28 de septiembre de 2018

Myanmar - Bagan - Nan Paya

Ogros de piedra

En dirección norte desde Abeyadana Pahto, no muy lejos de él, se encuentra Nan Paya, que se supone fue construido a finales del siglo XI por el príncipe Naga Thaman, el sobrino nieto de Manuha. 


La leyenda, no confirmada por supuesto porque dejaría de serlo y sería historia, dice que este santuario fue utilizado como prisión del rey mon Manuha, pero en realidad fue construida cincuenta años más tarde de su captura, así que las fechas no cuadran. Según esta leyenda, el santuario era originalmente hindú, y que los captores pensaron que era más fácil convertirlo en prisión que en un templo budista. El caso es que aquí estamos, templo, santuario o prisión. 


En el exterior destaca el trabajo de decoración labrada en piedra.





Posiblemente se trata del primer santuario tipo cueva (gu) de Bagan. Tiene la estructura de un cubo, donde un pasillo recorre el santuario central, pero tiene su paso cortado, supongo que por daños sufridos durante el terremoto de 2016. 


El santuario no aloja ninguna imagen de Buda; pero en los cuatro pilares de ladrillos cubiertos con piedra arenisca que lo sustentan hay figuras de Brahmma con tres caras, sosteniendo en sus manos flores de loto. 




En los pilares, siendo más llamativo en las esquinas, está la imagen de kala-ate, unos seres parecidos a ogros con sus bocas abiertas, en las que hay flores. La leyenda cuenta que Shiva utilizaba a estos seres para proteger los templos, pero resultaron ser demasiado feroces, por lo que los engañó para que se comieran sus propios cuerpos y luego las alimentó con flores para que dejaran de pensar en comerse a los fieles (pasaron a ser vegetarianos). 


Creo que este templo por sus decoraciones de piedra que marcan la diferencia con el resto de templos merece la pena ser visitado.

Su localización:

26 de septiembre de 2018

Myanmar - Bagan - Nagayon - Abeyadana Pahto

Prohibido fotografías

Desde Lawkananda Paya vamos a la zona de Myinkaba, donde se encuentran varios templos, parando primero en Nagayon, construido por el rey Kyanzittha en el siglo XI, según cuenta la leyenda, en el lugar donde se cobijó cuando huyó de su hermano y predecesor en el cargo, el rey Sawlu, y que como Buda fue cobijado por una serpiente cuando se quedó dormido, hecho del que recibe su nombre, ya que Nagayon significa “protegido por la serpiente”.

Es bonita la entrada por el arco, que al no tener tantas visitas y por supuesto sin puestos de venta como Htilominlo Pahto, así que en este caso es más templo que mercadillo. 


En su interior no se pueden hacer fotografías, para preservar las bonitas pinturas murales que todavía quedan, ya que muchas de ellas desaparecieron cuando se blanquearon los muros. En el santuario hay una imagen de Buda dorado protegido por una extraña naga, con otras dos imágenes a cada lado; y en las hornacinas del pasillo también hay imágenes. 


Se cree que su sikhara fue utilizado como modelo para el de Ananda Pahto. Durante nuestra visita no se podía subir a su terraza superior.

El suelo ardía a estas horas de la mañana y decidimos, erróneamente por el lado cultural que no por el físico, no intentar dar la vuelta a su estructura. 


Al otro lado de la carretera se alza Abeyadana Pahto, rodeado por un conjunto de estupas; su nombre significa “la joya abandonada”. Ha sufrido importantes daños por el terremoto de 2016 y un cartel aconseja tener cuidado. 



Los chinthes se encuentran en la terraza superior, y curiosamente bajo sus garras sujetan un elefante; al final, de una manera u otra siempre te acabas sorprendiendo en esta sucesión de visitas de templos y monasterios. 


El templo fue construido en el siglo XII por el rey Kyanzittha en honor a su esposa, Abeyadana, que esperaba aquí a su marido cuando se escondía en el cercano Nagayon. La estupa que lo corona es de estilo cingalés, ya que Abeyadana era de origen bengalí. 


En el interior del templo no se pueden realizar fotografías, se conservan frescos, de gran belleza, que la Unesco ha limpiado, en ellos se ven imágenes del budismo mahayana, Boddhisattavas e incluso imágenes hinduistas, como Brahma, Shiva y Visnú. Aunque no damos una vuelta completa por su exterior, si lo hacemos parcialmente, parece que el día de ayer nos agotó en esto de pasear por las terrazas exteriores. 



Sus localizaciones:


 

24 de septiembre de 2018

Myanmar - Bagan - New Bagan - Lawkananda Paya

Junto al río

Desde la villa de Minnanthu cruzamos la llanura central para llegar a New Bagan, a la villa de Thiripyitsayar, donde se encuentra Lawkananda Paya, a la entrada de la cual hay puestos de venta de comida, en las que venden una especie de tortitas de camarones y trozos de panal de miel. 




Accedemos al complejo por una rampa situada junto al puerto del río Irrawaddy, donde cuando Bagan estaba en su máximo esplendor atracaban los barcos procedentes de Rakhine (Arakan), e incluso de Sri Lanka. Esta pagoda marcaba el límite sur de la capital de Bagan.

Según vamos subiendo por la rampa vemos en el río a familias bañándose (de aseo, no de juego), pero hacemos caso de las indicaciones de respeto de no fotografiarles (no creo que a nadie le guste ser retratado sin permiso). 



Lawkananda Paya fue construida en 1059 por el rey Anawrahta, el año de su victoria sobre los mon, para albergar una reliquia de Buda –un diente-, junto a la que llegó otra, que fue consagrada en Shwezigon Paya, y al igual que esta, este lugar fue elegido por el mismo elefante blanco.

Destaca su estupa dorada, que anteriormente era blanca, en la que se ven decoraciones florales; está siendo sometida a rehabilitación, por lo que está tapada por los andamios de bambú, y vemos el trabajo de uno de los obreros, al que le llevan los materiales en una polea. 





Un pabellón alberga varios hti y una veleta, ambos con joyas decorándolos; supongo que uno de ellos es el que se colocará tras la rehabilitación. 



No entramos por todos los pabellones o santuarios, pero por supuesto en ellos está la imagen de Buda. 


Otro pabellón aloja el tambor. 


La campana está porteada por una pareja de hombres, que parecen forzudos de un circo; y a su lado, la columna en la que está el pájaro karaweik (la traducción o versión birmana de Garuda, el mítico pájaro que monta el dios Vishnu). 



Los puestos planetarios están situados alrededor de un árbol; viernes representado por la cobaya, y sábado por un dragón o serpiente. 



Al estar la pagoda en terreno elevado se tienen vistas del río Irrawaddy y de las montañas de enfrente. 



Buscamos la entrada principal, en la que está la pareja de chinthes custodiándola, pero decidimos no bajar para no tener que volver a subir, ya que la otra alternativa es ir andando descalzos por la calzada y eso nos gusta mucho menos. 



Su localización:  

 

20 de septiembre de 2018

Myanmar - Bagan - Minnanthu

Vida de pueblo

Desde Payathonzu nos acercamos a la cercana y pequeña villa de Minnanthu, donde en principio parece no vivir nadie, no hay gente en sus "calles" de tierra y no hay más sonido que el de los animales en sus establos o el motor del coche en el que circulamos.


Entramos en una casa-taller donde elaboran tejidos de algodón, que por supuesto despliegan ante nosotros por si queremos comprar, al tiempo que comienzan a hilar para mostrarnos su labor. Sobre una mesa dejan una tetera y unas tazas para que nos sirvamos, pero nos parece un detalle feo que si no hemos comprado beberlo (aunque estoy segura que si lo hiciéramos nos sonreirían con amabilidad). 





Como ya he comentado en las calles hay poca vida, pocos ciudadanos comenzamos a ver caminando y por supuesto no hay rastro de viajeros o turistas, solo estamos nosotros caminando con Myo. Los animales parecen los dueños del pueblo. 




En la localidad trabajan con las ciruelas, que a primera vista más parecían pasas por su tamaño y porque las dejan secar al aire, de las que aprovechan todo, ya que con la pulpa realizan mermeladas y con los huesos, combustible para las hogueras. 





Las casas por regla general están fabricadas con bambú y paja, y suelen tener dos pisos; además, la puerta de entrada no mira hacia el oeste porque esto da mala suerte, así que en esta dirección se suelen colocar los baños, porque es lo que es sucio. No hay puertas y si las hay están abiertas, por lo que asomando un poco la nariz podemos ver su interior, aunque no lo hacemos, solo vemos desde fuera, que no nos gusta ser entrometidos. Eso sí, no faltan las antenas satélites para la televisión. 






Ha sido un paseo tranquilo por una villa aún más tranquila, que ha puesto el contrapunto a los magníficos e infinitos templos de Bagan

Su localización: