Las pagodas equilibristas de la fe
Desde el Templo Eunsusa
descendemos un camino corto hasta la falda de la montaña para llegar a otro
templo, el Templo Tapsa, situado
también en el Parque Provincial de Maisan.
Lo que hace diferente y asombroso
este templo no son construcciones propiamente dichas, ni su situación, con las montañas Maisan a sus espaldas, son las 80 pagodas
construidas con piedras del lugar, y al decir piedras no quiere decir
construidas haciendo amalgama con ellas sino haciendo puro equilibrio
espiritual.
Algunas pagodas miden más de 10 m de altura, que lógicamente son las que más
impresionan, otras son más pequeñas y accesibles, pero no se deben de tocar
aunque sinceramente la tentación es grande, el tocarlas sería como conocer el misterio de su equilibrio. Mejor mantener la fe y no tener tanta sabiduría práctica.
Más de una de estas pagodas parece jugar al equilibrismo y te esperas que en cualquier
momento se desmorone ante tus ojos y tengas que gritar "yo no he sido".
A mí me recuerdan a los juegos con la arena en la orilla de la playa,
esas construcciones realizadas dejando caer “gota a gota” la arena entre el
puño para hacer un montoncito de inspiración churrigueresca.
Estas pagodas son obra de un monje, Yi Gap Yong, realizadas hace más de cien años
como una oración por la paz y aunque parezca increíble se mantienen en pie a
pesar de los fuertes vientos que azotan el lugar en invierno, a pesar de la
lluvia, de la nieve, y de lo que creo que es peor, de los turistas.
La imagen en bronce del monje se venera en un altar.
También hay altares clásicos, con sus Buddhas o Boddhisattvas, sus tortugas, sus cuencos
de incienso.
Los edificios de los santuarios se ven eclipsados por las pagodas, aunque es bonito el contraste de las piedras naturales y artificales con los colores dancheong y los tejados negros.
El interior del santuario principal presenta la típica decoración con
las estatuas doradas de Buda y los farolillos alegres en el techo.
Detrás del santuario principal sobresalen dos pagodas de piedra más altas que el resto y de base más ancha que las hacen parecer chimeneas, son las pagodas del
cielo y la tierra.
Entre las pagodas hay trabajadores, sin hábitos de monje, que recogen
piedras, bien para su colocación o no sé si caídas por la acción natural o
humana, porque como este “montaje” de pagodas de piedra es muy normal en Asia, como iremos viendo por los templos que visitaremos,
no es que se toquen es que se “intenta” colaborar y puede que la colaboración
produzca sus efectos negativos.
No podían faltar dragones en la decoración, en este caso aparecen en la pequeña fuente
para recoger agua (el plástico de los cucharones no favorece el entorno a pesar
de ser coloridos).
A la entrada del templo (salida para nosotros porque entramos por el
camino del medio, que es el que bajaba del Templo Eunsusa) hay unas simpáticas figuras
grandes y pequeñas de Buda infantil.
Cualquier lugar es bueno para colocar pagodas de piedras.
O una estatua dorada de Buda.
En las tiendas de souvenirs que hay a la entrada del templo (hay que
vender de todo y en todos los lugares) se pueden ver fotos del templo en otras
estaciones: en invierno, con la nieve cubriendo el paisaje, y en otoño, con los
colores rojizos, en primavera con la floración de los cerezos…estas estaciones
para viajar a Japón y Corea creo que son las mejores para disfrutarlas llenas
de tonalidad…aunque seguramente si las viera así luego pensaría que con este
paisaje verde estarían también bien…y es que no se puede tener todo.
La visita ha sido sorprendente, estas pagodas de piedra permanecerán
inmóviles en la tierra, así como en nuestra memoria.
Para llegar al templo Tapsa no hace falta realizar la caminata de ascenso hasta el Templo Eunsusa
y luego bajar, desde la entrada sur el camino es más llano, e incluso algunos coches llegaron hasta sus cercanías, aunque creo que el acceso está prohibido, sería alguna autorización especial. Si se puede recomiendo hacer la ruta completa, no decepcionará el paisaje y el esfuerzo (pequeño para algunos, grande para otra) se verá recompensado.
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