pesar de
la iluminación es fácil caer en él al ir mirando más hacia arriba y a los lados
que abajo. Parece que hemos llegado a la luna.
La cueva es la más larga del mundo formada sobre
cañones de lava, es de estructura multinivel, tiene 7,4 km de profundidad, una
anchura que varía entre los 2 y los 18 m, y una altura de hasta 23 m. La temperatura
baja hasta los 9º, y doy fe que se siente frío, no tremendo pero sí ganas de
tener al menos una manga larga, con lo que es recomendable llevar una prenda de estas características si se es muy friolero, y la humedad supera el 90%, dato este de la
humedad que nos da lo mismo, porque en el exterior hace la misma o más.
El nivel de flujo de lava se registra en las
paredes de la cueva o del tubo y se denomina líneas de flujo, que en el caso de Manjanggul
son numerosas lo que indica que la lava caía continuamente en el interior.
Exagerando hasta el infinito y más allá, que diría Buzz Lightyear (el astronauta de Toy Story), entrar en esta cueva es formar parte del proceso de creación de la tierra,
esa tierra que estamos destruyendo con el llamado progreso y con la llamada
civilización (lo de la destrucción no es una exageración, es un hecho).
Cuando el flujo de lava circulaba por el tubo, el
techo se fundía parcialmente por la alta temperatura, lo que provocaba que rezumara
hacia abajo la lava formando lo que llaman una estalactita de lava, que en ocasiones,
al gotear en el suelo también formaban estalagmitas de lava. Es más común
encontrar estas estalactitas en pasajes estrechos y bajos que en estos abiertos al público, aunque se pueden ver en tamaños muy pequeños y en bastante cantidad...Viendo la fotografía ahora se podría decir que es un cuadro abstracto, actual y listo para ser subastado por un precio astronómico.
En Manjanggul los grandes y los pequeños pasajes
ocurren repetidamente.
Cerca de los pasajes estrechos se suele abrir a continuación una
sección de techos más altos y más amplios, llamándose cúpulas por su forma; esta forma y este nombre se encuentra en la mayor parte de las cuevas subterráneas, ya sean de origen volcánico o kárstico.
Abundantes fragmentos de rocas caían del techo,
bien durante o después de la formación del tubo de lava, que eran fundidos
o transportados por el flujo de lava.
Una balsa de lava se forma cuando los fragmentos de
roca del techo o de la pared se caen durante el flujo de lava y son llevados
por esta hasta que se asientan en otro lugar y se solidifican. En algunos
casos, las rocas caídas quedan completamente cubiertas de lava y se forman lo
que llaman bolas de lava.
En este cueva no hay historia de dragones viviendo
en ella, como en la cueva Ssangyong pero bien podrían hacer la propia, porque
esas piedras parecen marcadas por la espalda de un dragón o de una serpiente gigante...como por ejemplo el Basilisco de Harry Potter.
Como siempre, la imaginación y la leyenda siempre
tienen su versión real: la mayoría de las rocas caídas son basálticas pero
también las hay de color más claro, las cuarcitas, que también se desprenden
del techo y se incorporan al flujo de lava, dejando ese rastro de animal en el techo.
En ocasiones se tiene la sensación que el flujo de lava se
estuviera moviendo, con esas curvas tan definidas no parece estático, y además recuerda a
la careta del malo de las películas de la saga Scream.
La iluminación juega su papel en la cueva, sólo
faltaría una barra donde pedir los combinados y una pista de baile.
Se llega hasta una de esas rocas desplazadas por el
flujo de lava que posteriormente se solidificó con una apariencia de tortuga. Aunque
debido a su también parecido con la forma de la isla de Jeju-do la roca-tortuga se ha
convertido en un símbolo de Manjanggul.
Los llamados estantes de lava se forman cuando la
lava líquida rellena parcialmente el tubo, endureciéndose en las paredes más
frías. Se clasifican en balcones y bancos de lava por su forma.
El camino por la cueva continúa, parece que
siguiendo la estela dejada en el techo por el dragón o la serpiente.
Ahora vemos otra de las formaciones curiosas, los
llamados dedos de elefante, que se forman cuando la lava que fluye a través del
tubo del nivel superior se vierte a través de alguna abertura al nivel inferior
en forma alargada y entrelazada, cada una de estas formas recuerdan a los dedos
del elefante (si no me lo cuentan no hubiera sido capaz de asociarlo a un
elefante, pero una vez contado ya sólo me faltaba el resto del animal).
Cuando la lava derretida cae por las paredes
adquiere diferentes tamaños y formas, dependiendo de la temperatura y la
cantidad de lava.
El paseo por la cueva finaliza frente a una columna
de lava de 7,6 m de altura que se formó al caer la lava por una fisura del
techo e irse solidificando. Esta columna es la más grande conocida hasta el
momento de este tipo de formaciones.
Toca dar media vuelta por este increíble pasaje por
el interior de la tierra que tiene algo de lunático.
En el exterior, al lado de la entrada a la cueva hay un pequeño museo-exposición
de las cuevas de la zona, donde explican el proceso de formación y donde se exhiben
unas fotografías de maravillas naturales que no son visitables por todos, supongo que
para los geólogos y los espeleólogos son un auténtico paraíso y un sueño, ya que para los
simples humanos que no entendemos y sólo nos asombramos del poder de la
naturaleza nos parecen sencillamente increíbles.
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