One if by land, two if by sea
Paul Revere Mall termina en Unity St por un extremo, y frente al coqueto paseo se alza Clough House, una casa construida en 1712 por Ebenezer Clough, uno de los Hijos de la Libertad que participó en la Boston Tea Party. Ebenezer era albañil, y participó en la construcción de la cercana Old North Church, así como en una hilera de casas de ladrillo en esta calle, de las que se conserva solo la suya, que se salvó de la demolición por el mal estado en el que se encontraba tras una recolecta de fondos en 1962. La estructura de la casa es típica de la arquitectura colonial.
En la planta baja, y supongo que como parte del mantenimiento del edificio además de negocio, se ha instalado la Captain’s Jackson Historic Chocolate Shop, donde comprar chocolate en diferentes variedades –en mi caso con té-, pero donde además hay una exhibición por personal vestido al uso colonial, de cómo se realizaba el amargo y dulce manjar, que te daban a probar para así incitarte más a la compra.
También hay una recreación de una imprenta, la empresa Edes y Gill, que lleva en funcionamiento 250 años.
Lo que se imprime como demostración no podía ser otra cosa que la noticia en el periódico de la Declaración de Independencia del 4 de julio de 1776.
Junto a Clough House hay una entrada al recinto de Old North Church, un patio en el que a la derecha se encuentra el Washington Memorial Garden, un jardín donde se han colgado las chapas identificativas de los soldados caídos en las guerras de Irak y Afganistán; un lugar que impresiona más allá de las consideraciones sobre la guerra.
Frente al memorial un jardín que nos parece algo descuidado (posiblemente el ser época estival no favorece mucho), 18th Century Garden, localizado junto a la Clough House, aunque no hay constancias fehacientes de que la casa hubiera tenido en alguna ocasión jardín. En teoría hay arbustos y plantas del siglo XVIII pero no vimos carteles que los señalaran.
Más elevado se encuentra el aledaño St Francis Assisi Garden, desarrollado en la década de 1970 para recordar la presencia italiana en el barrio. Este jardín formaba parte de la capilla de San Francisco de Asís, capilla que en la actualidad es utilizada como tienda de regalos y de compra de tickets para visitar la torre y la cripta de Old North Church. Más que un jardín es un patio, con la estatua de San Francisco presidiendo y decorando.
De jardín en jardín salimos a Salem St para finalmente visitar Old North Church, el edificio religioso más antiguo que se conserva en Boston, construida en estilo georgiano en 1723, que está inspirada en las iglesia realizadas por Christopher Wren en Londres, y más concretamente en la de St Andrew’s by the Wardrobe.
La iglesia se hizo célebre el 18 de abril de 1775 cuando su sacristán, Robert Newman, ayudó a Paul Revere la noche de su cabalgata, colgando en el campanario dos faroles para alertar a los patriotas de Charlestown (localidad al otro lado del río) del avance de las tropas británicas hacia Lexington y Concorde para combatir a las tropas independentistas. La señal era, one if by sea, two if by land –un farol si es por mar, dos faroles si es por tierra-, y es ahora cuando comprendo el nombre de un restaurante en NY –tal cual, one if by sea, two if by land- que siempre me ha llamado la atención, y al que le tengo ganas.
El interior, blanco luminoso como ya estamos acostumbrados, con los bancos separados en cuadrículas, donde en los duros días de invierno se podían colocar braseros de carbón o ladrillos calientes. Los candelabros son los originales de la construcción.
Desde el púlpito, el presidente Gerald Ford pronunció un discurso durante la celebración del bicentenario de la iglesia, el 28 de abril de 1975.
En la tienda de regalos alojada en la capilla de San Francisco de Asís adquirimos los tickets para visitar la torre y la cripta, en el último tour del día y por los pelos. Seremos los únicos, y lo haremos en compañía de un voluntario entregado, con ganas de hacerse entender en inglés y chapurreando español cuando puede. Desde aquí le damos las gracias por su esfuerzo.
Comenzamos la visita por la torre, el campanario más alto de Boston, que no hacemos por las vistas de la ciudad como siempre es lo lógico y normal, sino por la participación activa de este elemento en la Guerra de Independencia. La torre original fue destruida por una tormenta en 1804, siendo reemplazada por otra diseñada por Charles Bulfinch, que fue nuevamente derribada por el huracán Carol el 31 de agosto de 1954; la actual utiliza elementos de ambas torres, y mide 53 m de altura.
Subimos a la torre, primero por un tramo más amplio, y allí están los dos faroles, testigos mudos pero luminosos de lo que estaría por venir, aunque no son los faroles originales, uno de ellos está en un museo en Concord y el otro no se sabe fehacientemente donde se encuentra.
Comenzamos la visita por la torre, el campanario más alto de Boston, que no hacemos por las vistas de la ciudad como siempre es lo lógico y normal, sino por la participación activa de este elemento en la Guerra de Independencia. La torre original fue destruida por una tormenta en 1804, siendo reemplazada por otra diseñada por Charles Bulfinch, que fue nuevamente derribada por el huracán Carol el 31 de agosto de 1954; la actual utiliza elementos de ambas torres, y mide 53 m de altura.
Subimos a la torre, primero por un tramo más amplio, y allí están los dos faroles, testigos mudos pero luminosos de lo que estaría por venir, aunque no son los faroles originales, uno de ellos está en un museo en Concord y el otro no se sabe fehacientemente donde se encuentra.
El segundo tramo de escaleras es más estrecho.
Accedemos a la zona donde están las cuerdas de las campanas, que no las campanas, que están más arriba. Hay ocho campanas, que además son de las más antiguas del país, realizadas en 1745, y donde realmente se colgaron los faroles históricos. Se puede sentir como hay gente que disfruta con el oficio de campanero, porque se siente la presencia humana, con partituras o algo parecido, con fotografías, con objetos… como no hay una demostración en vivo del sonido de las campanas, el guía nos pone un video para que al menos las escuchemos.
Después de subir toca bajar, y ahora bajamos a la cripta.
En la cripta existe una zona moderna donde todavía se siguen guardando urnas con cenizas. Pero a los morbosos visitantes lo que les gusta ver es la cripta antigua, que no es una cripta al uso, con ataúdes y tumbas, sino que en las paredes se encuentran las lápidas, y además hay que tener cuidado con el sistema de calefacción si no quieres darte un buen golpe. Hay 37 tumbas datadas entre 1732 y 1860, con aproximadamente 1.100 cuerpos, incluyendo al primer rector de la iglesia y a los soldados muertos en la batalla de Bunker Hill.
Junto a la entrada a la cripta hay otro jardín, The Third Lantern Garden, que al igual que el de San Francisco es más un patio con plantas que un jardín. Su nombre es significativo, el tercer farol, haciendo referencia al farol que llevo en su visita a la iglesia Gerald Ford.
Farol que cuelga de una de las paredes.
Desde este jardín se entra al último jardín que hay en el recinto de la iglesia, Washington Memorial Garden, realizado en honor a George Washington por haber conducido a los patriotas a la Libertad y la Independencia. Es el más jardín de todos, concebido para meditar, y creo que un buen lugar para ello. En cierta medida me recuerda a los jardines secretos de Amsterdam, a los jardines de los hofjes o casas de beneficencia.
La historia, la fe y el paisajismo unidos en un mismo lugar.
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